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Llevaba tiempo José Alberto avisando. «¿La 45? 45 puntos son los que tenemos que hacer de aquí al final», decía el viernes el míster asturiano. Tenía razón. La levadura de la ilusión estaba empezando a hacer efecto en el racinguismo con apenas siete jornadas disputadas. ... Calma. Pies de plomo. Y, sí, pies de plomo tuvo este viernes un Racing que completó su peor partido en lo que va de campaña. Alguna vez tenía que ser. Así que el suflé se vino abajo. No pasa nada. Lección aprendida. Mientras tanto, el entrenador del Leganés, Borja Jiménez, con la ayuda de la mascota blanquiazul, Súper Pepino, esta vez venció a su kryptonita particular. Pequeña venganza.
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Borja Cavia
Los cambios en el once fueron más allá de los matices. En plena semana de tres partidos, José Alberto optó por rotar. Y dio descanso a dos de sus mejores futbolistas. En el centro de la zaga, Rubén Alves cedió su puesto a Pol Moreno. Un tipo de fiar. Mientras tanto, lo del extremo izquierdo fue algo más experimental. El desequilibrante Íñigo Vicente, por el habilidoso Peque, que tuvo que ejecutar ese ya característico saque de centro de fútbol playa. La propuesta no salió bien. Sobre todo, porque la ausencia del mago de Derio penalizó demasiado.
El Leganés, amable anfitrión, le dio el balón al Racing, que tuvo una primera larga posición de un minuto y medio. El técnico pepinero llegó a la conclusión que cuando más daño hacen los de José Alberto es cuando roban cerca del área. Así que, lo que no tienes no te lo pueden robar.
Leganés
Diego Conde, Nyom, Jorge Sáenz, Sergio González, Dani Raba (Undabarrena, min. 56), Franquesa, Neyou, Diego García (Miguel de la Fuente, min. 68), Djouahra (Ureña, min. 81), Chicco y Cissé (Luis Perea, min. 68).
2
-
1
Racing
Ezkieta, Mantilla, Germán Sánchez (Íñigo Sainz-Maza, min. 62), Pol Moreno, Saúl García, Iván Morante, Grenier (Marco Sangalli, min. 62), Aldasoro (Lago Junior, min. 46), Andrés Martín, Peque (Íñigo Vicente, min. 46) y Arana (Ekain, min. 72).
Equipo arbitral: González Esteban (Comité Vasco), asistido en las bandas por Moleón Cuenca (Valenciano) y Valencia López (Catalán). Cuarto: Palencia Caballero (Vasco); VAR: Gorostegui Fernández-Ortega (Vasco) y AVAR:Saenén Álvarez (Valenciano).
Goles: 1-0, min. 28:Germán Sánchez, en propia puerta. 2-0, min. 51: Dani Raba. 2-1, min. 91: Marco Sangalli.
Amonestaciones: Amarilla a los locales Neyou, Jorge Sáenz y Dani Raba y a los visitantes Andrés Martín y Iván Morante.
Incidencias: Butarque. Cesped en aceptable estado en una noche agradable. 8.953 espectadores, más de mil, verdiblancos.
Cuando la posesión era para los madrileños, los verdiblancos tampoco le hacían ascos al rol de la expectativa. Se sienten cómodos en bloque bajo y el Leganés tampoco llevaba mucho peligro, más allá de alguna galopada poderosa de Nyom por la derecha culminada con algún centro regulero. Pero cuando el camerunés optó por combinar, en lugar de centrar, ahí sí, los blanquiazules tuvieron una ocasión. El centro raso del cántabro Dani Raba no lo remató de primeras Diego García. El rechace le cayó a Djouahra, cuyo disparo, duro, se marchó fuera por no mucho.
El Leganés probó el bastón de mando –le suele pasar a los políticos– y le gustó la experiencia. Mientras tanto, el Racing, al que le habían cambiado el plan inicial de los últimos envites, le empezaban a hacer llagas las costuras. El atuendo de José Alberto es indicativo de la situación. El asturiano ya se había quitado la americana. Falta de confort.
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Los cántabros trataron de asomar la cabeza fuera de la cueva. Dos malas ejecuciones de Saúl García en la banda izquierda del ataque racinguista. El Leganés quiso hacer la del 'Whac-A-Mole', ese juego en el que unos topos salen de un agujero y hay que darles con un mazo. En una contra, Franquesa se plantó en la frontal del área y su tiro se marchó desviado.
No acertó el Leganés. Pero sí, en su contra, el propio Racing. Germán Sánchez hizo una falta a unos treinta metros de la portería de Ezkieta. No parecía especialmente temible. Djouahra la puso tensa sobre el área y el propio central andaluz, en su intento de despejar, calculó mal la altura, no llegó bien y lo que consiguió fue peinarla. Ezkieta, tras él, se quedó de rodillas, con el molde. Mala comunicación entre portero y zaguero.
El Racing ni era ni estaba. Muchas pérdidas. Mucha frustración. Y más nervios de lo habitual. Le costaba un mundo llegar a la línea de tres cuartos y, allí, todas las decisiones eran incorrectas. No todos los días es fiesta ni todo el monte es orégano.
