Medio año de crecimiento

Resta una obra fundamental y sometida a los largos plazos administrativos: la reparación de las bombas y los baños, que presentan un aspecto completamente insalubre y cuya reparación corresponde, en virtud del convenio y como así lo ha asumido, a la Casona. También está en proyecto la utilización de los bajos de la zona este. En cuanto al proyecto integral del estadio, Alfredo Pérez nunca presentó el proyecto de diseño (no arquitectónico) que anunció para el pasado mes de enero hace más de un año y aquella anunciada remodelación ha demostrado ser solo humo y una infografía.

La nueva directiva y el actual Ejecutivo cántabro heredaron este verano un proyecto que ya había cerrado el anterior Gobierno con el Racing de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz: la construcción de dos gradas cubiertas para los campos 3 y 4 de La Albericia, los de césped sintético. Ya se han licitado, con lo que las obras deben comenzar esta misma temporada para que los graderíos y sus correspondientes almacenes puedan entrar en servicio la próxima. El actual edificio multiusos de las Instalaciones Nando Yosu, inaugurado hace poco más de diez años, es por lo tanto un equipamiento moderno que no presenta grandes problemas a pesar del abandono al que estuvo sometida durante sus primeros años de vida. Aun así, sí presenta pequeñas deficiencias que se pueden acondicionar, pero ninguna de ellas especialmente significativa.

Uno de los proyectos estrella en cuanto a lo patrimonial (aunque hay que recordar que tanto los Campos de Sport como las Instalaciones Nando Yosu son de titularidad municipal) es la construcción de un nuevo campo con su propia grada en La Albericia, Se trata de un proyecto vinculado a la incorporación de las categorías femeninas, puesto que los cuatro campos de entrenamiento actuales no pueden acoger más servicio. El objetivo es poder hacerlo en la propia Albericia, pero en primer lugar Ayuntamiento o Racing deberían comprar las parcelas anexas, casi todas privadas.

El Racing Féminas ya ha firmado el contrato por el que la próxima temporada se integrará completamente en el Racing, con lo que cada uno de sus equipos (tanto la primera plantilla como el filial y las categorías inferiores) pasarán a ser una sección verdiblanca más, con el mismo número federativo. Se trata de un proyecto antiguo que la directiva de Pérez y Ortiz no quiso ejecutar a pesar de que llegó a anunciarlo en una Junta General de Accionistas. Ahora se ha oficializado el acuerdo y el Racing contará así por primera vez en su historia con un primer equipo femenino, probablemente en Segunda RFEF (tercera categoría nacional), en la que milita a día de hoy el Reocín, que compite en virtud de un convenio como Racing Féminas. Dejará además de jugar en Tanos para hacerlo en Santander.

Todavía está por decidirse dónde jugará el equipo. Lo más natural es que para los partidos oficiales se le habilite espacio en los Campos de Sport o en el Santi Gutiérrez Calle de La Albericia, pero no se ha anunciado nada en este sentido y el club no quiere saturar demasiado el césped, en especial el de El Sardinero, con lo que se puede buscar una tercera sede. En cuanto a los entrenamientos, si no se pueden llevar a cabo en las Instalaciones Nando Yosu –al menos los de todas las secciones–, el club deberá resolver el corto plazo alquilando otras instalaciones.

Los debuts esta temporada de Jeremy y Diego Campo con el primer equipo son la mejor muestra de las voluntades de mirar a La Albericia. O al menos de los más palpables, pero el avance va más allá. La llegada de Higuera y Ceria ha reforzado a buenos profesionales que ya estaban en el club y propiciado el regreso de otros como José Ceballos, emblema del racinguismo que ya trabaja de nuevo en La Albericia. Junto a las inversiones que se deben llevar a cabo en la ciudad deportiva, muestran una nueva actitud frente a la cantera, moderadamente recuperada del abandono de la 'Era Okupa' y radicalmente contraria a la que el club mantuvo algunas temporadas después especialmente durante la etapa de Chuti Molina como director deportivo. El Racing ya tiene además 50 clubes convenidos, casi todos ellos cántabros.

