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La carrera por el ascenso tiene algo de maratón y mucho de montaña rusa, y el Racing no es ajeno a su vaivenes. De liderar ... la tabla de manera indiscutible durante un puñado más que considerable de jornadas, a pelear por mantenerse entre las primeras plazas. Poco a poco, el equipo ha entrado en ese baile de posiciones que suele ser la tónica en esta categoría. Por eso la derrota del pasado fin de semana en el Ciutat de València (3-1) ha hecho sonar el despertador. Toca espabilar, defender mejor y recuperar la versión demoledora que le colocó favorito.
El Racing cayó ante el Levante después de jugar un partido en el que los de Calero demostraron que son más contundentes en las áreas. Más fiables. Era un duelo directo, ante un rival directo. Una pelea por los dos primeros puestos. Y el Racing la perdió. Algo así como encajar una bofetada a mano abierta de la que todavía se resienten los de José Alberto, que no llegaron al combate con los guantes puestos.
«No tuvimos contundencia ni efectividad», confesó el asturiano para explicar que su equipo aún busca el equilibrio entre su entusiasmo ofensivo y sus despistes defensivos. El segundo gol del Levante, nada más salir del vestuario, fue una puñalada con la hoja oxidada de la «caraja», como la definió el propio míster. «Nos ha hecho mucho daño el segundo gol. No se puede salir del vestuario con esa caraja», decía en la rueda de prensa tras el partido. Porque apenas un minuto después de saltar al 'prao' del estadio valenciano en la segunda mitad, un fallo en cadena de los racinguistas dejó el encuentro prácticamente visto para sentencia con el tanto de Morales, el segundo del delantero. Una siesta de esas que en Segunda se pagan con puntos y posiciones.
El Elche es primero con 63 puntos, el Levante segundo con 62, y el Racing tercero con 59. Cuatro y tres puntos de diferencian respectivamente, que a estas alturas pesan como una mochila llena de piedrecillas. Y en el caso de los cántabros, lo es porque el macuto carga con los 'golaverajes' perdidos ante los tres rivales que le rodean en la tabla: Elche, Levante y Mirandés. Ese detalle invisible, pero letal que hace que no baste con empatar en la clasificación. Con el resto de rivales la cosa está por decidirse aún. En la primera vuelta empató (2-2) contra el Almería, al Oviedo le ganó (1-3), pero cayó ante el Huesca (0-1) y fue goleado por el Granada (3-0). Por eso es importante imponerse en la diferencia de goles en estos partidos en esta segunda vuelta, para tener asegurado ese punto que no se refleja en la tabla, pero que puede decidir temporadas.
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Pero el camino es más largo de lo que parece. Casi dos meses de competición. Tres partidos en abril, cuatro en mayo y uno en junio. Eso son 24 puntos por disputarse. Un horizonte abierto. Al Racing le esperan Castellón, Huesca, Deportivo, el Cartagena del exracinguista Guillermo Fernández Romo, Oviedo, Almería, el Eldense de otro exveridblanco, José Luis Oltra, y el Granada. Ocho jornadas, ocho finales. Eso sí, la sensación tras la derrota en Valencia es que el Racing necesita algo más que victorias, necesita despertar. Y pronto. La parte buena es que en una competición tan impredecible como la 'Hypertensiones' la cosa se puede dar la vuelta como un calcetín y pueden recuperar una de las dos primeras plazas.
59 puntos
tiene el Racing, que le colocan tercero en la tabla, fuera del ascenso directo.
53 goles
ha marcado el Racing. Es el más goleador de la Liga junto al Levante, también con 53.
40 tantos
han encajado los verdiblancos, lo que les convierte en el más goleado de los equipos que están arriba.
El caso es que si el ascenso directo era una opción real hace apenas dos semanas, ahora empieza a difuminarse entre los nubarrones de la estadística. No solo porque los rivales suman, sino porque los que vienen por detrás también aprietan. El Mirandés, que es cuarto, se asoma al retrovisor. El Almería, séptimo, y el Granada, octavo, están a cinco y seis puntos del Racing, respectivamente. Por si fuera poco, el Depor o el Burgos, que no contaban en esta carrera durante la mayor parte de la competición, ahora se insinúan peligrosamente.
Mientras tanto, el Racing exhibe una doble cara, la del equipo más goleador de la categoría –53 tantos, igual que el Levante– y al mismo tiempo el más goleado entre los de arriba con 40 encajados. Eso sí, todavía es el mejor visitante de la Liga con 28 puntos sumados fuera de casa y un 47% de victorias a domicilio. Aunque el Depor ya le pisa los talones con 26 puntos y un 41% de efectividad lejos de Riazor. Hasta eso se les está estrechando. Una razón más para que El Sardinero tire de memoria y se convierta de nuevo en ese 'Huerto del Francés' que históricamente no dejaba salir vivo a ningún equipo en los partidos en casa.
La próxima jornada será un termómetro. El Racing recibe a un Castellón, decimoquinto con 42 puntos, que lucha por evitar un descenso que marca el Eldense con 39. Un choque que los verdiblancos deben ganar sí o sí si quieren seguir soñando con ese ascenso directo. Mientras tanto, el Elche visita al Cádiz y el Levante viaja a Córdoba. El Mirandés juega en Anduva, donde siempre es difícil rascar algo, ante el Depor. Y si se comparan calendarios, a priori el más favorable de aquí a final de temporada es el del Levante. Pero la Segunda no se casa con nadie. El margen es mínimo y el escenario complejo, pero así todo el Racing tiene tiempo para reaccionar y también capacidad. Eso mantiene viva la esperanza.
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