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Superado el primer cuarto de Liga en Segunda División, las conclusiones empiezan a coger peso. Por fortuna, al Racing le pillan en buena dinámica. Con dos tramos bien diferenciados en estas once jornadas que van disputadas -las cuatro derrotas iniciales y la racha positiva ... en los siete siguientes-, el once de Guillermo Fernández Romo ha sufrido variaciones, pero hay tres futbolistas que lo han disputado todo. 990 minutos. La columna vertebral que sustenta al equipo. Miquel Parera, en la portería; Pol Moreno, en el centro de la zaga y el capitán Íñigo Sainz-Maza, en el doble pivote. Sobre el césped siempre están ellos y ocho compañeros más.
Bajo el arco, la titularidad de Parera se ha convertido en irrebatible. Y eso que la llegada de Jokin Ezkieta -inédito hasta el momento- el pasado verano llevó a pensar que habría competencia y que incluso el mallorquín podría ser el segundo de la lista o que Romo pondría a prueba a ambos antes de elegir. Si la opción era esta última, el de Manacor ha cerrado cualquier tipo de test a base de buenas intervenciones y, sobre todo, por la seguridad que aporta. Es complicado encontrarle errores.
Pol Moreno es el hombre de confianza del entrenador sobre el césped. Era una incógnita cómo afrontaría su primera temporada en el fútbol profesional. Y, salvo algún borrón como el de Tenerife, ha caído de pie en Segunda División. Un aterrizaje casi perfecto apoyado en su flamante cohesión con Rubén Alves en el centro de la zaga. El hispanobrasileño cedió la titularidad en dos ocasiones ante la experiencia de Germán Sánchez -que se ha quedado con 161 minutos-, pero los hechos y los resultados han convertido a la dupla de zagueros racinguista en inamovible.
Y de Íñigo Sainz-Maza poco más se puede decir. Hace tiempo que el diccionario se quedó sin calificativos para el rendimiento del de Ampuero. El propio Romo destacó tras la victoria contra el Zaragoza la incomparable capacidad física del capitán verdiblanco. Cada partido es una nueva exhibición para un futbolista al que no sólo no ha afectado el cambio de categoría, sino que además ha crecido exponencialmente. Sólo el hecho de estar apercibido de sanción -tiene cuatro cartulinas amarillas- le puede sacar del campo.
Hay otros dos futbolistas de la plantilla verdiblanca que han participado en todos los encuentros. Pero no en todos los minutos. Dos casos distintos. Uno es el de Íñigo Vicente. Titular habitual, aunque en un par de jornadas Romo le dejó en el banquillo ante el bajo rendimiento en el primer tramo de competición. También es cierto que, cuando juega de inicio, suele ser uno de los sustituidos -sólo ha jugado un partido completo-. Así, acumula 680 minutos.
El otro es Marco Camus, pero con apenas 372 minutos. El cántabro sólo ha disputado dos choques desde el once inicial, pero siempre es uno de los primeros cambios de Guillermo Fernández Romo en las segundas partes de los encuentros. Y aunque está rindiendo bien, aún tiene que aprovechar esas titularidades para quitarse la vitola de revulsivo.
Tras Parera, Pol Moreno e Íñigo Sainz-Maza, los dos siguientes futbolistas también corresponden al plano defensivo del equipo cántabro: Eneko Satrústegui y Rubén Alves. El navarro, pese a ser central de origen, es fijo en el lateral zurdo y sólo se perdió, por lesión, el choque de Tenerife. El hispanobrasileño es uno de los fichajes de mejor rendimiento hasta ahora. Suman 875 y 836 minutos, respectivamente.
Otro de los que no falta en las alineaciones de Romo es Juergen Elitim. El colombiano, que sólo se ha perdido el partido contra el Zaragoza por su peculiar expulsión frente al Levante en el Ciutat de Valencia, empezó siendo el mediapunta titular. Un experimento que resultó fallido. Hasta que llegó Jorge Pombo el último día del mercado de fichajes y el de Cartagena de Indias pasó a su posición real en el doble pivote. Ahí, ha empastado a la perfección con Íñigo Sainz-Maza y ha sacado a relucir una faceta de mucho trabajo en un futbolista reconocido por su capacidad técnica. Acumula 823 minutos. Su reubicación sacó de un once del que era habitual a un Fausto Tienza que se ha estancado en su suma de tiempo, con 403 minutos.
Jordi Mboula se estrenó con la camiseta verdiblanca en la tercera jornada, en el choque contra el Oviedo. Ese día salió desde el banquillo. Sin embargo, en Tenerife ya entró en la hoja de las alineaciones y no ha vuelto a salir de ahí, aunque también es uno de los que suele ser sustituido en las segundas partes. Con 614, es el octavo futbolista de la plantilla verdiblanca que más minutos ha estado sobre el terreno de juego en estas once jornadas.
Matheus Aiás es otro de esos jugadores que ha jugado siempre que ha estado disponible. De hecho, el único partido que se ha perdido es el del pasado sábado en Huesca. Por lesión. Aunque el brasileño sólo ha sido titular en seis de los diez encuentros en los que ha participado. De todas formas, en una posición en la que las lesiones y la falta de una fórmula realmente eficiente aún no han ofrecido una estabilidad, el paulista es el delantero con más minutos: 606. Sekou Gassama, aún lesionado, y parece que parar rato, suma 334. Y Cedric, antes de que su dolencia cervical le dijese que ya era el momento de parar, jugó 40 minutos en dos encuentros.
Algo parecido sucede en el lateral derecho. Una posición sin dueño. La irrupción de Álvaro Mantilla, con más apariencia de central que de jugador de banda, debido a una lesión del a priori titular, Unai Medina, coincidió con el cambio para bien del Racing. Pero el cántabro también tuvo que pasar, de forma inoportuna, por una enfermería que parece a punto de abandonar. Allí, el vasco y el camargués han convivido con el otro especialista, Dani Fernández, que ha aprovechado estos dos últimos encuentros para convertirse en el lateral diestro con más minutos en su haber: 391, por los 316 de Mantilla y los 258 de Unai Medina.
En el capítulo de los recambios habituales, además de Marco Camus y Fausto Tienza está un Aritz Aldasoro que ya ha jugado de mediocentro, lateral e interior derecho. Pero con un sólo encuentro como titular. Así que el vasco, que además cumplió sanción frente al Zaragoza, apenas ha estado 187 minutos sobre el terreno de juego.
Le sigue otro de los chicos para todo de Romo. Un Arturo Molina que también se ha tirado una buena temporada fuera del grupo por lesión. Pero siempre que es posible, tiene sus minutucos, para alcanzar los 176 en seis encuentros -dos como titular-.
Ocho partidos ha jugado Peque. Salvo en Huesca, siempre en los últimos minutos. Y Alfon González, tras disputar 33 minutos en dos choques, ha quedado para llevar la maleta. No se sabe si vale o no para esta Segunda División. A ellos hay que añadirle a los dos futbolistas del filial que han entrado en los últimos días ante los problemas de efectivos en la delantera: Ayoub Jabbari y Jorge Delgado. La verdadera cruz de esta moneda, junto al citado Ezkieta, es la de un Pablo Bobadilla que mantiene su casillero de participaciones en blanco y que, de momento, no parece que vaya a cambiar su suerte.
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