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Reestructurar la Segunda B. La propuesta que más de 30 clubes de la categoría han presentado a Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol un plan para crear una nueva categoría profesional intermedia entre Segunda y Segunda B, se debate esta semana. ... Se llamaría Segunda B Pro o Élite y la conformarían 40 equipos, los diez primeros clasificados de cada grupo divididos en norte y sur. Dentro de esta propuesta impulsada por los 16 conjuntos de la división de bronce que actualmente ocupan plaza de fase de ascenso, se plantea una categoría profesional con control financiero y venta centralizada de derechos audiovisuales, pero dependiente de la Federación Española y no de LaLiga. Y si el Racing desciende sería su destino, puesto que la proposición contempla acoger a esos hipotéticos descendidos.
Claro que esto es solo una propuesta. Ahora la pelota está en el tejado de la organización que preside Luis Rubiales, que tras recibir la oferta y estudiarla tiene que dar el visto bueno y decidir si es viable o no. «En este mismo momento estamos analizando todas las propuestas recibidas y en los próximos días, una vez tengamos vía libre por el Gobierno de España a través del Ministerio de Sanidad, y se vea cómo van a quedar las posibilidades de jugar o no; la RFEF y las territoriales comunicaremos lo que se haya decidido», señala José Ángel Peláez, presidente de la Federación Cántabra de Fútbol y responsable del fútbol modesto de la RFEF.
Cantabria no cuenta en la actualidad con ningún equipo en Segunda División B con plaza ya asignada en esta nueva categoría intermedia. Pero el Racing sería uno de sus miembros en caso de descenso, y siempre que la propuesta saliera adelante. Algo improbable para el próximo curso (20-21), pero factible en la temporada 21-22. «Si esa posibilidad se diese el Racing estaría en esa Segunda Elite», explica Pelaéz. Los cuatro conjuntos en posiciones de descenso a día de hoy tras la última jornada disputada, Deportivo, Lugo, Extremadura y Racing; más los equipos clasificados ahora mismo entre el quinto y el décimo puesto en cada grupo de Segunda B y los 12 conjuntos que jugarán la fase de ascenso exprés que propone Rubiales y que finalmente no asciendan, pasarían a formar parte de esta nueva categoría.
La actual Segunda B dejaría de ser entonces la tercera categoría del fútbol español para pasar a ser la cuarta. Todo eso sin haber consumado un descenso como tal en los terrenos de juego. En esa cuarta categoría estaría el Laredo como campeón de Tercera y muy probablemente la Gimnástica. Incluso el Rayo Cantabria y el Tropezón tendrían sus opciones, dependiendo de las plazas que quedasen. Y es que para el paso de Tercera a Segunda B se proponen dos variantes. Por un lado que los primeros clasificados asciendan directamente y el resto se gane la plaza en un play off; y como segunda opción, que los equipos en el primer y segundo puesto de la tabla asciendan directamente; y el resto se vea las caras en un play off. «Todo lo que se vaya a hacer se hará con carácter nacional. Todo lo que afecta a Segunda División B y Tercera viene condicionado por las decisiones que tomen los órganos de gobierno de la RFEF», explica Peláez.
Grupo Norte (mayoritariamente de losgrupos 2 y 3 actuales): Logroñés, Cultural, Bilbao Athletic, Valladolid B, Real Sociedad B, Amorebieta, Osasuna B, Burgos, Guijuelo, Haro Deportivo, Castellón, Barça B, Sabadell, Cornellá, Lleida, Villarreal B, Olot, Espanyol B, Andorra, Pontevedra, Langreo (sujeto a cambios). De haber descensos de Segunda se incorporaríán otros dos equipos y se reestructuraría.
Grupo Sur (mayoritariamente de losgrupos 1 y 4 actuales): Atlético Baleares, Ibiza, Atlético de Madrid B, Peña Deportiva, Coruxo, Rayo Majadahonda, Castilla, Internacional, Cartagena, Marbella, Badajoz, Yeclano, Córdoba, San Fernando, Linense, Murcia, Sevilla Atlético, UCAM, La Nucía y Guijuelo (sujeto a cambios). De haber descensos de Segunda se incorporaríán otros dos equipos y se reestructuraría.
Si bien lo que buscan los clubes es promover una categoría intermedia entre Segunda y Segunda B para acercarse más al profesionalismo, realmente la propuesta no es nueva. Fue sugerida hace tres años por Marcelino Maté, presidente de la Comisión Gestora de la FEF tras el ingreso en prisión y posterior inhabilitación de Ángel María Villar. La presentó en una asamblea extraordinaria que tuvo lugar en San Sebastián en 2017. Gustó a la mayoría, pero fue guardada en un cajón. Y ahora, ante los problemas que se presentarán el próximo curso con 98 equipos en liza en una Segunda B que podría resultar interminable con cuatro grupos o caótica con cinco, una comisión de trabajo ha rediseñado un proyecto de vuelta a los orígenes. 40 equipos, dos grupos formados por criterio de proximidad geográfica, cuatro ascensos y ocho descensos. La idea se debatirá esta semana en el seno de la FEF.
