Nueva plantilla y nuevo rol

Por primera vez en décadas los verdiblancos son, más allá de la operación de Peque y en parte propiciado por ella, un equipo comprador y no vendedor. Cuatro futbolistas han llegado traspasados en este mercado de invierno: los tres nuevos y Andrés, que si bien no es nuevo en el sentido deportivo (ya jugó el año pasado como cedido), sí que supone un alta y un traspaso a efectos contables. El sevillano jugó el año pasado a préstamo del Rayo Vallecano, pero sin opción de compra, y en julio, tras una larga negociación, el club llegó a un acuerdo para hacerse con sus servicios a cambio de cerca de dos millones de euros.

A todas estas inversiones hay que sumar la efectuada por Juan Carlos Arana al final del curso 23-24. El canario también estaba cedido, en este caso por elEibar, pero había una opción de compra de un millón y medio de euros que el Racing ejerció antes incluso de que terminara la temporada con vistas a que pudiera jugar en caso de clasificación para la fase de ascenso.

Sumando todas estas operaciones, el Racing ha invertido más de cuatro millones de euros en reforzarse, es decir, más de lo que ha ingresado por ventas, un capítulo en el que solo figura la citada salida de Peque por los cuatro de su cláusula. La plantilla se ha completado con tres futbolistas llegados con la carta de libertad (Clément Michelin y Javi Montero) y tres cesiones, aunque esta vez Mikel Martija no ha conseguido incluir una opción de compra en ninguna de las operaciones. Son las de Unai Vencedor (Athletic), Pablo Rodríguez (Lecce) y Jon Karrikaburu (Real Sociedad). Todos pertenecen a clubes de la máxima categoría: Primera División en el caso de los vascos y Serie A en el del canario, si bien la temporada pasada jugaron como cedidos en sus respectivas categorías de plata (Segunda y Serie B).

Con estos 25 jugadores de facto, y sin que se pueda descartar completamente que el club haga alguna última incorporación antes de que el próximo viernes se cierre el mercado, el Racing da por completa la plantilla, una vez satisfechas todas las necesidades y que José Alberto López cuenta con al menos dos futbolistas para cada puesto.

A expensas de lo que pueda ocurrir cuando, con el final de agosto, concluya el mercado estival –quedan dos fichas disponibles–, el club cierra el mercado con ocho novedades efectivas (más Andrés Martín) y otras nueve bajas, a la que hay que añadir la de Cedric Omoigui, cedido la temporada pasada (aunque llegó a disputar dos partidos al inicio de curso), a quien todavía le quedaba una temporada de contrato y que llegó nada más comenzar la pretemporada a un acuerdo con el club para su rescisión.

En cuanto a los futbolistas del filial, Mario García tiene ficha del Rayo, pero deportivamente es miembro de pleno derecho del primer equipo. A caballo entre ambos puede estar Jeremy Arévalo, que ya tuvo minutos la temporada pasada. Además, Carrascal y el internacional sub 18 Salinas han entrado en las dos primeras convocatorias –aunque su dinámica, a diferencia de la del delantero, parece de filial–, con los que JAL tiene esta temporada, si se cuenta a los jóvenes canteranos, una plantilla no solo más compensada, sino mucho más amplia de la que tuvo a su disposición en la primera vuelta de la temporada pasada.

Por el camino se han quedado otros dos jugadores formados en La Albericia que se foguearán este año en Primera RFEF: Yeray Cabanzón, ya con cierta experiencia en el primer equipo, tanto en la tercera categoría nacional como enSegunda RFEF, y Neco Celorio. En ambos casos la estrategia ha sido la misma: renovar su contrato hasta 2027 y acto seguido cederlos para que no se queden estancados en el filial, este año de nuevo en Segunda RFEF, ni en el banquillo de la primera plantilla. Yeray jugará un año más en la Ponferradina, equipo con aspiraciones de ascenso en el que ya militó a préstamo en la segunda vuelta de la temporada pasada. Neco, en el Algeciras, que el curso pasado mantuvo la categoría con más comodidad de la que su clasificación final dejó ver.

La repercusión del traspaso de Peque, de la ampliación de capital llevada a cabo el verano pasado, el aumento de los ingresos televisivos y la multiplicación de ingresos atípicos permitirá que LaLiga autorice al Racing un límite salarial mayor que el del año pasado: 7,358 millones en septiembre y 7,883 en febrero. Otro asunto es que el club apure estos márgenes o busque una cierta contención, pero hay que tener en cuenta que retener a Andrés y Arana ha supuesto, como la larga renovación el año pasado de Íñigo Vicente, un esfuerzo presupuestario para asumir sus emolumentos.

Así, y mientras espera la incorporación efectiva de Maguette Gueye, prevista para los próximos días –con lo que su presencia en la convocatoria del viernes aún no es segura–, JAL ya tiene la plantilla que quería, con la que se siente, o al menos así lo ha manifestado, «satisfecho». Sin más bajas previstas, salvo efecto dominó, solo resta conocer si llegará un último fichaje para redondearla. Este viernes, día 30, se cierra el plazo de inscripciones, y entonces se conocerá si se produce o no esa última sorpresa.