El mejor local frente al mejor visitante del Grupo 1

El Racing en casa ha sumado 25 puntos, repartidos en siete victorias y cuatro empates. Con varias victorias por la mínima, los de Romo han sumado en territorio propio un punto menos que Deportivo o Unionistas que, eso sí, han jugado un partido más como locales y que han saboreado la hiel de la derrota, los salmantinos precisamente el pasado domingo ante los verdiblancos. Números de campeón pese a pinchazos como ante el propio equipo castellano, el Depor, el San Sebastián de los Reyes o el Badajoz, en los que no pasó del empate y en los que solo marcó ante su último rival liguero.

Con un estilo marcado en el que el riesgo es bajo y en el que el balón parado y la calidad individual tienen un peso importante, el domingo se verán las caras con un conjunto de ideas contrapuestas, pero que también tiene en las jugadas en la contra su mayor virtud. Al Real Unión de Aitor Zulaika le gusta mimar el cuero, tenerla y, sobre todo, liberar a sus hombres de ataque en busca de contragolpes letales. No difiere mucho el once actual del que el año pasado triunfo en tierras santanderinas y que maravillo hasta a propio técnico del Racing en ese momento, Aritz Solabarrieta.

Y es que los irundarras, después de dejarse los puntos ante UD Logroñés y Rayo Majadahonda cogió ritmo de crucero y, desde entonces, solo ha dejado de ganar lejos de su feudo hace apenas un mes en el Reino de León. Por el camino, victorias ante el San Sebastián de los Reyes, el Deportivo o Celta B, las dos de tierras gallegas en sus últimos desplazamientos, dos triunfos que, además, le han hecho un favor al Racing.

En total el Real Unión ha sumado 26 de los 40 puntos que tiene en la clasificación (un 65%) lejos de su terreno de juego, en el que el Racing ya sufriera para empatar en pretemporada y para ganar en el duelo de la primera vuelta. Si el fútbol fuera pura teoría, Romo le cedería la iniciativa a Zulaika el domingo, lo que puede beneficiar a un Racing que siempre está más cómodo con metros por delante. Correr, o nadar, y guardar la ropa. Una estrategia que hasta ahora ha resultado y que puede ser eficaz ante un rival que pelea por entrar en los playoffs.