Al Racing le sería útil ampliar La Albericia, y no solo por la incorporación de las formaciones femeninas, y el campo 2 sigue sin grada ni proyecto de tenerla. En cuanto a la estructura, es más nutrida y la tarea pendiente (y en marcha) es demostrar a los jóvenes futbolistas y a la masa social que es posible que jugadores formados en casa se consoliden en el primer equipo. Por el momento ya se han dado los primeros pasos (y pruebas) en este sentido. El número de canteranos no es alto, pero tampoco está por debajo de la media de Segunda División.

El Racing ha recuperado el control de la tienda del club, antes subcontratada al Grupo Pitma, y con ello ha conseguido incrementar los ingresos por mercadotecnia. Tanto por la mayor cantidad de beneficio que revierte directamente en el club como por el incremento de ventas. Se ha incrementado el material de merchandising, se coloca un punto de venta en el exterior del estadio en cada partido y se trabaja en la diversificación. El último ejemplo, la línea de conservas con la marca Racing y otros productos que han encontrado muy buena recepción en el racinguismo, hasta el extremo de agotarse algunos de ellos. El nuevo sello de los 111 años, que debe salir a la venta en los próximos días, abre otra línea de trabajo. Se busca generar identificación con el equipo y, al mismo tiempo, otra fuente de beneficios.

Las palabras de Pablo García son claras: «en márketing está todo por hacer». La simple incorporación del argentino, que ejerció el mismo cargo en el Racing de Avellaneda, para el cargo ya supone un giro radical en la estrategia del Racing en este sentido, y la idea de Higuera es muy clara: «Quiero que el club esté en efervescencia; que todos los días haya algo». Lo está consiguiendo aunque aún debe corregir viejos problemas. Durante esta campaña navideña, por ejemplo, la tienda ha registrado algunos problemas de stock motivados en parte, eso sí, por la gran demanda.

La Fundación Real Racing Club ya es otra. Sebastián Ceria ya ha relevado a Pedro Ortiz en la presidencia y ha comenzado a llevar a cabo diferentes actuaciones con la sociedad civil, caso de la campaña contra el acoso escolar y la campaña de recaudación de fondos (a sumar a los aportados por la propia fundación) para colaborar en el tratamiento de un joven cántabro que padece el Sarcoma de Ewing. El objetivo de Ceria es que siga trabajando en esta línea e implicándose más en el tejido social y captar socios que aporten presupuesto a la institución, pero siempre para destinarlos a proyectos de naturaleza social. No se plantea, como nacieron en algunos casos, como una forma de obtener ventajas fiscales ni para que constituya otro modo de nutrir al primer equipo deportivo (sí está vinculada de diversos modos a la base).

Ceria señaló que la Fundación Real Racing Club está para invertir y no para captar fondos, pero con un matiz: buscará vías de financiación para sus proyectos, pero siempre enfocada a la labor social y nunca para destinar sus recursos a la primera plantilla o la actividad deportiva, de cuya actividad es completamente independiente. Ya ha comenzado a poner en marcha sus primeras actividades y su director, César Anievas, tiene además del aval del buen trabajo proyectos más allá del de la Academia RRC, una actividad de éxito que además instala el Racing en la sociedad.

La deuda histórica del Racing ya es menor: se ha reducido en cinco millones de euros respecto a su matriz (la cantidad que Sebman, la empresa de Ceria e Higuera, capitalizó este verano) y con el penúltimo pago de la deuda concursal. Pese a que se ha abandonado, al menos en parte, la economía de guerra, la política de contención sigue vigente y ha sido necesario provisionar alguna cantidad, con lo que esa reducción de cinco millones no ha sido neta, pero el club camina hacia el equilibrio a largo plazo. A su llegada, Ceria dio además un mensaje tranquilizador: «No hay que preocuparse, la deuda está con nosotros». Mientras a los propietarios no les urja recuperar su inversión, no existe problema. Las mejoras estructurales de estadio tampoco deben ser problema, puesto que son responsabilidad municipal.

Aún debe pagarse el último plazo del proceso concursal. Serán 1,4 millones de euros que debe abonar en 2024 (dispone de todo el año natural para hacerlo) y con el que la deuda concursal estará al fin superada más de una década después de que el club entrara en concurso de acreedores. Lo que debe hacer además y amortizar los alrededor de 20 millones de euros que el Racing debe a su matriz (llegaron a ser unos 24 con el Grupo Pitma, ahora heredada por Sebman. Con el equipo en Primera y la consiguiente multiplicación de ingresos (también de gastos), sería más asumible.

