![Los números que avalan el derbi](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/201904/10/media/cortadas/derbi-kSgC--624x385@Diario%20Montanes.jpg)
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Dos equipos. 44 puntos de distancia entre ellos. Y de repente no son nada. Gimnástica y Racing se enfrentan el domingo (cinco de la tarde, por buscar un horario clásico para el clásico cántabro) en uno de esos partidos en los que, por ... mucho que exista una gran diferencia, las fiuerzas se igualan. Un duelo en el que además le va mucho a los blanquiazules, que de ganar se colocarán a tiro de la permanencia cuando la Liga encara ya su recta final, mientras que el Racing tiene ya poco en juego: aeantaja en once puntos al segundo clasificado -más la diferencia de goles particular- cuando quedan solo seis partidos por disputarse.
En este contexto es evidente quién necesita la victoria y cada vez es más sonoro un runrún que recorre las Instalaciones Nando Yosu: ocurra lo que ocurra con la Gimnástica será después de 38 partidos, y no como consecuencia de lo que pase en el derbi. El segundo de la temporada y el último oficial en Liga si el Racing asciende a Segunda. O si finalmente la Gimnástica no mantiene la categoría; una hipótesis con la que aún no se trabaja en Torrelavega y que, si el equipo consigue rendir como el domingo pasado en Estella, no debería producirse.
El caso es que el Racing llega al derbi en una situación óptima. Sobrado de puntos y en ocasiones de goles, aunque no tanto de juego. Hace semanas que se clasificó matemáticamente para la fase de ascenso y es virtual campeón de grupo, aunque antes de que sea también matemático nada se puede dar por hecho.
Anota casi dos goles por partido, su proyección es terminar la Liga con nada menos que 87 puntos -lo que supondría batir el récord que el propio club verdiblanco ostenta junto con la Cultural Leonesa- y está en condiciones de ser campeón matemático en solo dos jornadas si se dan los resultados adecuados. Y si no se cumplen esos requisitos, con dos triunfos y un empate -siete puntos- serán suficientes. Además, es con 19 tantos en contra el segundo equipo menos goleado del Grupo II, solo uno más que el Logroñés.
El asturiano le ha dado otro aire al equipo y, pese a que no ha logrado sacar a la Gimnástica de los puestos de descenso, sí que ha devuelto el optimismo tanto al vestuario como a la grada. No sólo por los resultados, sino también por implementar un juego más alegre, ofensivo y vertical que el que venía haciendo el cuadro blanquiazul con su predecesor en el banquillo: Pablo Lago. Mori tiene un importante reto por delante: salvar a la Gimnástica.
Dirigir al Racing es el primer gran reto del entrenador asturiano en su prometedora carrera como técnico. Por el momento, va por buen camino. Lo cierto es que el director deportivo verdiblanco, Chuti Molina, le ha puesto unas piezas en la mano que ya quisiera cualquier otro entrenador de la categoría. Su ambición y su carácter son las principales características de un técnico con una amplísima experiencia como futbolista profesional en Primera División.
La Gimnástica llega en los puestos peligrosos de la clasificación con 29 puntos, a tres del puesto del play off de descenso y a cinco de la permanencia matemática. Los tres goles -sí, tres- que le anularon el domingo en Estella la condenaron a un empate en un choque que debió ganar, con lo que está a un partido (y eso si sus rivales pierden) de salir del descenso directo. Doce puntos más -de 18 posibles- es la estimación que se maneja para firmar la salvación, aunque no es más que una hipótesis que puede ir hacia abajo o hacia arriba según lo que pase sobre el terreno de juego.
Sus números defensivos no son, en líneas generales, malos para un equipo diseñado para la permanencia. 34 tantos encajados en 32 partidos es un buen saldo, al margen de que errores defensivos puntuales hayan costado muchos puntos. Pero el dato alarmante es el de ataque. Solo 19 tantos, poco más de un gol cada dos partidos. Un bagaje demasiado pobre. Aun así, los blanquiazules han sabido rentabilizar al máximo sus escasos tantos, que les han dado 29 puntos. Da fe de ello el hecho de que el máximo artillero blanquiazul es un centrocampista, Rubén Palazuelos, que ha visto portería en cuantro ocasiones en lo que va de temporada. Precisamente, el veterano jugador gimnástico se perderá el derbi del domingo por sanción.
