No lo olviden; hoy juega el Racing

Habrá que comprobar que tanto meneo mediático no haya afectado al chaval o a la plantilla entera. No en este momento tan importante y decisivo de la temporada. Es racinguista demostrado y seguro que se dejará el alma por el equipo, pero es humano y el vendaval generado a su alrededor es considerable.

El Racing de Guillermo Fernández Romo busca mantenerse firme en el liderato. Es verdad que, tras superar con matrícula de honor la parte más complicada del calendario, ahora, en casa de un rival en descenso, arranca para los verdiblancos una parte muy favorable para abrir brecha en la parte alta. Pero también es favorable para llevarse sorpresas desagradables y pegarse un morrazo contra el suelo por exceso de confianza. La dinámica y el ánimo en el vestuario son casi inmejorables y la clave pasa porque siga siendo así.

El técnico madrileño recupera a los lesionados Unai Medina y Pablo Bobadilla. El central entrará seguro en el once, junto al inamovible Pol Moreno. El vasco, quizá se quede a la espera tras su esguince de tobillo. El rendimiento de Álvaro Mantilla en el lateral derecho es incontestable y el míster tiene un bendito marrón en esta parcela. En una semana que se avecina con tres partidos, tiene tiempo para contentar a todos.

En el centro del campo, Íñigo Sainz-Maza y otro. El de Ampuero ha acabado con toda la competencia y a Fausto Tienza, Borja Domínguez y Sergio Marcos les ha dejado las migajas en el doble pivote. Todo ello para escoltar a un Pablo Torre que querrá marcharse en julio a Barcelona con el ascenso a Segunda del equipo de sus amores.

En los extremos, Romo ya se ha acostumbrado a utilizar el comodín de Arturo Molina, ya sea en la banda derecha o en la izquierda. De la demarcación del murciano dependerá quien estará en el otro flanco. O Soko; o uno a elegir entre Marco Camus y Álvaro Bustos. En la delantera, Cedric se ha ganado el derecho a intentar acabar con su mala racha.

Enfrente el Racing tendrá a un Talavera que paga con malos resultados su valentía y alegría en el juego. Ya le pasó en los Campos de Sport, donde se adelantó en el marcador y acabó castigado con un 5-1 en un partido en el que los verdiblancos tuvieron más pegada que brillantez. Hoy, en su estadio, con un terreno de juego cinco metros más ancho que el de El Sardinero, los condicionantes serán otros. Aunque el Racing no estará solo. La ola de euforia continúa arrastrando a la hinchada cántabra y unos 200 aficionados estarán en la grada de El Prado. A ellos no se les ha olvidado que hoy juega el Racing.