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Como estaba previsto Moisés Delgado (Utrera, 1994) hizo acto de presencia ayer en Santander. Muy sonriente, arrastrando su maleta y con un gesto que evidenciaba satisfacción, pulgar arriba, cruzaba la puerta de un conocido hotel santanderino con la mirada optimista de quien se embarca en ... una nueva aventura. Tocaba descansar lo justo. Las perspectivas eran halagüeñas. Llegaba para sellar el trato que se había fraguado en torno a su futuro. En el Racing le esperan hoy para cerrar esos «flecos administrativos» que señalaba Víctor Alonso, el director general del club, que restaban por completar para ratificar que su presencia en el equipo la próxima campaña fuese un hecho. Lo cierto es que como adelantó El Diario el acuerdo era total y tan solo falta estampar la firma del jugador para convertir la operación en una realidad. Algo que se efectuará hoy. El jugador, que hasta ayer formaba parte del Valladolid, se convierte así en el cuarto fichaje del Racing, que en pocos días ha vivido una actividad frenética en cuanto a incorporaciones se refiere. Un ritmo que el propio director deportivo, Chuti Molina, avanzó ayer que no será el habitual en las próximas semanas.
Moisés Delgado, o Moi, como se le conoce sobre el césped, es un joven valor que llega al Racing para crecer y disfrutar de los minutos que el Valladolid, en la élite, no puede proporcionarle esta temporada. Con el cuadro pucelano ha disputado tres partidos en Primera en la competición liguera y otros tres en Copa del Rey. Antes ya había debutado en la élite de la mano del Sevilla, allá por la temporada 2013-14. Ahora recala en el Racing para ayudar al equipo a conseguir la permanencia enSegunda División, una categoría que al Racing le ha costado cuatro años alcanzar y a la que quiere aferrarse con una fuerza tal que no habría newtons suficientes para medirla.
El lateral izquierdo también puede jugar como central y se disputará el puesto en la banda zurda de la defensa con Abraham Minero, el veterano jugador llegado del Nastic, que ya ha dejado claro en su presentación ayer que la competencia por el puesto es «sana» y redunda en beneficio del equipo. Moi es un futbolista versátil con un perfil que encaja en las preferencias del director deportivo y que se ajusta a las necesidades del Racing. Además seguir con la línea que Molina comenzó a trazar la pasada campaña al conformar un equipo de autor en el que la máxima era dos jugadores por puesto. El lateral izquierdo ha sido en las últimas campañas una carencia recurrente en el cuadro verdiblanco a la que se ha puesto remedio rápidamente para afrontar la nueva temporada en el fútbol profesional. Es mejor prevenir que lamentar, debe pensar Molina.
En las oficinas de los Campos de Sport se lleva trabajando días en la incorporación del jugador y el acuerdo entre ambas entidades, la pucelana y la cántabra, era total.En la ecuación entra también la salida del canterano Mario Soberón rumbo a Valladolid para formar parte del filial blanquivioleta. Una operación parecida a la que protagonizó la pasada campaña cuando salió en busca de minutos al Amorebieta y regresó con un currículum mejorado por la buena actuación que cuajó con el equipo vasco. Allí jugó 18 partidos y marcó siete goles.
Moises Delgado llega al Racing después de prolongar su contrato con el Valladolid dos años más, hasta la temporada 2022, ya que su vinculación con los pucelanos acababa en 2020. Así, la dirección deportiva blanquivioleta se aseguró la continuidad de uno de los jugadores que considera importante para el futuro de la entidad. Y quizá ahora lo sea también para el porvenir del Racing. Un destino, la permanencia, que se antoja complicado, aunque no imposible, en una Segunda División que se prevé igualada. El lateral izquierdo de 25 años llegó a la disciplina vallisoletana en el mercado de invierno, en enero de 2018, procedente del Barça B, con el objetivo de reforzar al Valladolid B, pero su buen papel valió para que en la campaña 2018-19 renovase ya con ficha de primer equipo.
El utrerano creció como futbolista en la cantera del Sevilla. Con siete años comenzó su andadura en las secciones inferiores del club del Nervión y después dio el salto al filial sevillista, el Sevilla Atlético, donde precisamente ahora ha recalado el exracinguista Pau Miguélez, en el año 2013 en un partido frente al Cádiz. Gustó a la grada, al público y llamó la atención de Unai Emery, que ese verano lo incluyó en la lista de convocados para realizar la pretemporada con el primer equipo. Dicen que la ocasión la pintan calva, o así al menos representó Fidias a la diosa romana, y Moi decidió que tenía que aprovechar la oportunidad, no fuese a ser que pasase de largo y no pudiera asirla ni siquiera por los cabellos. Se entregó al máximo y debutó de manera oficial con el equipo del Nervión el 11 de mayo de 2014. Sus primeros 90 minutos en Primera, pues jugó todo el partido, fueron en la penúltima jornada de La Liga ante el Getafe. Con el primer equipo disputó dos partidos más y la siguiente temporada regresó al filial. Precisamente ese año sufrió una lesión en el quinto metatarsiano del pie derecho que lo apartó de los terrenos de juego por tres meses.
Y del filial del Sevilla paso al de otro grande, el Barcelona. En el Barça B pasó dos campañas en la categoría de bronce del fútbol luchando por conseguir el ascenso y salir del infierno. En la segunda lo consiguieron. Precisamente a costa del Racing. Cruce de caminos. Moi formaba parte de la plantilla que dejó a los cántabros con la miel en los labios al apearlos del play off de acenso a Segunda en la temporada 2016-17. Aunque Moi no disputó ninguno de los dos partidos, ni la ida ni la vuelta, por lo que pisará por primera vez los Campos de Sport como futbolista vestido de verdiblanco.
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