Pablo Torre y el Barça se plantean una cesión

Pablo Torre ha pasado de las adulaciones de Xavi Hernández a desaparecer del primer equipo, opacado por todos los fichajes que han ido llegando. Fue titular en el primer amistoso frente al Olot, en el que dejó buenas sensaciones. Sin embargo, poco a poco fue perdiendo protagonismo. Ya en la gira estadounidense, jugó 45 minutos frente al Inter de Miami;vio el 'clásico' contra el Real Madrid desde el banquillo;tuvo algunos minutos ante Juventus y New York Red Bulls;no participó en el Trofeo Joan Gamper y en la primera jornada de Liga, contra el Rayo Vallecano, ni siquiera apareció en la convocatoria. La propuesta era estar en dinámica del primer equipo y, si no era posible jugar a las órdenes del egarense, actuar con el filial. Sin embargo, el pasado fin de semana, tampoco fue citado por Rafa Márquez para jugar la Copa Catalunya.

Según el catalán Diari Ara, el de Soto de la Marina ya habría comunicado al Barcelona su falta de interés por bajar al filial, al considerar que el escalón de la Primera RFEF ya lo tiene superado tras despuntar con el Racing. Yel club azulgrana no vería con malos ojos una posible cesión porque, además de potenciar el desarrollo del futbolista, liberaría la masa salarial –notablemente menor que la de la mayoría de los jugadores del primer equipo– prevista en el contrato de Pablo Torre.

En el Racing son conscientes de que las principales carencias del equipo de Guillermo Fernández Romo, aún más notorias en la primera jornada de Liga, se encuentran en la parcela ofensiva. Por eso si el canterano se pusiese a tiro, la opción gusta, mucho, en las oficinas de los Campos de Sport, más en un momento en que el técnico madrileño está empleando a un mediocentro como Juergen Elitim en la mediapunta de su sistema 4-2-3-1. Un dibujo que, precisamente, condicionó Pablo Torre la temporada pasada en un entrenador hasta entonces abonado al 4-4-2.

El club cántabro parte con la ventaja de ser la casa del futbolista. A igualdad de condiciones, el de Soto de la Marina tirará para casa. Y también, que el equipo verdiblanco podría ofrecer al chaval los minutos de protagonismo que buscará si finalmente se produce su salida a préstamo de Barcelona.

Sin embargo, hay algo contra lo que el Racing no puede luchar. Hay clubes de Primera División interesados en contar con el futbolista cántabro y ese debutar en la élite, entre los mejores, no se puede producir a día de hoy en los Campos de Sport.

La situación que se plantea a día de hoy para Pablo Torre en el Barça no es nueva esta temporada. Un joven valor del cuadro azulgrana, aunque con más peso que el de Soto de la Marina por haber jugado ya 27 partidos con el primer equipo barcelonista, Nico González, ha salido cedido al Valencia al ver que el overbooking en la medular del equipo de Xavi Hernández le iba a taponar la progresión.

Que el canterano verdiblanco no tenga opciones en el Camp Nou puede ser bueno para el Racing si acaba recalando a préstamo en Santander. Sin embargo, de lo contrario tendrá un aspecto negativo. La entidad de El Sardinero tiene firmadas con el club catalán una serie de variables por la participación del de Soto de la Marina en el primer equipo azulgrana. Unas cantidades que no percibiría –hasta que volviese a Barcelona– en caso de que su estreno en Primera División –o en Segunda– se produzca en otro equipo.

De la precaria situación que tenía el Barcelona cuando fichó a Pablo Torre a la que se encuentra ahora tras activar las denominadas palancas económicas va un abismo que ha dejado al futbolista cántabro en un plano más que secundario. A día de hoy, el club azulgrana cuenta para el centro del campo con Gavi, Sergio Busquets, Kessié, Pedri, Sergi Roberto, Pjanic y un Frenkie de Jong cuya continuidad está en el aire. Y a la espera de que Joan Laporta logre el fichaje de Bernardo Silva. Con semejante atasco y visto lo visto, se antoja muy complicado que Pablo Torre vaya a tener las oportunidades que le prometieron a su llegada.

Mientras tanto, el racinguismo sigue soñando con que la marcha de Pablo Torre a Barcelona haya sido una especie de campamento de verano. Yque, llegado septiembre, vuelva a casa para enfundarse de nuevo la camiseta del equipo de sus amores.