El Leganés tuvo dos claras antes del descanso. Un buen desmarque de Dani Raba dejó al cántabro con poco ángulo ante Ezkieta. Le faltó calma. No miró la llegada de Diego García en el segundo palo y optó por rematar. El arquero navarro se hizo grande y tapó bien los huecos. Íñigo Vicente y Lago Junior ya estaban calentando. La siguiente fue para hacérsela mirar. De un saque de banda cerca de córner propio, el equipo pepinero se plantó en campo rival con la única oposición de Pol Moreno y Ezkieta. De nuevo Dani Raba, gracias, se estrelló contra guardameta.
El choque llegó al intermedio a máxima temperatura. Hubo lío como despedida y cierre del primer tiempo. Neyou realizó una entrada sobre Andrés Martín. El sevillano se calentó y le soltó una buena tarascada. En el suelo, con el árbitro de espaldas de camino a una falta anterior, hubo un amago de abrazo sin cariño. Al final, el racinguista, tras un empujón, terminó en el suelo, tres metros más allá. El colegiado sacó una amarilla para cada lado y a seguir. El VAR no entró a valorar. Todos a los vestuarios y de receta, una ducha fría.
Había mucho que cambiar, porque el Racing acababa de completar sus peores minutos de la temporada. No se hizo esperar. Íñigo Vicente y Lago Junior, al césped. Iván Morante y Peque fueron los perjudicados. El vasco se ubicó en la mediapunta, Aldasoro retrasó su posición y el costamarfileño, en el extremo zurdo.
Los verdiblancos no abandonaron las imprecisiones. Una falta lanzada alta por Djouahra y un tiro de Aldasoro a Móstoles fueron las primeras acciones tras la reanudación. De repente, a Dani Raba se le paró la patata. En un forcejeó con Aldasoro, le pegó un manotazo involuntario al vasco en la cara. El árbitro se llevó la mano al bolsillo. El cántabro ya tenía una amarilla. Se lo pensó mejor el colegiado.
Lo que tienen las cosas. Fue el propio Dani Raba el que iba a hacer el segundo. Una fantástica combinación con Djouahra terminó con un disparo raso de Raba que, otra vez, se iba a encontrar con Germán Sánchez en el camino. El andaluz, desafortunadamente, la tocó lo justo para sacar el balón de la trayectoria de Ezkieta. 2-0. Y, seguramente, merecido. Borja Jiménez, para evitar nuevos sustos, retiró de forma inmediata al autor del segundo tanto.
El Racing se descompuso. Decía la temporada pasada José Alberto que prefería perder un partido por tres a cero que tres por uno a cero. Ahí se puso el partido cuando, tras una pérdida de Grenier, el Leganés transitó rápido para que Franquesa hiciese el tercero. El VAR llegó para echarle un cable al equipo cántabro y el tanto fue anulado por presunto fuera de juego.
Al conjunto verdiblanco no le quedó otra que tirar hacia delante. Y el Leganés, a guardar lo cosechado, que no era poco. Una buena combinación racinguista por la banda izquierda terminó con un buen centro de Saúl García que Arana, tras un fantástico desmarque, remató, pero no encontró portería. Sesenta minutos. Primera ocasión.
A José Alberto no le quedó otra que revolucionar el equipo a la desesperada. El asturiano retiró a Germán Sánchez y Grenier y dio entrada a Íñigo Sainz-Maza y Marco Sangalli. Este último se colocó como lateral derecho y Mantilla pasó al centro de la zaga. Lago Junior se fue contra toda la zaga pepinera y, a trompicones, se plantó ante Diego Conde pero no acertó a finalizar. Acto seguido, Íñigo Vicente pegó, pero el balón tocó en un zaguero antes de salir a córner. Yen ese saque de esquina, Pol Moreno cabeceó al travesaño. A buenas horas.
Entre que el Leganés había dado pasos, lógicos, atrás y que Íñigo Vicente le dio otro aire al ataque, el Racing generó bastante. Un pase del futbolista de Derio hacía Íñigo Sainz-Maza terminó con un zapatazo del capitán a la fila más alta de la grada.
El resto del encuentro fue la agonía del frustrado. Ahora sí, los verdiblancos hacían por cambiar su suerte, pero ni podían ni tenían tiempo. Y el Leganés, sólido atrás, hizo el resto. Incluso pudo hacer el tercero si Ezkieta no hubiese ganado el mano a mano a Ureña.
Había anunciado ya los seis minutos de añadido el cuarto árbitro cuando el Racing se empeñó en darle suspense al encuentro. Minuto 91. Marco Sangalli recibe en el segundo palo y, tras una fantástica maniobra, batió a Diego Conde. Espera, que todavía...
Los verdiblancos, con varios saques de esquina y una falta a favor y Ezkieta al remate, llevaron peligro. Generaron incertidumbre. Le cundieron los minutos, pero no lo suficiente. Así, al abrir el horno, el racinguismo se encontró el suflé venido a menos. Como dijo el míster también el viernes, un mal menor después de ver lo que ha vivido este club en la última década larga. Hay que echarle más levadura a la elaboración.
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