El Racing regresa de sus vacaciones con cinco jugadores positivos por covid

El covid-19 azota en el regreso al trabajo a la plantilla racinguista y este lunes Guille Romo tan solo pudo contar con 17 futbolistas para organizar el primer entrenamiento tras la vuelta del parón navideño. Ninguno de ellos entrenó ayer con el resto de la plantilla al encontrarse asilados. Algunos recibieron la noticia durante sus días de descanso, como fue el caso de Lucas Díaz, Borja Domínguez o Fausto Tienza. Los tres, al notar algún síntoma decidieron acudir a un centro sanitario para comprobar su estado y confirmaron sus sospechas.

En el caso de Lucas Díaz, el confinamiento de ahora se suma al que ya había cumplido por ser contacto directo con un positivo y que ya le impidió entrar en la convocatoria y viajar a Almendralejo para el partido ante el Extremadura. Los tres jugadores comunicaron su situación al club hace unos días y, por tanto, no han viajado a Santander ninguno de ellos, puesto que se da la circunstancia de que todos son de fuera de Cantabria.

Los otros dos, Diego Ceballos y Marcos Bustillo. recibieron la noticia tras los resultados de este lunes en el control rutinario de antígenos que el club había programado para evitar males mayores. Los dos canteranos no mostraban ningún síntoma y fue una ingrata sorpresa.

Y a los cinco futbolistas positivos se les suman cuatro más que por mantener un contacto estrecho deberán también guardar su respectiva cuarentena. Estos son los jugadores Pablo Torre, Pol Moreno, Mario Jorrín y el entrenador de porteros Pedro Dorronsoro. Según el propio club, el estado de todos es, afortunadamente, normal, no presentan ninguno de ellos signos preocupantes, pero deberán permanecer confinados durante el tiempo necesario para completar la cuarentena de rigor.

El Racing, por tanto, se marchó de vacaciones el pasado 18 de diciembre, una vez que jugó y venció su partido en Almendralejo, con un positivo, Isma López, y uno más, Lucas Díaz, confinado por un contacto estrecho con alguien contagiado y ha regresado con nueve miembros de la plantilla aislados.

El resto del equipo y el cuerpo técnico dio negativo en los test de antígenos practicados y el club ha extremado su protocolo sanitario anti covid-19 tras el repunte de casos producidos en Cantabria. Los servicios médicos del Racing, que antes de la sesión de entrenamiento ofrecieron una charla con consejos prácticos a los futbolistas y técnicos, permanecen atentos a la evolución de los cinco positivos, con los que se encuentran en constante comunicación.

En principio, a día de hoy, no peligra la participación del Racing en el partido del próximo 9 de enero –primero de Liga en 2022– ante el San Sebastián de los Reyes en El Sardinero. Quedan aún trece días para que se dispute el duelo ante los madrileños y hay tiempo suficiente para que todos ellos salgan de su confinamiento y regresen al trabajo. Sin embargo y tal y como está evolucionando la situación sí que se pretende desde el club que los jugadores extremen las precauciones para que a la vuelta de la festividad de Año Nuevo no se produzcan más complicaciones. El protocolo actual no obliga –como así fue el pasado curso– a confinar a toda la plantilla en el caso de que uno de los jugadores dé positivo, basta con realizar pruebas PCR a los demás y descartar contagios. No obstante un nuevo brote podría afectar de lleno al desarrollo normal de los acontecimientos.

El covid-19 se interpuso en el primer día después de una semana de vacaciones en la disciplina verdiblanca. El cuerpo técnico llamó a Mario Fernández, el entrenador de porteros del filial, y a Yerai, jugador del Rayo Cantabria, para completar la sesión vespertina que como viene siendo costumbre suele servir para saludarse y poco más. La de esta vez tan solo duró cincuenta minutos de césped, más lo que pudieron extenderse los controles de antígenos que se realizaron entre bambalinas. Lo que quedaba del equipo saltó al terreno de juego al filo de las 16.30 horas y no eran las 17.20 horas cuando Guille Romo mandó a los suyos a la ducha. Fue una pequeña toma de contacto, con cuatro vueltas al campo y un pequeño partidillo en campo reducido para no desgastarse demasiado, por un lado, y para no pisar la superficie del campo número 1 de La Albericia.

Aprovechando el parón navideño, el club ha llevado a cabo las labores de pinchado y recebado del campo con el propósito de adecentarlo con la fortuna de que las abundantes lluvias que cayeron durante el mes de noviembre y parte del de diciembre cesaron. Aún así, es pronto para dar por concluidas las tareas de trabajo.

«Hay que afrontar con normalidad los positivos, porque todos estamos expuestos al virus a pesar de que tengamos un comportamiento responsable», aseguró el capitán del equipo, Íñigo Sainz-Maza, tras conocer los resultados de los test de antígenos realizados ayer. El canterano señaló que lo «importante es que están bien». Del mismo modo, y con el propósito de darle aún más normalidad a lo sucedido, Sainz-Maza se apresuró a decir que «los demás, los que estamos aquí mientras se reincorporan los confinados, debemos poner la cabeza en el trabajo físico para cargar las pilas otra vez tras el parón». El centrocampista recuerda que el equipo «se marchó de vacaciones con una victoria y cumpliendo con su trabajo», pero insistió en que «ya se ha visto que la Liga sigue igualada y que si queremos optar al ascenso, quedando primeros, debemos ser muy regulares».

Íñigo Sainz-Maza apuntó que «hemos sido muy fuertes en El Sardinero y no debemos cambiarlo» y recordó que, precisamente, el Racing inaugurará 2022 el próximo 9 de enero ante el Sanse, el mejor visitante del grupo. «Hay varios equipos que vamos a estar ahí arriba, no va a ser cosa de dos ni mucho menos. Queda más de media Liga y debemos mejorar muchas cosas y seguir fuertes en las que nos han colocado donde estamos».