El nuevo convenio obligará al Racing a renunciar a los bajos de los Campos de Sport

Cuando en los ochenta se llegó a un acuerdo por el que el Ayuntamiento comparaba los viejos Campos de Sport, propiedad del Racing, el pago fue la propia deuda del club con la Casona, una cantidad adicional compensatoria y la construcción de un estadio municipal, pero con concesión indefinida a favor del club, que se reservada todos sus derechos anteriores.

Entre ellos estaba precisamente la explotación de los bajos, como de hecho ocurría con el bar de las antiguas instalaciones, por el que el club cobraba un alquiler. Sin embargo, en el nuevo estadio pasó a ser el Ayuntamiento quien comenzó a cobrar esa cantidad en un momento en el que el resto de los bajos y dependencias del nuevo edificio estaban sin utilizar.

Tiempo después el Racing abandonó su sede del Paseo Pereda para trasladar sus oficinas a los propios Campos de Sport, haciendo uso del espacio disponible en la fachada oeste, y años después hizo lo propio con la tienda, que pasó de Jesús de Monasterio a su actual emplazamiento junto a las taquillas, en la esquina entre las fachadas este y sur.

A lo largo de los 34 años de vida de los nuevos Campos de Sport ha habido diferentes proyectos e iniciativa para utilizar los espacios aún disponibles. En algunos casos fue el propio Racing el que por un motivo u otro no llevó el proyecto adelante, y en otros se encontró con la oposición municipal.

Esto fue lo que ocurrió con el centro de ocio proyectado en la época en que Santiago Díaz era el accionista de referencia. Sin embargo, este ejemplo constituye un caso particular, puesto que no solo daba uso a las dependencias disponibles en el propio edificio, sino que planeaba su ampliación o construcción de uno anexo, para lo que no obtuvo la autorización pertinente.

Lo que refleja ahora el borrador, que se refiere exclusivamente a las zonas que no tienen uso, del convenio es la cesión de unos espacios de facto considerados a disposición del Racing, e incluye expresamente el verbo renunciar. La redacción definitiva no se conoce, puesto que la alcaldesa de Santander, Gema Igual, el presidente del Racing, Alfredo Pérez, no facilitaron el documento en la rueda de prensa en la que se anunció el acuerdo argumentando que aún no estaba firmado, pero el propio club ha confirmado que el convenio mantiene ese apartado con ese sentido. En consecuencia, el club renuncia de hecho a la explotación comercial de los bajos, lo que no impide necesariamente su uso si se llega a un acuerdo en este sentido con el Ayuntamiento de Santander.

Aunque aún conserva espacios y dependencias sin uso, con el paso de los años los Campos de Sport ha experimentado pequeñas reformas o adaptaciones para aprovechar la superficie disponible. Además de La Tasca, las taquillas y la tienda del club, en la esquina entre las fachadas norte y oeste se encuentra el local del peñas. La cara principal del edificio, que mira al palacio de los Deportes, alberga todas las dependencias del club. No solo las deportivas y necesarias para la celebración de los partidos, como el caso de los vestuarios y el gimnasio, ambos subterráneos, sino también la zona mixta y la sala de prensa. El nivel superior, junto al acceso a los boxes, lo ocupan las oficinas, administración, dependencias de director general, deportivo y otros servicios. También se encuentran allí la sede social, que ahora comparte espacio con el museo del Racing, instalado en la antigua sala del Consejo de Administración, y el despacho del presidente. Ocupan así buena parte de esa vertiente.

Además, existe un cuarto de telecomunicaciones, y el club dispone de un almacén de dimensiones considerables en la zona este con acceso desde el interior del estadio (no lo tiene desde el exterior). Aun así quedan zonas por habilitar o sin uso; aquellas a las que en principio puede afectar este artículo del convenio, que permite que aquellas instalaciones que ya esté empleando el Racing continúen a disposición del club.