![Otro paso hacia la normalidad](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202109/11/media/cortadas/67513615--1248x1776.jpg)
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El 3 de noviembre de 1993 el Racing ganó 3-2 al Talavera. Eran otros tiempos. Quique Setién llevaba el 10 y Jabo Irureta entrenaba a un orgulloso equipo que recién regresado a Primera, terminó octavo tras rondar por momentos puestos de clasificación para ... la Copa de la UEFA. La GenX recuerda de memoria su alineación, en la que Gelucho y Pineda se rotaban según se jugara en casa o fuera. Los Campos de Sport no se caían a pedazos.
Aquel no fue, sin embargo, un buen día. El Talavera había ganado 2-0 en casa una semana antes en la segunda ronda copera, así que los toledanos eliminaron al Racing de la Copa. Toda una gesta para una modesta formación de Segunda B. Porque el Racing sería un recién ascendido, sí; pero un Primera, un histórico y la sorpresa de la Liga, en la que marchaba noveno. La derrota escoció, pero poco. El racinguismo estaba entusiasmado. Estaba abriendo una etapa en Primera de veinte años casi ininterrumpidos. Era feliz y lo sabía.
Fue la última vez que el Racing y el Talavera -un Talavera, por decirlo con propiedad- se vieron las caras. Ahora ya no existen ni aquel Talavera, que se disolvió, ni la Segunda B, esa categoría que el Racing se ha empeñado a su pesar en hacer suya en los últimos tiempos. Pero Racing y el refundado Talavera son hoy dos equipos de Primera RFEF que se ven las caras casi como de igual a igual. Cierto que uno tiene como objetivo el ascenso y el otro la zona media de la clasificación, pero las cosas han cambiado. Mucho. Los niños cántabros alucinan cuando se les cuenta que el Racing ganó al Barça de Messi, claro que los de Talavera se quedaron sin equipo, pero eso no es consuelo. Sic transit gloria mundi.
El partido de esta tarde, además de un severo control en esa evaluación continua que Guille Romo debe afrontar en sus primeros partidos en el Racing, es un día especial. Una oportunidad. De volver a ganar y olvidar la derrota en Logroño. Una derrota a domicilio, a principio de curso y ante un adversario directo. Asumible. Pero también de volver a ver algo de ambiente en las gradas, tras haberse aprobado un aforo máximo de 13.200 espectadores. Incluso de disfrutar por primera vez en año y medio de la visita de la hinchada visitante, si es que alguno se anima. Sábado por la tarde; buen momento. Peña Herbosa y El Sardinero les esperan. No hay viaje oficial (no se completó el autobús que a media semana intentó fletar el Talavera), pero si hay algún impenitente será bienvenido.
El caso es que un Racing acostumbrado ya a navegar en el desasosiego busca una calma que le devuelva su esencia en la nueva categoría; esa por la que solo quiere pasar brevemente antes de volver a algo parecido a la normalidad, y no a la nueva normalidad.
¿El equipo? El que tiene Romo en la cabeza. Más allá de la obviedad, y tras la sesión a puerta cerrada de ayer, se espera que Pablo Torre pueda ser titular para dirigir de nuevo el juego ofensivo, que Cedric esté en punta para demostrar que este año sí puede ser ese delantero franquicia y confirmar las buenas sensaciones que ha dejado en los últimos tiempos. Más complicado es aventurar si Íñigo será o no titular. El canterano se lo está ganando, pero tiene en Fausto Tienza una dura competencia.
También ha probado Romo esta semana a Satrústegui como lateral izquierdo después del mal partido de Isma López el pasado sábado en Logroño. El navarro es el único jugador sin recambio natural en el primer equipo -la alternativa es el rayista Simón, que no está convocado-, de modo que su migración al lateral puede dar la titularidad a Mantilla. Además, vuelve a entrar en la lista Marcos Bustillo, el eje del Tropezón fichado este verano para reforzar al filial que parece haber convencido definitivamente a Romo, que ya le ha dado minutos en las dos primeras jornadas.
El que estadísticamente es el primer Racing-Talavera de la historia tiene a los verdiblancos como favoritos, les guste o no. El campeonato se gana desde la primera jornada, solo el campeón asciende de forma directa y no solo la UD Logroñés, sino el Deportivo prometen imprimir un ritmo frenético. El fútbol es ciclotímico y del mismo modo que la derrota del sábado en Las Gaunas trajo la decepción, un buen partido -y, sobre todo, goles- recuperarían el optimismo de un Racing por el momento romo en ataque.
Para empezar, el técnico ha reducido su convocatoria a 21 futbolistas, sin llegar al límite de 23 permitido porque «el filial juega a la misma hora», así que sólo hay dos jugadores del Rayo en esa lista: el citado Marcos Bustillo y Juan Gutiérrez. Además, el primer equipo tiene las ausencias de Bobadilla y Jack Harper, que «están finalizando su proceso de recuperación» y pueden que estén listos de cara a «la semana que viene», según dijo ayer Romo. Será un nuevo paso para la normalidad. Como debe serlo una victoria esta tarde. Si se da el paso. Y si se gana.
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