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El equipo de Guille Romo se caracteriza por defensa con línea de 4, 4 centrocampistas, un delantero centro y un acompañante por detrás de este. Se puede opinar si es 1-4-2-3-1, 1-4-4-1-1 o 1-4-1-4- ... 1. Se lo dejo a los que les gusten las matemáticas, pues al final dependiendo del partido va a dar un rol u otro a los centrocampistas tanto de banda como a los que actúan por dentro y la numerología puede variar, al igual que ocurre siempre que echa a rodar el balón. Lo que de momento es inamovible es que no ha jugado con dos delanteros centros al mismo tiempo y siempre opta por uno más fijo y otro acompañante, lo que podríamos denominar mediapunta. En el centro del campo ocurre algo similar: siempre apuesta por dos jugadores por dentro y dos por fuera, que pueden estar posicionados a pie natural o a pie cambiado. Lo que de momento no hemos visto ha sido un pivote y dos interiores por ejemplo, de ahí que no optemos por hablar nunca de tres en el medio.
La organización del equipo sin balón parte de la idea de que el rival no encuentre facilidades en salir cómodo desde atrás. Siempre intentan entorpecer esto para que el rival o bien opte por golpear en largo, o si quiere salir jugado, tenga que trabajarlo. No cede metros al rival. Otra cuestión es la cantidad de efectivos con la que se haga este entorpecimiento, porque tampoco podemos hablar de una presión con muchos efectivos en campo rival. Más bien es colocar al punta para que el rival no lo tenga sencillo a la hora de progresar con el balón y luego se decide si el mediapunta tapa el medio (alternándose con el delantero en esta tarea si el rival mueve el balón de un lado a otro) o se pone a la misma altura que este si no hay peligro de que el balón sobrepase a ambos por dentro. La primera premisa es que si el rival progresa con el balón por abajo, que sea por las bandas, no rebasando al punta y mediapunta por dentro con un pase a un centrocampista rival. Ocurre que actualmente los equipos que tratan de jugar por abajo tienen varias alternativas, y entre ellas suele estar crear alguna superioridad en los costados, haciendo que los laterales ganen metros. Aquí es donde, por ejemplo contra el Numancia, vimos que Soko no interpretaba bien las situaciones y era rebasado una y otra vez y Unai Medina a menudo se encontraba en inferioridad numérica. Es debido a que no todo el equipo va arriba en bloque a presionar, si no que solo algún efectivo, y si el rival sobrepasa esa primera línea, por fuera suele tener metros. Suele optar el míster por hacer que el jugador de banda siga al lateral rival, tal y como vimos, pero esto hace que el Racing se hunda mucho para robar, y cuando consigue hacerse con la pelota, solo tiene al punta como salida hacia delante. Esto es clave (hasta ahora): el Racing no está demostrando tener una gran capacidad de robo en el centro del campo, sino que en el momento que el rival ya está con balón dominado en campo racinguista, el equipo se junta mucho cerca del área, de nuevo protegiendo el centro y las cercanías de la portería, y los robos acaban siendo porque el balón sale fuera o por imprecisiones del rival.
Por lo demás los jugadores de banda en general basculan al lado contrario cerca de los ejes cuando el balón se encuentra en el otro lado y las líneas están muy bien trabajadas para no dejar espacios entre líneas por dentro. Los mediocentros no abandonan la posición y están atentos a la frontal o incluso ayudar a los centrales si el rival llega a zonas peligrosas por banda. También los laterales se encuentran cerca de su central más cercano si el balón están en el otro lado.
Con balón el equipo se organiza para intentar jugar desde abajo, sin correr demasiados riesgos en puesta en juego de pelota. Si el rival presiona, se juega en largo, en general sobre el punta, sobre todo si este es Cedric. Si no, se jugará por abajo empezando con un central. Hay que diferenciar esta circunstancia a cuando el balón ya está en movimiento y llega al portero, porque ahí sí hay más intención de no golpear en largo. Miquel Parera tiene calidad para intentarlo y lo hace. Para hacerlo adecuadamente es preferible tener un central diestro y otro zurdo, y de ahí la importancia de Satrústegui. Los laterales se incorporan de vez en cuando en facetas ofensivas, en general más el diestro, dejando siempre una línea de tres, formada por los dos centrales e Isma López.
En el centro del campo, siempre uno de los dos ejes intentará recibir por dentro, aparte de para atraer atenciones para en caso de pérdida, estar delante de la línea defensiva para que no se encare directamente a los centrales. Siempre se va a intentar que la estructura tras pérdida sea al menos un eje más línea de tres defensas. La posición del delantero y sus movimientos son claves en el modelo de juego. Si el equipo tiene que salir en largo desde la portería será a quien se busque por arriba como referencia, y si los centrales tienen que buscar una salida que no sea en corto, normalmente el punta hará un desmarque de ruptura buscando el espacio entre central y lateral rival, hacia un costado, ya que normalmente su compañero de banda estará fijando al lateral rival esperando más parado el pase del compañero.
En este sentido es muy importante el estado de forma de Pablo Torre, pues se ha notado mucho la diferencia de nivel cuando este puesto lo ha ocupado él u otro compañero. Es muy necesario alguien que enlace correctamente al medio campo o la defensa con la zona de peligro, y ahí sea capaz de generar algo diferente.
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