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Les costó asumir lo que era un secreto a voces, en especial después de que el Servicio Vasco de Salud advirtiera de que impondría una cuarentena de diez días desde el positivo del pasado miércoles del Leioa, pero al final lo asumieron. Racing, ... Federación Española y el propio Leioa confirmaron este martes la suspensión del partido que los verdiblancos debían jugar el sábado en Sarriena.
Los universitarios ya tuvieron que aplazar su partido de Copa Federación frente al Tropezón al conocerse ese mismo día el positivo por covid de uno de sus futbolistas. De hecho, el Trope estaba en Sarriena y tuvo que volverse a Cantabria sin jugar. El pasado fin de semana se aplazó el duelo frente al Arenas y ayer Osakidetza confirmó de nuevo a la Federación lo que ya sabía y es norma: que independientemente del resultado de las pruebas el Gobierno vasco impone una cuarentena de diez días que no se cumplirán hasta el domingo por la noche. Y como el partido estaba previsto para el sábado a las cinco de la tarde....
Al aplazamiento de este fin de semana se une que el Racing descansa en la siguiente jornada, como siempre ocurre con un equipo de los once que integran el subgrupo A del Grupo 2 de Segunda B. Toda una maraña de calendarios, fases y cruces que el covid solo complicará. En consecuencia, los de Javi Rozada no volverán a jugar hasta el fin de semana del 22 de noviembre, cuando visiten San Lorenzo en el primero de los dos derbis cántabros que se ha reservado este año la categoría de bronce. Lo más probable, salvo que cambie un escenario pandémico que parece cada vez más complicado, es que verdiblancos y pejinos deban enfrentarse además sin público.
Se puso así fin a un rocambolesco día y medio durante el que la Federación Española no se decidía a aplazar el partido pese al claro anuncio -y las claras pautas de actuación- de la Consejería de Sanidad vasca. Y es que quedaban menos de cuatro días para el partido de Liga entre el Leioa y el Racing y ni uno ni otro equipo sabían oficialmente si se podría jugar. En realidad la situación estaba clara, porque el Gobierno vasco así lo había dejado, pero hasta bien pasadas las siete de la tarde la RFEF no se decidió a aplazar. Hasta entonces, los dos equipos estuvieron a la espera de que la Federación les comunicara la resolución oficial.
Todo porque, con los jugadores del Leioa confinados y sin entrenar y los del Racing preparando un partido que no sabían si al final iban a disputar, la Federación emplazaba a los nuevos test que ha de pasar la plantilla del conjunto vizcaíno -los de mañana, jueves- para tomar la decisión. Una decisión que ya estaba tomada, aunque se resistiera a verlo.
La normativa impuesta por las autoridades sanitarias del País Vasco chocaba frontalmente con la forma de proceder del ente federativo. En otras palabras, si bien el protocolo de seguridad anticovid de la Federación contempla la elaboración de test PCR a los jugadores de un equipo cuando se produce un positivo de uno de ellos y una vez que los resultados sean negativos, comenzar los entrenamientos y optar a la competición, la normativa interna en la comunidad autónoma del País Vasco es más estricta y obliga a un confinamiento de diez días tras el contagio. Una imposición que fuentes de Osikadetza le aseguraban ya el lunes a El Diario Montañés que resulta innegociable. Así las cosas, a cuatro días del partido la suspensión era, como desde el lunes, un secreto a voces que a la Federación le costó aceptar, aunque finalmente lo hizo.
«Nosotros ya hemos pasado los test y ya le hemos remitido el informe detallado y la documentación correspondiente a la Federación, como manda el protocolo, y ahora estamos a la espera de que nos digan algo», aseguraba por su parte Javier Laudeta, presidente del Leioa, consciente de la importancia de tomar todas las medidas sanitarias, pero de que un resultado negativo no iba a servir para que se disputara el partido de Sarriena, como se daba ya por hecho desde el mismo momento en el que se aplazó el del Arenas.
Y es que entre el sábado y el domingo, toda la plantilla vizcaína se sometió a los controles y los resultados fueron contundentes. «Todos han dado negativo, salvo el jugador que dio positivo el primer día», añadía el mandatario. Por su parte, el Racing tampoco tuvo conocimiento oficial hasta última hora de la tarde, cuando lanzó al fin el anuncio de la evidencia.
La plantilla racinguista este martes disfrutó del descanso semanal y hoy comenzará el plan de trabajo, que variará ya que se enfrenta a muchos días sin competir. «Imagino que la Federación nos lo comunicara a los dos clubes a la vez, puesto que una vez el Leioa dio traslado de la documentación no queda otra que esperar», señalaba Víctor Alonso, director general del Racing, por la mañana, obligado todavía a seguir el discurso oficial de Las Rozas.
Unos por otros, lo cierto es que resultaba incomprensible que en una competición seria y estructurada -aunque no pertenezca formalmente al deporte profesional, sí lo es en la práctica- se viviera una extraña incertidumbre que no nacía tampoco de un suceso repentino. El positivo por covid en el Leioa se conoció ya el jueves, y Osakidetza siempre dejó claro el modo de proceder.
Tras el segundo estado de alarma decretado a nivel nacional, las competencias sobre la celebración de competiciones, así como la posibilidad de que se disputen o no con público, pasó a ser de las comunidades autónomas y en este caso es el gobierno y las autoridades sanitarias vascas.
De esta manera, la situación estaba clara: poco más se puede hacer que respetar lo que dicte su normativa, que puede no ser la misma que en otro territorio. «El aplazamiento del partido ante el Arenas de Getxo nos lo comunicaron dos días antes, aunque esa vez fue todo más imprevisto», explicó Landeta a El Diario Montañés. El mandatario no quiso hacer ninguna valoración más allá de justificar esta incomprensible demora en la acumulación de casos similares. «No seremos los únicos», adelantaba.
Este jueves la plantilla del Leioa pasará su segundo control médico y el Racing está citado a las 10.30 horas en La Albericia. Los primeros, tras su paso por la consulta médica se refugiarán de nuevo en sus casas -confinados- y los segundos completarán un día de trabajo extraño.
Porque ahora Rozada tiene una inesperada tarea por delante, la de preparar a sus jugadores para tres semanas sin competición: desde el partido disputado el pasado domingo, día 1, frente al Alavés B, hasta el que le enfrente al Charles, previsiblemente, y si la pandemia no lo impide, el domingo 22 de noviembre en Laredo. En consecuencia, el plan de los preparadores físicos, que hasta este martes por la tarde seguían a la expectativa, deberá cambiar. Cosas de la nueva normalidad. Al menos, el Racing podrá hacer sus cábalas, y su segunda pretemporada, como líder. Cuando regrese a la competición, con dos partidos menos, habrá perdido temporalmente esa posición. Estas tres primeras jornadas han dejado buenas sensaciones y la impresión de que quedan cosas por trabajar. La oportunidad es, si sabe aprovecharla, perfecta. Podrá recuperar a los tocados y ensayar lo que no le dio tiempo dado que los jugadores llegaron tarde.
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