En ese aspecto, el Racing tampoco tiene competencia. Con 61 tantos a favor es, de largo, el equipo más goleador de los 80 que componen la Segunda División B. Le siguen Cartagena y Real Madrid-Castilla con 52. Y eso que el conjunto dirigido por Iván Ania da la sensación de que le cuesta un mundo hacer un gol. No estará el máximo anotador racinguista en Torrelavega. Jon Ander, lesionado, tendrá que ver el choque desde la grada. El vasco acumula diez goles, pero una de las virtudes de este Racing es que el reparto de la responsabilidad goleadora le convierte en un rival aún más peligroso.
Pero a pesar de todos estos números, el derbi se presenta más igualado de lo que pudiera parecer. Pocas veces encaja la Gimnástica más de un gol, jugará en un Malecón previsiblemente lleno y ya la primera vuelta sirvió de ejemplo. Un Racing en mejor momento que el de hoy (en cuanto a juego, porque sus números son igual de arrolladores) ganó en casa con un solitario gol, además con una polémica mano de Óscar Gil. Y en esta ocasión los locales pueden enjugar la evidente diferencia de talento entre ambos contendientes por la mayor necesidad y motivación con la que llegan los de la capital del Besaya a esta cita. Porque ya se sabe que en el fútbol no todo es dinero y el hecho de que el Racing cuente con un presupuesto de tres millones de euros y la Gimnástica con apenas 600.000 no asegura que la pelota entre más veces en el arco blanquiazul. El que sea mejor tendrá que demostrarlo sobre el césped de El Malecón. Ambos equipos estrenarán a cuatro futbolistas con respecto al derbi de la ida. Desde noviembre, los de Mies de Vega han contratado a Ramiro, Gio Navarro, Leandro y el último en llegar, Jaume Pol. En Santander han aterrizado Barral, Mario Ortiz, Redru y Noguera. En el capítulo de salidas, tres jugadores se marcharon de El Malecón -Cagigas, Barbero y Mati- y cuatro de El Sardinero -César Díaz, Soberón, Rulo y Juanjo-.
Precisamente, gran parte de esos montantes se ha ido a la confección de la plantilla. Los alardes económicos en los Campos de Sport, donde se ha abandonado la política financiera de guerrilla en busca de un ascenso ineludible, han propiciado que Iván Ania ya haya utilizado en lo que va de campaña a un total de 27 futbolistas. La Gimnástica no ha podido hacer semejante despliegue y, Pablo Lago primero y Dani Mori, después, se han tenido que conformar con 22 piezas para montar su puzle particular. Con lo puesto.
Y luego está el capítulo arbitral, que también cuenta. En Torrelavega andan mosqueados con las decisiones de los colegiados. De hecho, consideran que si los jueces hubiesen acertado, ahora el conjunto blanquiazul contaría con siete puntos más. Lo vivido en Estella el pasado fin de semana, con tres goles anulados, han enconado aún más los ánimos. Mientras tanto, en Santander, con una situación tan ventajosa, no pueden quejarse mucho. De hecho, son los rivales los que se quejan de un hipotético trato de favor al conjunto cántabro. Mirandés, Unión Deportiva Logroñés, Calahorra o Izarra ya han lanzado el grito al viento sin demasiado eco. Precisamente, un error del árbitro decidió la primera parte del derbi, después de que el colegiado no viese la mano de Óscar Gil en el gol del triunfo racinguista. Y el juez designado para el derbi es el navarro Leo Ollo, con el que la Gimnástica no conoce la derrota y que sí que perjudicó al Racing en el choque que arbitró esta temporada en El Molinón, donde señaló un penalti fuera del área por mano de Julen Castañeda y expulsó de forma injusta a Sergio Ruiz.
Si en el choque de ida en los Campos de Sport se juntaron más de 15.000 espectadores y los verdiblancos, lógicamente, fueron amplia mayoría, esta vez el triunfo en la grada será para los locales, aunque en menor medida por las limitaciones de aforo de El Malecón. Si la Gimnástica consigue llenar su estadio, cerca de 5.000 espectadores irán con los de casa y algo más de un millar con los de fuera. El ruido está servido.
Lo de que las estadísticas están para romperlas está tan manido en el fútbol como el 'partido a partido' que jugadores y técnicos no quitan de la boca en la actualidad. El caso es que los derbis son el escenario ideal para coger el papel con todos los números, hacer una bola y mandarlo al cubo de reciclaje. Eso es lo que intentará la Gimnástica para tumbar al Racing y aferrarse a la permanencia en una Segunda División B que tantas penurias le ha costado recuperar. Y el conjunto verdiblanco tratará de hacer bueno su favoritismo para acercarse un poco más a la consecución del título y certificarlo cuanto antes. El primero de los objetivos marcados . Dos cántabros se ven las caras y, a día de hoy, lo único que está claro es que no pueden ganar los dos.
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