El juez de Competición aplaza por segunda vez el Amorebieta-Racing y lo pasa al viernes

No eran las 9.30 horas de la mañana cuando este martes la Federación Española de Fútbol comunicaba al Amorebieta y al Racing –al tiempo lo hacía público– el segundo de los aplazamientos del partido entre ambos. El pasado lunes los responsables federativos trataron de agotar todas las posibilidades que tenían en su mano y que el reglamento les permite, y entre unos y otros el juez concluyó que la mejor manera de resolver este culebrón que tiene empantanada la competición es que se juegue el partido y se posponga el arranque de la segunda fase. La noticia fue tan sorprendente, pese a que no había nadie que no se la esperase de alguna manera, que incluso obligó a Solabarrieta y su cuerpo técnico a cambiar sobre la marcha el plan de entrenamiento. Camino de La Albericia llegó la noticia y lo que iba a ser una sesión ligera y regenerativa se convirtió en una más intensa y táctica. Nada que no tuviera fácil solución.

La situación no deja de ser rocambolesca. De hecho, en el seno del Amorebieta aún barajaban este martes por la tarde la idea de volver a hacerle llegar a la Federación la imposibilidad de jugar el viernes. Sin embargo, aunque no en el mejor de los escenarios, el club vasco empezó este martes a ver la luz en el túnel en el que lleva ya casi dos semanas. La plantilla pasó las pruebas PCR previstas y algunos de sus jugadores ya podrán salir del confinamiento en el que llevan diez días. Los médicos les harán llegar los resultados este miércoles y certificarán si existen más positivos y si los que lo eran han dejado de serlo. Con todo ello, el cuerpo técnico del Amorebieta hará este miércoles inventario para conocer con cuántos futbolistas podrá contar el viernes para enfrentarse al Racing. En el peor de los casos podrá 'alistar' a los jugadores del equipo que milita en categoría regional que necesite para completar la convocatoria. «No es la mejor de las maneras para jugar un partido», manifestaba Riki Rodríguez el pasado lunes antes incluso de saber que el duelo se retrasaría dos días más allá.

Los males del Amorebieta se centran en que el Servicio de Salud Vasco impone un confinamiento de diez días para aquellas personas que den positivo y también para las que estén en contacto con ellas. Por ello, hasta ocho –a la espera de que se pudieran confirmar más– futbolistas contrajeron el coronavirus y desde el pasado 19 de marzo se han mantenido aislados. La gran mayoría de ellos ha salido o saldrá de ese confinamiento entre el martes y este miércoles, por lo que entendían que jugar este miércoles –como el juez decidió en un primer instante– suponía un agravio total y absoluto. El Amorebieta recurrió la decisión y el juez reiteró su postura. Tanto ha sido el empeño del club vasco en demostrar que no iba a ser capaz de reunir ni tan siquiera los jugadores para presentarse en Urritxe, que ayer a primera hora del día, la Federación –a instancias del juez— decidió dar un margen de dos días hasta el viernes, para que el Amorebieta pueda recuperar a algún efectivo más. No es que la situación cambie radicalmente, pero al menos no es tan agravante.

La Federación, con esta decisión, insiste en la vía de acabar como sea la primera fase de la Liga antes de comenzar la segunda. Y, además, hacerlo en el campo. De esta manera, aunque en el reglamento queda reflejada la aplicación del sistema de coeficientes para solucionar la situación si no se jugase el partido, al ente federativo le resulta un escenario demasiado maquiavélico. En otras palabras: podría dársele la vuelta. Cabría la posibilidad –siendo mal pensados– de que un equipo pudiera acogerse a esa opción cuando los coeficientes le pudieran beneficiar más que el hecho de jugar. Es una opción remota, pero que se pondría de manifiesto si se utilizara por primera vez.

«Estamos preparados, hemos entrenado bien la semana pasada y también esta. La Federación ha decidido que hay que jugar y jugaremos», señaló Aritz Solabarrieta, entrenador del Racing, este miércoles una vez que concluyó su trabajo en el césped de La Albericia. «Hay un juez que decide que se ha de jugar; primero el miércoles, luego el viernes y se acepta. Hay que ir con ganas de sumar los tres puntos porque los necesitamos», añadió el técnico de Ondárroa.

En un principio, nada más conocer la noticia, en el Racing se esperaban que el primer partido de los verdiblancos de la segunda fase se pospusiera, pero la decisión de que no solo se hiciera con el partido del Racing sino con todo el grupo llamó la atención y resultó un tanto inesperada. El juez ha querido evitar cualquier suspicacia.