Un partido para mirar alto

Aquel día dijo que por fin había podido poner el equipo que quería. Que tenía todas las piezas del puzle. Algo parecido le ocurre hoy, con el permiso de los tres lesionados, a José Alberto López, el ovetense que le sustituyó en el banquillo de los Campos de Sport y vive desde entonces en permanente estado de gracia, un don que el fútbol no concede muy a menudo durante tantos meses seguidos. Los ocho que ya han terminado este año.

La diferencia es que el Racing llega esta vez a la quinta jornada con cinco puntos y una sola derrota tras haberse enfrentado a varios de los gallos. Al Elche. Al Eibar. Al Espanyol. Y prácticamente sin delanteros, mientras se descartaba a los antiguos para dar paso a los nuevos. Y aun así, en la zona templada, con cinco puntos, de modo que sumar esta tarde otros tres significará mirar arriba. Comenzar a tejer el colchón sobre el descenso y quién sabe si aspirar a otras cotas.

Hoy José Alberto ya tiene a todos. A Arana, a Andrés Martín y a Grenier. Porque el internacional galo, aunque no será titular tras apenas una semana de entrenamiento con el grupo, sí estará entre los convocados. JAL también puede poner casi el equipo que quiera, con el matiz de la lesiones de Dani Fernández, Pombo y el último, Lago Junior, para recibir en casa al Amorebieta. Un rival modesto que deja a tiro la zona templada de la clasificación e incluso puestos más interesantes a un Racing hecho para la permanencia, pero que tras su gran final de curso no renuncia, aunque nunca lo diga en alto, a algo más. Pero un adversario propicio para que en su aprendizaje en verdiblanco José Alberto descubra también el concepto racinguista por excelencia: el de paparda.

El contexto invita a los extremos. A una victoria que encarrile el principio de curso o a que el rey de la paparda reclame su cetro. El club acaba de superar los 12.000 abonados (el anterior propietario puso el objetivo en 10.000), la grada promete estar muy poblada, las caras nuevas siempre generan expectación y en el palco estará un Sebastián Ceria que voló ayer a Santander en un viaje relámpago y parece en estos primeros meses el chamán del racinguismo, capaz de encandilar a cualquiera que le conoce a base de discurso y de hechos.

Al míster le ha debido entrar en el móvil el mensaje de alerta por paparda, porque el viernes ya avisaba: «Si alguien cree que va a ser un paseo militar, está muy equivocado». Parece difícil que alguien en Cantabria lo piense a poco que conozca la esencia del Racing. Un previsiblemente rocoso Amorebieta será una estación más en una procesión en la que cada punto cuenta, pero la ilusión, lo que se dice ilusión, desborda.

Un duelo entre dos equipos llamados a luchar por la permanencia, más aún en el caso vasco, puede servir así para comenzar a marcar tendencias, sobre todo para un Racing que en caso de victoria podrá comenzar a mirar hacia arriba, sin el lastre y estrecheces que tuvo que arrastrar el año desde principio de curso.

Pese a la competencia en una plantilla, eso sí, corta, JAL parece tenerlo claro en casi todos los puestos. La defensa ya sale de carrerilla: Ezkieta, Mantilla, Germán, Rubén Alves y Saúl. Para el eje sí se ha reservado alguna duda: dos a elegir entre Aldasoro, Íñigo y Morante, con el previsible debut de Clement Grenier en el segundo tiempo. Andrés Martín, Peque e Íñigo Vicente parecen los favoritos en la mediapunta. Pombo aún no está (y cuando esté habrá que esperar para ver si es titular) y el nuevo parte con ventaja respecto a Yeray y Marco Sangalli. En la delantera Arana, que ya se estrenó la semana pasada ante el Elche, apunta a ser la referencia, con Ekain como recambio para más de una demarcación.

Un equipo, con la salvedad del guipuzcoano, más similar al que empató el partido frente a los ilicitanos en el segundo tiempo que el que arrancó el duelo y, probablemente, con tres o cuatro de los seis recién llegados en el equipo titular, aunque lo más probable es que minutos tengan todos.

La zona con más competencia es el extremo derecho, en el que pueden jugar Andrés, gran canditato a su primera titularidad, Marco Sangalli e incluso Yeray, aunque al canterano, probablemente la gran esperanza de La Albericia, al menos a corto plazo, no le fue bien la semana pasada en el primer partido que disputó de inicio este curso.

El rival de esta tarde estará para siempre ligado en el imaginario verdiblanco a aquella temporada en la que el Racing comprendió, prematuramente, aún en la extinta Segunda B, que aquella temporada 2017-18 tampoco iba a ascender. Solo se habían jugado once jornadas y Jon Ander, que después vestiría la racinguista, sentenció a los de Ángel Viadero, que aguantó aquel órdago pero no terminaría la temporada.

Ahora las cosas han cambiado mucho. Para unos y para otros. El Racing progresa en su reconstrucción y el Amorebieta ya no es aquel equipo de pueblo casi invitado a disputar la categoría de bronce. Ahora es uno de los teóricos modestos de Segunda División, pero le está tomando el pulso a una categoría que ya había catado. Tras su ascenso vuelve a jugar, como hace dos temporadas, en Lezama -su campo no reúne condiciones- y con los mismos números que los verdiblancos, que si no son malos para los cántabros menos aún para los vascos: una victoria, dos empates y una sola derrota. Suma incluso más goles (ocho) y muy repartidos, con Jauregui, que salvo sorpresa volverá a ser hoy titular, y Eraso con dos tantos cada uno. También Rayco se ha estrenado en un equipo que ha comenzado la competición muy fino de puntería.

Eso sí: Pablo Campos, que no estará hoy en la portería por su convocatoria con la selección sub 21, suma ya seis tantos en contra, con lo que el escenario apunta a un partido con goles, dada la evolución del Amorebieta y el concepto futbolístico de José Alberto. Eso si el juego no se empeña después en desmentirlo. No estarán además solos los de Haritz Mujika. A apenas una hora de Santander, habrá muchas camisetas azules en los Campos de Sport. No tantas como verdiblancas en una jornada en que las peñas han apelado a que el estadio vista de ese color o de blanco, quizá para celebrar que se ha superado esa barrera de los 12.000 abonados que constituye un récord para el Racing en la categoría de plata. Y a buen seguro un aliciente más en unas gradas que presentarán muy buena entrada en unos asientos, eso sí, tan desvencijados como siempre, sin que comiencen las eternamente anunciadas obras de sustitución.

Por si el guion no es el previsto, José Alberto López tiene alternativas. Un Ekain que comenzó como titular ante la escasez de delanteros parece comenzar a asumir su rol de recambio, como ya ocurrió en el Martínez Valero, y también junto al míster estará Clement Grenier, un refuerzo de lujo que, a poco rinda conforme a su currículum, aunque haya tenido poca continuidad en el Mallorca, puede marcar diferencias. Su precisión en el pase y calidad a balón parado pueden aportar mucho en un equipo al que el francés ha llegado, a sus 32 años, como relevo natural de Juergen Elitim. Mucho mayor, pero con una trayectoria de lujo.

Los minutos de los que previsiblemente dispondrá esta tarde constituirán la primera oportunidad de demostrar que la apuesta era correcta; que ese contrato de un año que ha firmado en Santander puede prolongarse en el tiempo. El suyo será el último debut en un partido que, pese a ser el tercero en casa por el absurdo empeño de LaLiga de hacer arrancar la competición en pleno verano, tiene cierto saber a vuelta al cole en los Campos de Sport. El Racing, con los deberes hechos, busca el sobresaliente.