Un nuevo cántabro en el primer equipo del Racing

El martes le tocó el turno a Dalisson, un extremo cántabro fichado este año del Valladolid Promesas que debutó así en Segunda División sustituyendo en el minuto 83 a Íñigo Vicente. Un futbolista ya conocido en el fútbol cántabro. Aunque llegado desde Zorrilla, Dalisson de Almeida Leite (Maceió, 6 de abril de 2000) ya jugó en la temporada 19-20 en el Escobedo de Tercera División. En su tierra, de hecho, porque pese a nacer en Brasil, se crió en Cabezón de la Sal y se formó en el Textil Escudo, desde donde pasó en 2005 a las categorías inferiores pucelanas. Y Romo tiene esperanzas puestas en él. Bastantes. De hecho, y a diferencia de los casos anteriores, su debut no se produjo forzado por las ausencias. Le desea «el mejor futuro» y se ha felicitado además de hacer debutar «además», a «un chico cántabro».

Su historia es la de un niño humilde que llegó a Labarces -después la familia se trasladó a Cabezón- con seis años acompañado por su madre, que después formó pareja con un cántabro. Recién instalado en Cantabria, entró en las categorías inferiores del Textil, aunque se pasó una temporada en blanco en la que solo pudo entrenar mientras arreglaba su documentación. Una vez solucionado el trámite, que se alargó más de la cuenta al no llegar la firma paterna, a los siete años comenzó a jugar y aún como cadete el Valladolid le fichó en virtud del convenio -el Racing de Ángel 'Harry' Lavín no lo tenía- que había firmado con los cabezonenses.

«El año pasado llamó mucho la atención en el Valladolid Promesas, en Primera RFEF, y creo que es un acierto tenerle en el club. Es un jugador con habilidad y velocidad que nos puede dar alternativas en una posición en que con el perfil de Jordi Mboula solo está el propio Jordi. Aunque podamos incorporar a Alfon o Camus o un doble lateral; ese perfil de atacante lineal por fuera y tan rápido no lo tenemos y creo que nos puede dar una posibilidad más», decía este viernes sobre él Guillermo Fernández Romo.

El Rayo Cantabria ha sido por el momento su trampolín. Cuando recibió la llamada del Racing, el joven mediapunta, que con el filial también ha jugado muchos partidos por el centro, no escorado a la banda, no se lo pensó mucho. Para un cántabro como él, que así se define, jugar en el Racing es mucho. De momento el primer paso ya lo ha dado. Su entrenador lo que le desea es «suerte». Y de momento ya le convoca.