Un nuevo concepto de cantera

Dos años después, el cambio de propiedad y la mejor salud económica del club, más allá de su deuda histórica con sus propietarios, permitió dar un nuevo impulso que no solo lo fue por eso. Manolo Higuera y Sebastián Ceria creían en la propuesta de Colsa; esa que ha germinado este año y culminado en el rebautismo de todas las secciones inferiores del club (salvo el Rayo Cantabria) como fútbol educativo.

Al margen del trabajo deportivo de formación de futbolistas con el objetivo de nutrir en lo posible al primer equipo, el proyecto verdiblanco va más allá. Para ello ha puesto en marcha nuevas áreas, algunas ya en funcionamiento y otras en plena gestación. En primer lugar, la de bienestar y salud, que en su parte médica ya estaba cubierta por la propia estructura del club. Pero faltaba, en palabras de Colsa «la parte psicológica, cognitiva y de protección», que se comenzó a implementar de la mano de la psicóloga Ariadna Siri para que se uniera posteriormente Rafael Sellés en el apartado cognitivo y de entendimiento.

Otra de las patas es el Proyecto Victoria, dedicado a la protección del menor, para lo que el club trabaja en implementar además un sistema educativo, apartado de especial trascendencia, coordinado por Gonzalo Silió. «Debe ser lo más importante, porque siempre hablamos de formar buenas personas, buenos deportistas y ya, por último, buenos futbolista», resume Colsa. Se contratará incluso una profesora para apoyar a los jóvenes en sus estudios como un paso más a algo que ya se hace. «Le pedimos las notas, pero sobre todo las observaciones», señala el autor del gol de París.

«Nunca vamos a hacer la labor de los padres o de los profesores -refexiona-, pero sí incidir en todo lo que nos parece importante para que en cada etapa esté presente tanto durante los entrenamientos como en todos los partidos. El fútbol debe ser una excusa para el desarrollo personal y por eso no pedimos a los entrenadores que sus equipos goleen o ganen la liga. Por ejemplo, en el alevín todos los futbolistas deben jugar los mismos minutos, en el infantil se deben hacer todos los cambios al descanso y en los cadetes hay que dar oportunidades a todos, si bien a esa edad ya tenemos futbolistas detectados a los que hay que hacer seguimiento».

Esta filosofía se basa no solo en la ética, sino en la confianza de que con este clima existen más posibilidades de formar buenos futbolistas y profesionales. «Si generamos ese espacio que estamos buscando podemos multiplicar el porcentaje de éxito en la formación», asevera Colsa. «Queremos que nuestros futbolistas se sientan especiales. Por eso no hablamos solo de fútbol, sino de un proyecto educativo global; una tutela. Para nosotros es un éxito que un jugador llegue al primer equipo, claro, aunque sabemos lo difícil que es, pero también que pueda jugar en el futuro en otro equipo, por ejemplo en la Gimnástica, o que, como nos ha ocurrido, se vaya a Estados Unidos a continuar sus estudios en una universidad gracias en parte al fútbol».

«Tenemos una serie de conceptos y valores etiquetados que vamos a desarrollar ahora para comprobar este año cómo funcionan e implementarlos así en la próxima temporada», añade.

De la mano de esa filosofía de cantera que ha implantado el santanderino, se ha impulsado el Proyecto Victoria, coordinado por Gonzalo Silió, que lo define así: «Es la apuesta del Racing por compartir su marco de protección con todas las entidades que trabajen con menores, especialmente en el deporte y, de forma más señalada, en el fútbol. Es la filosofía del fútbol que protege a los menores. También es extensible de forma global, pero nos centramos especialmente en los niños y niñas y en los adolescentes».

Para esta concepción de cantera en la que el cambio de denominación busca evidenciar la evolución en las metodologías y filosofía, el club se ha dotado de unos medios económicos inimaginables hace pocos años. Aunque, eso sí, se debe avanzar mucho aún en extensión de metodologías, instalaciones y medios humanos. La nueva cantera involucra actualmente a alrededor de 80 profesionales, entre técnicos, monitores, colaboradores y empleados del club que participan de diversos modos, encabezado por Colsa y Silió.

Progresivamente el Racing va incorporando clubes y federaciones interesadas en unirse al Proyecto Victoria, que ya supera la veintena en un progresivo crecimiento desde su misma gestación. La última incorporación, un club modesto de Tenerife, puesto que la iniciativa, pese a centrarse especialmente en Cantabria por motivos obvios, está abierta a entidades de toda España e incluso internacionales.

Gonzalo Silió (Santander, 1978) coordina el Proyecto Victoria, una de sus funciones como delegado de protección y sistema educativo del Racing.

–¿Cuál es la diferencia del nuevo fútbol educativo del Racing y su Proyecto Victoria respecto a la idea tradicional de cantera?

–Por un lado, contamos con todas las medidas de protección que exige la ley y alguna más añadida. Trabajamos a través del fútbol para desarrollar integralmente a niños, niñas y adolescentes, con normas como el cuidado en los vestuarios y códigos de conducta con menores y familias diferenciados entre niños y niñas. Todos los empleados tenemos formación básica en protección la infancia y un código interno con una doble vertiente. La principal, garantizar los derechos de la infancia, pero es que además los estudios dicen que de esta forma se potencia talento deportivo.

–Como ejemplo, la propuesta ha demostrado su utilidad en un triste suceso en Villaescusa, donde se grabó a las jugadoras en el vestuario visitante...

–Sí; nos llamaron porque nos querían informar de lo que había pasado y preguntarnos cuáles debían ser los siguientes pasos. Nos reunimos con ellos el viernes pasado para asesorarles, brindarles el asesoramiento jurídico del club y ponernos a disposición de las jugadoras. Compartimos todos nuestros recursos, de forma gratuita los que no tienen costo y, si lo tienen, de forma compartida. El Oceja es uno de los clubes que se han unido al proyecto y actuó muy bien, entre otras cosas porque estaba sensibilizado. Los educadores en el deporte no debemos investigar, sino poner en conocimiento de las autoridades, que es lo que hicieron. Por desgracia, estos episodios son es más frecuentes de lo que creemos.

–¿Qué medidas se han implementado en esta nueva cantera?

–Nos centramos en la formación, protocolos de actuación y guías de buenas prácticas con consejos de protección. Ahora hemos recomendado a nuestra base entrar a los vestuarios antes de comenzar la jornada, analizar cómo están y preguntar quién es el responsable. Los vestuarios deben ser lugares seguros. Ya en el Racing, y lo compartiremos en el Proyecto Victoria, todo el cuerpo técnico debe estar distribuido y conocer qué educadores están a cargo de cada vestuario. No se permite entrar a nadie no identificado. Tendremos además un sistema de notificación física y virtual para que los menores puedan comunicar confidencialmente cualquier situación que les desagrade. Somos pioneros en algunas de estas medidas y más aún en compartirlas con otros clubes y entidades, que son ya más de veinte.