El Racing ya supera ampliamente los 12.000 abonados, y estos datos no contemplan los conseguidos durante la campaña de captación de invierno, ya en marcha. Se trata de un récord verdiblanco en Segunda División y contrasta enormemente con la situación de hace solo un año. La relación con la peñas se ha normalizado y el club vive un contexto de paz social y de identificación entre institución y afición. El nuevo Racing está además volcado en llevar a cabo todo tipo de actividades que, al margen de su rendimiento, pongan en foco a la entidad y generen un sentimiento de identificación en la sociedad cántabra. La apertura de una ampliación de capital para que quien así lo deseara no perdiera porcentaje de participación ha sido otro guiño que ha dejado de paso unos anecdóticos ingresos, pero ingresos, en caja.

Va ligada al estadio, pero en este aspecto aún está pendiente convertir la Gradona de los Malditos en zona exclusiva de animación con los 'trail seats' que permite LaLiga, otro de los proyectos de la anterior directiva que nunca llegó a ejecutarse. La relación con la Asociación de Peñas es óptima y la directiva participa en todos los eventos organizados por ella. En una situación heredada de una época anterior, algunas de las mejores iniciativas en materia de márketing y en las celebraciones de eventos siguen partiendo de APR y Gradona, y no siempre de forma conjunta.

El Racing es cada vez más profesional, en la línea que exige LaLiga, tras la autarquía a la que obligó la crisis económica y deportiva de la Segunda B, en la que un puñado de personas debían hacer prácticamente todo. La sociedad se ha compartimentado, está dirigida y/o gestionada por profesionales y cuenta cada vez con más figuras y más diversas. Seis directores (deportivo, general, de comunicación, de márketing e institucional) se unen a una dirección económica comandada por el vicepresidente, Juanjo Uriel, y a una política social coordinada por la consejera Miriam Peña. También el cuerpo técnico es cada vez más nutrido, con figuras que se han incorporado en los últimos tiempos a las tradicionales en el fútbol. El Racing camina hacia lo que es ahora el fútbol profesional de élite, muy diferente al de los noventa.

A pesar del constante crecimiento, el club debe dar aún pasos en diferentes áreas, algunos de ellos solo posibles en Primera División. Departamentos como comunicación y márketing se han reforzado, pero partían de una situación muy complicada, con el escaso número de profesionales multiplicándose. Tambíén se debe trabajar en una secretaría técnica más nutrida y en alimentar la red de ojeadores. Claro que para ello lo primero es asegurar la continuidad de Martija o bien contratar un relevo que pueda heredar el gran trabajo del donostiarra si no continúa en Santander.

Se trata de uno de los puntos fuertes de la nueva propiedad y constituye además el cimiento de todo, puesto que más allá de sus otras dimensiones, el Racing es un equipo deportivo que vive de los resultados. En el corto plazo, la marcha del proyecto deportivo es excelente, con el equipo en posiciones de play off de ascenso, es decir, por encima de su objetivo para este curso. Además, tiene una plantilla joven y con algunos futbolistas muy valiosos en el mercado, al menos en el de Segunda División. Se ha dado continuidad al buen proyecto iniciado el año pasado (incluso hace dos, aún con Guillermo Fernández Romo en el banquillo) y la línea es de crecimiento. Del mismo modo, se ha fomentado la continuidad en el Rayo Cantabria y por fin hay una apuesta sólida por el fútbol femenino.

El director deportivo, Mikel Martija, aún no ha renovado y su continuidad se antoja cada vez más complicada. Tiene una oferta verdiblanca, pero por el momento ha dado largas y no se sabrá nada, al menos, hasta que el 31 de enero finalice el mercado de invierno. Además, el club debe renovar a algunos jugadores estratégicos que terminan contrato, caso de Ezkieta y otros como Mantilla, y al entrenador. José Alberto López no ha querido hablar públicamente sobre ello, y se ha limitado a decir que se siente «valorado» y «a gusto». El club con él, también.