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Al contrario de lo que ha anunciado reiteradamente el club, comenzando por su presidente, Alfredo Pérez, la entidad recupera la figura y acaba de anunciar la contratación de Mikel Martija (Lasarte-Oria, 27 de junio de 1987) En consecuencia, Guillermo Fernández Romo, que confeccionó la ... plantilla de esta temporada en su doble función como responsable deportivo y entrenador, tendrá por encima otra profesional en esta parcela.
El guipuzcoano será así el máximo responsable deportivo, por encima del propio Romo, y del también recién incorporado secretario técnico, Manu Fajardo. A ellos se unirá la red de ojeadores que está creando el club, de la que ya se conoce un nombre: el aragonés Néstor Pérez.
Martija tiene una larga y sólida experiencia en el fútbol profesional gracias a sus ocho temporadas (entre 2013 y 2021) en el Eibar, un ejemplo de gestión de éxito de un club modesto que llegó a asentarse en Primera División. Suya será la responsabilidad última a la hora de confeccionar la plantilla, aunque con un nutrido equipo a su cargo que, previsiblemente, y siempre que se cumplan los planes de los máximos accionistas y del director general,Víctor Alonso, se engrosará a lo largo de las próximas semanas, aunque ya no en puestos de responsabilidad, sino a través de la red de scouts que el club aspira a tener en funcionamiento antes de comenzar la temporada.
Ilusionado y con muchas ganas de iniciar este nuevo proyecto en el @realracingclub como Director Deportivo.
Mikel Martija (@MikelMartija) May 31, 2022
Agradecido por la oportunidad de trabajar en este Club histórico.
Aupa Racing! 🟢⚪️ pic.twitter.com/90pirrzLSK
El vasco procede de un club modesto de una ciudad mucho más pequeña que Santander, que sin embargo logró no solo consolidarse en Segunda, sino ascender a Primera y asentarse en la categoría. Tras su descenso del año pasado, que provocó la salida del nuevo director deportivo verdiblanco, ha estado a punto de recuperar la categoría directamente y disputará ahora el play off de ascenso.
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Llega así con un gran currículum en Ipurua.Pese al descenso del año pasado, formó parte de la estructura técnica de una entidad con una gestión ejemplar, en cierto modo, un espejo en el que mirarse. En aquella etapa estaba a las órdenes de Fran Garagarza, pero Markija era el encargado de llevar de primera mano las operaciones, una buena experiencia para afrontar la que será su primera oportunidad como director deportivo.
Supone además engrosar más de lo que se había anunciado la parcela técnica de cara a la nueva temporada en Segunda División. Y se hace con una denominación que el club había evitado conscientemente desde la salida de Chuti Molina. En su momento se matizó que Romo no tendría superiores en materia de contrataciones, sino una secretaría técnica con la que actuaría de forma colegiada. Pero no será así.
Tampoco se ha querido contar solo con un director deportivo plenipotenciario, como fue el caso de Molina, sino que existiera una estructura tras él que dé al club más músculo técnico y capacidad de rastreo del mercado, y de ahí que se hayan recuperado progresivamente figuras propias del fútbol profesional, más factibles de asumir, por otra parte, con el regreso a LaLiga y un presupuesto que estará cerca de triplicarse respecto al del curso que ahora finaliza.
Mikel Martija López de Luzuriaga es entrenador UEFA Pro, tiene el título de director deportivo de la RFEF y ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en el Eibar, del que secretario técnico del conjunto armero entre 2013 y 2021, tanto en Primera como en Segunda División.Antes había sido coordinador de las secciones inferiores del conjunto armero y entrenador del Ostadar entre 2006 y 2013.
Su incorporación es la de un profesional que conoce en profundidad el mercado de Primera ySegunda División, uno de los grandes déficits que tuvo el Racing en su anterior regreso a LaLiga, en la temporada 19-20, y uno de los retos a los que se enfrentaba Guillermo Fernández Romo, que ha desarrollado la última y más exitosa etapa de su carrera enla extinta Segunda División B y en Primera RFEF.
La temporada pasada fue el propio Romo quien confeccionó la plantilla en un proceso en el que estuvo acompañado por el director general, Víctor Alonso, encargado de llevar a cabo las negociaciones y pactar las condiciones económicas con los futbolistas. Ya la llegada de Fajardo había engrosado la estructura, y ahora la incorporación de Martija liberará al madrileño de algunas funciones que tuvo que asumir en una estructura necesariamente más ligera en Primera RFEF, dados los recursos disponibles.
El Racing recupera así una figura, la de director deportivo, que no había tenido formalmente desde la salida de Chuti Molina al final de la temporada 19-20. El año pasado José María Amorrortu, al que se presentó en el difuso puesto de responsable de estrategia deportiva, asumió estas funciones actuando paralelamente a Pedro Menéndez, fichado aquel año como secretario técnico y que al igual que el vasco tan solo estuvo un año en el equipo.
Alfredo Pérez y Pedro Ortiz buscan desde su llegada a Santander un modelo de estructura deportiva que funcione en el Racing.Condicionados por los ascensos y descensos y las dinámicas y cambios presupuestarios que provocan, con la apuesta de este año ya han pasado por todos los modelos posibles. Y lo han hecho con desiguales resultados.En dos temporadas el equipo ascendió, pero en las otras dos se vivió un descenso de categoría y el que fue estadísticamente el peor curso de la historia del Racing desde su fundación o, al menos, desde el nacimiento en 1929 de la competición liguera.
Aún con Higuera como presidente, los ahora accionistas mayoritarios, que ya lo eran a través de la compra de la antigua Inmoarrabi, impulsaron la llegada de Chuti Molina en la recta final de la temporada 17-18.El manchego actuó como plenipotenciario director deportivo desde aquel verano, con el entrenador, IvánAnia, subordinado a sus decisiones.
A un ascenso como campeón de grupo –a título anecdótico no se consiguió el trofeo de campeón de Segunda B– y con muy buenos números le siguió una segunda temporada en la que el Racing ni siquiera compitió enSegundo y descendió como colista descolgado.
El divorcio social que provocó Molina llevó a los propietarios a impulsar un modelo colegiado conJosé Mari Amorrortu como responsable del fútbol base y director deportivo de facto –aunque se eludió esta expresión–, el asturiano Pedro Menéndez como secretario técnico y poco peso del entrenador del primer equipo, como se demostró en la dilación en la contratación de Javi Rozada, con quien ya se había llegado a un acuerdo, su rápida destitución y la llegada de Aritz Solabarrieta.
Tras la peor temporada de la historia, los propietarios decidieron cambiar de nuevo el modelo, pero esta vez dando grandes poderes al entrenador, un GuillermoFernández Romo que ejerció en cierto modo como má
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