El médico del Racing tuvo que reanimar a un espectador

Durante todo ese largo tiempo (cerca de diez minutos), buena parte de la grada e incluso el banquillo del Racing reclamaron que se detuviera el partido, pero finalmente el espectador fue trasladado mientras el balón seguía en juego. Al árbitro se le trasladó que la situación estaba controlada (de acuerdo con los hechos, no lo estaba tanto) y por lo tanto decidió que continuara el juego. El protocolo de LaLiga ha cambiado y ya no se detiene el partido de forma automática en estos casos.

La decisión provocó la indignación del estadio, en especial una Preferencia Sur que reclamaba insistentemente que se parara el juego. El capitán del Racing, Íñigo Sainz-Maza, que estaba ya en el banquillo tras haber sido sustituido en el descanso, fue expulsado con roja directa precisamente por preguntar al director de partido que envía LaLiga qué se debía hacer y sugerir que tal vez fuera adecuado detener el juego. Otro de los suplentes verdiblancos, Andrés Martín, se detuvo después a hablar sobre la situación con González Esteban. Íñigo se enfrenta ahora a una posible sanción de dos partidos por su expulsión, que el Racing deberá decidir si recurre.

El técnico verdiblanco, José Alberto López, ha explicado así lo sucedido: «Por desgracia, y aprovecho para desear una pronta recuperación, había una indisposición de un aficionado. Íñigo es de aquí, tiene familiares y amigos en la grada y no entendíamos muy bien por qué el juego no se detenía. Luego nos han explicado que hay un protocolo, pero para nosotros no parecía una situación controlada. Lo primero es la salud y en otros partidos hemos visto que el juego se para por estos motivos. No lo entendíamos; no puedo decir más, porque es lo que sé. Íñigo estaba preguntando al cuarto árbitro y al delegado de la Liga para conocer el protocolo y creo que fruto del nerviosismo se tomó esa decisión, pero no le veo sentido. Para mi ha sido absurdo y debemos reflexionar sobre ello. Lo primero es la vida de una persona; no el juego. Lo primero es lo primero: la vida de esa persona».