En esta categoría nueva, que sería completamente profesional, habría dos grupos, el norte y sur, aunque el objetivo es ir en el futuro a un grupo único. En lo tocante al aspecto económico, los equipos esta hipotética Segunda B Pro renunciarían a las subvenciones del Plan Impulso 23 por valor de 4 millones, que se destinarían a la categoría de Segunda B (la que quedaría por debajo) y se atendrían a cumplir las normas del 'fair-play' financiero.
Por su parte Javier Tebas, presidente de LaLiga también se pronunció sobre la posibilidad de ampliar las categorías dentro del fútbol profesional. El presidente de la patronal de clubes se mostró contrario a que se diese esta hipótesis. «No va a haber ampliación de categorías en el fútbol profesional, porque sería un perjuicio para todos. Estoy convencido de que no habrá ampliación de categorías, y mucho menos en la Liga Santander, igual que estoy seguro de que habrá descensos», aseguró durante una videoconferencia organizada por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón, en la que justificó esta postura aludiendo a «los efectos económicos que tiene esta situación»
Fue su primera comparecencia pública después de que los jugadores del Racing emitiesen un comunicado mostrándose contrarios a los test masivos de diagnóstico de coronavirus en LaLiga. Algo que no hizo mucha gracia a Tebas. «En el tema de los test hay mucha demagogia. Nosotros no vamos a hacer nada diferente de lo que puedan hacer compañías como Seat u otras para asegurar la vuelta al trabajo y la seguridad de todos los trabajadores», insistió. Para luego pasar a la advertencia directa contra los futbolistas verdiblancos: «Habrá descensos. Se lo digo a los jugadores del Racing y a los que estén en la parte baja de la clasificación», señaló.
El Laredo es partidario de este nuevo sistema, del que saldría beneficiado. Muchas más dudas plantea en la Gimnástica, que tiene como gran objetivo una Segunda B que sea antesala de LaLiga, aunque a corto plazo podría beneficiarla. «Si se lleva a cabo una reestructuración, no se puede hacer de un día para otro y en una temporada inacabada. Es imposible», reflexiona Tomás Bustamante, presidente del club blanquiazul. En su opinión, lo más importante sería aprobar una ley mediante la cual todos los contratos que finalizan el 30 de junio quedaran ampliados hasta el final del 2020, por decreto, a nivel nacional y también en Europa. Seguir adelante con la propuesta de esta restructuración en Segunda B, añade Bustamante, «generaría denuncias administrativas de los perjudicados».
José Miguel San Román, presidente del Laredo, líder de la Tercera Cántabra, tiene otra perspectiva: «La propuesta de reestructurar la Segunda B me parece bien, porque esta categoría necesita un cambio». San Román tira de hemeroteca para recordar la reunión que hubo en San Sebastián en 2008. «Allí también se quisieron cambiar la Segunda B y la Tercera, pero al final no se llegó a buen puerto».
El presidente del Laredo explica que «la diferencia entre unos equipos y otros en esta categoría es brutal», por eso considera el máximo mandatario pejino que «tiene que haber un cambio en el sistema de competición».
El tesorero del Tropezón, Carlos Orcajo, califica la propuesta de reestructurar la categoría de bronce del fútbol nacional en una Segunda B élite y otra Segunda B como la actual, como «atractiva». El conjunto taniego, según Orcajo, reconoce que «seríamos uno de los posibles equipos beneficiados». Además, considera que «cuantas más posibilidades tengamos de estar en Segunda B, mejor». El presupuesto de los taniegos «para Cantabria es muy alto, por eso creo que con un poco más de dinero podríamos estar en Segunda B, que es una categoría maja, y considero que es la que nos merecemos, por eso pienso que la idea es aceptable», concluye el directivo. Los torrelaveguenses ocupan plaza de play off, pero tendría muy complicado el ascenso, y en una de las porpuestas ni se le da la oportunidad de luchar poir él.Sí alRayo Cantabria, actualmente tercer clasificado.
Tampoco ayudaría a corto plazo alEscobedo, que no cupaba en el momento del parón plaza de fase de ascenso. «Reformar la categoría, como dicen, no va a resultar sencillo porque hay que recordar que en 2018 también hubo una propuesta de reforma de la Segunda B y no se llevó a efecto», comenta Luis Merino, el presidente del Escobedo.
Merino va más allá y explica que, en el caso del club camargués «nos gustaría que siguiera como está la Segunda B y la Tercera hacerla interprovincial, para darle un poco más de vida a la categoría y que no fuera tan cara como una Segunda B. Además, daría un poco más de aliciente a los aficionados, que falta nos van a hacer el año que viene».
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