Un mes para aferrarse al liderato

El calendario al que se enfrentan los verdiblancos es generoso y los empareja ante oponentes cuya posición en la tabla da ciertas garantías de sumar puntos clave, aunque siempre hay que recordar que en el fútbol no existe eso del rival fácil. Málaga, Burgos, Cádiz y Eibar son los obstáculos que los cántabros deben sortear antes de que llegue la visita del Elche (domingo 2 de marzo), que acecha desde la segunda posición, con el mismo sueño de ascender. Si el Racing sale victorioso de esos encuentros de febrero, o al menos rasca algún punto – «Si no se puede ganar, al menos no perder», como dice José Alberto– , la vista de los ilicitanos en marzo podría significar más que tres puntos. Podría convertirse en un golpe de autoridad en la lucha por el ascenso.

La victoria ante el Córdoba del pasado sábado, además de devolver a los cántabros al liderato en un momento crucial, llegó con una combinación de resultados en el resto de partidos que encajó como las piezas de un rompecabezas. Pero no hay tiempo para celebraciones. Este equipo sabe que el liderato se mantiene trabajando y febrero es un mes para arañar puntos en estadios complicados, evitar sorpresas en casa y seguir confiando en un bloque que, pese a los baches, ha demostrado ser el más fiable de la categoría lejos de su estadio.

El primer escollo del mes será el Málaga, que visita El Sardinero el sábado (21.00 horas). Los andaluces, décimo segundos, no conocen la palabra 'regularidad' fuera de casa. Una victoria, ocho empates y tres derrotas en lo que se ha disputado de temporada. Sin embargo, el fútbol está lleno de sorpresas y a pesar de las dificultades de los malagueños fuera de casa, el Racing debe mantener la concentración al máximo para evitar un tropiezo inesperado. Eso sí, como siempre los cántabros contarán con el plus que les brinda su afición cada vez que juegan en casa y por una vez el horario es propicio para que El Sardinero retumbe como nunca.

Una semana después, el 9 de febrero (16.15 horas), el Racing se pondrá a prueba de nuevo como visitante. A los cántabros les toca viajar hasta Burgos, donde se enfrentarán a un equipo que ha mostrado cierta solidez en su estadio, El Plantío. Pero si algo ha demostrado el equipo de José Alberto es que se encuentra cómodo lejos de casa. Los de Ramis, sin embargo, no regalan nada. No pueden. Ahora mismo, aunque con un partido menos –su duelo ante el Racing de Ferrol se aplazó por la alerta meteorológica– el Burgos está rozando los puestos de descenso. Justo en la línea que separa la salvación del abismo. En su feudo ha sumado cinco victorias, tres empates y cuatro derrotas, lo que suma 18 puntos. Una renta que lo mantiene a salvo, pero sin lujos. No es uno de los equipos más consistentes y el Racing tiene la oportunidad de extender su ventaja aprovechando la falta de regularidad de los burgaleses. Y más con su impecable récord de visitante.

Y de nuevo toca posar la mirada en El Sardinero. Se trata de evitar a toda costa que el Cádiz saque algo positivo de su visita al estadio el 15 de febrero (18.30 horas). El Racing buscará aprovechar las debilidades de un equipo que solo ha sumado 13 puntos fuera de casa, con tres victorias, cuatro empates y cuatro derrotas. Una oportunidad de seguir construyendo un colchón de puntos antes de enfrentarse a una de las pruebas más duras del mes, elEibar.

Los de José Alberto cierran febrero con un reto importante, visitar Ipurua, uno de los estadios más complicados de la categoría. El Eibar es el quinto mejor local de la Liga con un balance de siete victorias, tres empates y dos derrotas, lo que le ha permitido sumar 24 puntos en su inexpugnable casa. Los armeros se muestran como un rival temible en su estadio así que el Racing deberá estar a la altura de las circunstancias para obtener un resultado positivo el domingo 23 de febrero (17.00 horas). Mientras tanto, la afición sigue soñando. Bufandas verdiblancas por las calles, alineaciones y estrategias plagan de nuevo las conversaciones en los bares y los chavales, y quienes no lo son tanto, comienzan a imaginarse un Racing en Primera. Febrero no decidirá el ascenso, pero puede marcar un antes y un después en una temporada que ya se siente histórica.