Un muro atrás y poco colmillo arriba

Y eso, apenas recibir goles, es una señal de que el equipo transita la autopista indicada y el peaje es el esfuerzo diario. Otra de las tildes de este Racing, que ha cosechado tres victorias, tres empates y una derrota, es que a veces se pone el disfraz de broker y encuentra la máxima rentabilidad a sus acciones. Porque aunque le falta pegada y tal vez afilar el colmillo para hincar el diente a sus rivales (aunque esto puede achacarse a la falta de tensión al tratarse de pretemporada), los de José Alberto saben exprimir sus oportunidades.

A pesar de que el equipo aún espera la llegada de un delantero de referencia, los verdiblancos han sido capaces de marcar cuatro goles en los siete partidos que han disputado. Aunque sus registros están todavía muy lejos de lo que cabría esperar durante la temporada. La falta de gol es una tónica en el Racing de los últimos años y depende de Mikel Martija, el director deportivo del club, ponerle remedio. O de que los delanteros afinen su puntería. Y es que el matrimonio del Racing con el gol hace tiempo que hace aguas. Se genera caudal ofensivo, pero lo de empujarla dentro es todavía una asignatura pendiente. Se han estrenado el rayista Jorge Delgado, y los jugadores de la primera plantilla Cedric, Peque y Pombo. Eso sí, el aragonés lo hizo de manera muy vistosa y desde los 55 metros. Y otros siete balones se han ido al palo. Nada nuevo.

La debilidad en las áreas se suele pagar en el fútbol y aunque en pretemporada se cuenta con la posibilidad de cometer fallos, de pifiarla, también se deben corregir los errores con la firme intención de no volverlos repetir cuando llegue la hora de la verdad: la Liga, que arranca este mismo sábado frente al Eibar (Campos de Sport, 17.00 horas). Lo importante es que los puntos a pulir no son tantos.

En su primer ensayo con reparto de minutos para todos los jugadores, el Racing dejó una buena impresión a pesar de que no pudo (0-0) con un Burgos al que supo doblegar durante todo el partido. Los de José Alberto se plantaron en Villarcayo con apenas seis días de entrenamientos en las piernas, pero con muchas ganas de echar a andar el nuevo proyecto del asturiano. Yeray e Íñigo Vicente fueron dos de los jugadores más destacados de este debut veraniego, y aunque el Racing las tuvo de todos los colores, de marcar nada. Un clásico verdiblanco. El caso es que el partido acabó con un empate sin goles, pero con un buen sabor de boca de los cántabros.

El segundo embate también tuvo lugar fuera de casa, esta vez en El Berrón, y con él llegó la primera alegría del equipo, una victoria ante el Oviedo (0-1). La primera que presenciaron los nuevos dueños del club, Manolo Higuera y Sebastián Ceria, que habían culminado su operación de compra pocos días antes.

Ante los asturianos, el Racing le echó más ganas que otra cosa. Imprecisiones y poca chispa, pero el partido sirvió de banco de pruebas para José Alberto, que hizo todos los cambios y probaturas que quiso y más. Jorge Pombo, en el centro del campo -algo que repitió también en otros choques-, Jeremy, del Rayo Cantabria, como '9'... El técnico había llevado a 30 jugadores y no dudó en usarlos a todos. A todos, menos a Matehus, que todavía no había llegado a España desde Brasil. El equipo estuvo ordenado, disciplinado y el colectivo funcionó, pero sin frescura. Solo en la segunda mitad el Racing tuvo destellos, con lanzamientos lejanos de Yeray y alguna diagonal de Íñigo Vicente. Hasta que en el minuto 86 Jorge Delgado decidió que ya bastaba, que iba a meter un gol y para casa con una victoria bajo el brazo.

Con el Alavés, en cambio, el guion fue muy diferente. El tercer amistoso supuso la primera derrota del verano, aunque también sirvió para que Cedric afinase la puntería que ya ha demostrado que tiene. El hispano nigeriano estaba colocado en la rampa de salida al final de la pasada temporada, pero su recuperación y el hecho de que no haya llegado un delantero le han permitido completar toda la pretemporada para tratar de convencer a José Alberto. El caso es que el Racing pinchó en El Pilar, en Guarnizo. evidenció carencias en ataque y en la línea de creación. Los alaveses, recién ascendidos a Primera, se adelantaron en el marcador, Cedric logró el gol del empate y un resolutivo Egoitz sentenció el partido.

El duelo ante el Athletic fue mucho más emocionante. El Racing supo jugar de tú a tú ante un equipo de superior categoría y aunque no disfrutó de muchas ocasiones de gol, tampoco permitió que los rojiblancos desplegasen todo su potencial. Ante el Huesca, un disparo bombeado de Pombo desde campo propio se coló hasta el fondo de la portería rival. Eso sí, ayudado por el Cierzo. Hasta ese momento el Racing iba a ralentí, pero la inyección de adrenalina con el gol surtió efecto y los de José Alberto mejoraron su imagen. Portería a cero una vez más y segunda victoria en pretemporada. Luego llegó la jornada doble, primero ante el Eibar, donde el equipo, que fue de menos a más, disfrutó de ocasiones, pero fue incapaz de materializarlas. Sí lo hizo unas horas después ante el Amorebieta, ya por la tarde. Saúl puso una falta peligrosa en la misma cruceta, pero Peque remató el rechace para hacer el 1-0.