Objetivo: afilar el colmillo de nuevo

Los datos no engañan. El hasta hace tres semanas equipo más goleador de la categoría -ahora superado por el Eibar- lleva tres jornadas en las que ha anotado un solo tanto. Sin embargo, en el vestuario verdiblanco mantienen la calma, porque consideran que, salvo la falta de acierto, el resto se está haciendo bien. Como siempre. «No estamos preocupados, porque las ocasiones las hemos generado. Estaría más preocupado si no tuviéramos ocasiones. Sabemos que tenemos un potencial ofensivo enorme y en ese sentido veo a la gente tranquila», afirmó ayer Jokin Ezkieta, que ve el desempeño del equipo desde su área.

Esta mala racha racinguista ha coincidido con el peor momento de sus tres futbolistas diferenciales. Porque no son robots. Entre Peque, Arana e Íñigo Vicente -además de la aportación en asistencias de este último- han anotado 32 tantos de los 55 que lleva el equipo verdiblanco. A esos hay que sumar los cinco de un Andrés Martín que llega en el momento clave del curso para sumar.

Ese bajón de acierto es más evidente en el mediapunta catalán. Al máximo goleador verdiblanco le hizo mella el penalti fallado contra el Alcorcón. Nunca le pierde la cara a los partidos. Trabaja y pelea, pero en los últimos metros se nota que le falta la alegría de otros momentos. También en los entrenamientos. Eso, seguro, lo arregla un gol en Andorra.

En cuanto al mago de Derio, por ganas no será. Las lágrimas de El Plantío fueron la imagen del compromiso. Lo intenta. Y lo vuelve a intentar. El sábado, frente al Levante, se echó el equipo a la espalda cuando empezaba a languidecer. Pero últimamente no le están saliendo las cosas. No está resultando tan decisivo. La magia está ahí; sólo hay que canalizarla.

Juan Carlos Arana sí que vio puerta en Burgos, el último tanto verdiblanco. Pero al canario le está costando un mundo convertir sus ocasiones en gol. Frente al Levante tuvo una clarísima que tiró al muñeco. Y contra el Alcorcón, más de lo mismo. Las tiene, pero no entran. Ese es el momento que vive el Racing.

Y si no, además del retornado Andrés Martín, ahí están hombres como Lago Junior -que dispuso de dos ocasiones pintiparadas frente al Levante-, Roko Baturina o Jordi Mboula, que deben apoyar en la faceta realizadora a sus compañeros con más efectividad. El equipo les necesita como el comer para volver a la senda del triunfo.

Porque en los últimos tres encuentros, el conjunto cántabro ha disparado un total de 47 veces, según las estadísticas que ofrece LaLiga. Aunque, curiosamente, los de José Alberto anotaron ante el Burgos, cuando sólo dispusieron de cinco remates y se quedaron a cero contra Levante y Alcorcón, con un total de 21 tentativas en cada uno de los encuentros.

Así que ayer, en los Campos de Sport, José Alberto implementó una sesión muy ofensiva. Con mucha finalización. Con contras. Con partidos en espacios reducidos para acercar a sus futbolistas al objetivo. Porque, aunque los racinguistas digan no estar preocupados, para poder entrar en el play off de ascenso a Primera División deben afilar el colmillo y dejarlo puntiagudo como estaba hasta hace tres semanas.