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santander. Despedir la temporada a lo grande. Eso es lo quiere hacer el Racing en el partido de este viernes ante el Andorra en A Malata (21.00 horas, Ferrol). Toca decir adiós y no solo a la Primera RFEF, también a algunos jugadores, ... bien porque acaban contrato y no se les ha ofrecido aún la renovación, porque tienen que regresar a los destinos desde los que llegaron cedidos o porque han ligado su futuro a otros equipos y ponen punto y final a su etapa como verdiblancos.
Manu Justo, Soko, Pablo Torre, Javi Vázquez, Lucas Díaz, Jack Harper y Álvaro Bustos forman parte de esa lista. Un registro que probablemente aumente en las próximas semanas. Esos son los fijos, pero del resto de la plantilla, unos cuantos pueden no pasar el corte en el regreso al fútbol profesional. Los Arturo Molina, Sergio Marcos, Borja Domínguez o Isma López son algunos de ellos. Entre otros. La última palabra la tendrá el nuevo director deportivo del equipo, el recién llegado Mikel Martija, que ya está trabajando en la planificación del próximo curso.
Pablo Torre. El canterano tiene ya preparadas las maletas para viajar a Barcelona, donde jugará la próxima temporada.
Patrick Soko. El extremo ha fichado por el Huesca, también de Segunda División, y dice adiós al Racing.
Manu Justo. Llegó cedido por el Elche y tras el encuentro ante el Andorra en A Malata regresará al equipo alicantino.
Lucas Díaz. Termina contrato el próximo día 30 y de momento el club no se ha sentado con él para tratar su continuidad.
Javi Vázquez. El lateral izquierdo llegó en enero procedente del Ibiza y con el fin de curso termina su cesión.
Jack Harper. El delantero regresará al Getafe, de dónde llegó a préstamo el pasado verano.
Álvaro Bustos. Después de dos temporadas, el asturiano termina su contrato con el Racing a finales de este mes.
Esta ha sido la temporada del regreso a Segunda División y el paso fugaz por una Primera RFEF que ningún racinguista quiere volver a pisar. Eso significaría que el equipo se ha asentado en el fútbol profesional y está en el buen camino para llegar a la élite de nuevo. Aunque no sea fácil. Pero no todo en esta categoría ha sido malo. Estaba el '10'. El número que simboliza la perfección, está en la base del sistema decimal y en el mundo académico representa la excelencia, el máximo. Y en el Racing casi lo mismo. Seguramente Pablo Torre, que ya tiene casi hechas sus maletas para viajar a Barcelona y ganarse el puesto a las órdenes de Xavi Hernández, sienta tristeza por lo que deja atrás y también cosquillas en el estómago por lo nuevo que está por llegar. Una de las cosas más difíciles de la vida es decir adiós a las etapas de felicidad. Y todavía más hacerlo de forma consciente y premeditada, sabiendo que determinado tiempo va llegando a su fin y que toca partir hacia nuevas metas.
El partido ante el Andorra será el último del canterano como verdiblanco y el propio Torre ya lo dejó claro en sus declaraciones esta semana: quiere despedirse a lo grande. Llevando un trofeo a las vitrinas del Racing. Porque el cántabro es un club con pedigrí, pero de títulos anda más bien escaso. «Todos los jugadores de la plantilla queremos ganar el partido», decía el de Soto de la Marina hace unos días. En juego está el campeonato de Primera RFEF y pasar a la historia como el primer equipo en levantar esa copa, por no hablar de los beneficios de cara a disputar la Copa del Rey la próxima temporada. Si el Racing se impone al Andorra se librará de jugar una de las rondas del torneo del KO. Y también un pequeño premio económico. Vale más no bajar los brazos en A Malata.
Para ganar al Andorra el Racing tendrá que afinar la puntería y dejar de lado la pereza vacacional que ya se intuye hace días en el horizonte. No cometer errores. Calcular cada detalle con la milimétrica exactitud con la que se medía la distancia entre los jerséis que hacían las veces de postes en el patio del recreo.
Y a pesar de que la afición ya dijo adiós a Pablo Torre como se merece en los Campos de Sport durante el último partido de Liga en casa ante el Valladolid B, quienes se acerquen hasta Galicia, que no serán muchos seguramente, podrán volver a hacerlo. «La despedida fue en El Sardinero, pero es cierto que este puede ser el último partido que juegue con el Racing y voy con mucha ilusión», comentaba Torre. Y aunque el racinguismo siempre sorprende en los desplazamientos, el caos organizativo que ha rodeado el play off de ascenso y también este partido de campeones no favorece la presencia de muchos verdiblancos en la grada. Ni de verdiblancos ni de otras aficiones tampoco.
El día y hora de la final se anunció a mediados de mayo: 3 de junio, 21.00 horas. Solo faltaba la sede. Un emplazamiento misterioso que la Federación Española de Fútbol no reveló hasta la noche del lunes, o lo que es lo mismo, cinco días, para que se dispute el partido, convirtiendo la sede en una incógnita a la altura de los secretos de la alquimia para transformar los metales en oro a través de la piedra filosofal, o en una trama más de Stranger Things. El caso es que un viernes, día laborable, a las 21.00 horas, en Galicia y con las entradas a la venta, pero sin conocer el campo donde se iba a disputar el encuentro, no invita a aventurarse aunque sea para ver al Racing levantar una copa. Aunque las entradas no se han dispensado desde el club verdiblanco, sino a través de internet a cargo de la propia FEF y también se podrán adquirir en el mismo estadio de Ferrol, en el seno del Racing calculan que no sean más de un centenar de racinguistas los que animen al equipo desde la grada de A Malata.
El Racing pone rumbo a Galicia este mismo jueves para disputar este viernes la final de campeones de Primera RFEF ante el Andorra en A Malata (Ferrol) a las 21.00 horas. El equipo saldrá de La Albericia a las 9.00 horas en autobús y realizará su primer entrenamiento por la tarde en Villalba, una localidad ubicada a unos 40 kilómetros de Ferrol, donde se va a concentrar para preparar el choque ante los andorranos.
Pablo Torre no será el único que diga adiós mañana. Patrick Soko tampoco volverá a vestir la camiseta del Racing. El extremo jugará en el Huesca, también de Segunda, el curso que viene después de rechazar la primera oferta que le hizo el Racing para continuar en Santander. Un ofrecimiento que se realizó al mismo tiempo al camerunés y a Cedric. El nigeriano aceptó la propuesta y Soko prefirió esperar a final de temporada. Aunque la decisión que tomó el extremo fue la de dejar el Racing para firmar con el club aragonés por un suculento contrato.
El caso de Manu Justo, Jack Harper y Javi Vázquez es bien distinto. Los tres jugadores deben regresar a los equipos de los que llegaron cedidos. El lateral izquierdo, que vino en el mercado de invierno, retornará al Ibiza; mientras que el delantero pondrá rumbo a Madrid para regresar al Getafe. Y Manu Justo, que llegó a préstamo por el Elche, volverá al club alicantino. Mientras que Lucas Díaz y Álvaro Bustos terminan contrato el día 30 de este mes y el club no les ha ofrecido una propuesta de renovación, al menos todavía, por lo que de momento el de mañana será su último partido como verdiblancos, ya que después de la final de campeones los jugadores comenzarán a disfrutar de sus vacaciones.
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