Las peñas del Racing quieren hacer del derbi una fiesta cántabra

La Asociación de Peñas del Racing ya ha enviado a todos sus miembros un mensaje para organizar una gran quedada a la que invitarán no solo a los seguidores verdiblancos, sino a todos los peñistas y aficionados de la Gimnástica en lo que aspiran a que sea una jornada de hermandad y una gran fiesta que celebre el fútbol cántabro. Y recuperar, de paso, aquellos cocidos multitudinarios que fueron seña de identidad del Racing de principios de siglo. Además, se invitará al Ayuntamiento de Santander a que colabore en la iniciativa (este primer partido se juega en los Campos de Sport) y se buscarán patrocinadores privados. Además, ya se ha propuesto a ambos clubes que salgan al terreno de juego con las dos banderas: la oficial blanca y roja y el lábaro, muy frecuente en ambos estadios y que ya es cooficial.

El caso es que Torrelavega ya tiene entre ceja y ceja el derbi cántabro, como dejo ver su propio alcalde, José Ramón Cruz Viadero, en la fiesta de celebración del ascenso. Y Santander comienza a pensar ya en él. Y los aficionados quieren vivirlo en hermandad, de ahí la invitación expresa que se hará a la afición visitante. La expectación es la lógica en la recuperación de un duelo tan histórico como poco frecuente. Empareja a dos equipos que en 1929 inauguraron respectivamente la Primera y Segunda División. Dos equipos condenados a entenderse que se llevan mejor o peor según la época, que ahora tienen una excelente relación y se verán las caras la próxima temporada en un derbi que ya tiene dos ganadores: el fútbol y el público cántabro. El fracaso del Racing del año pasado y el merecido ascenso blanquiazul.

El 17 de marzo de 1991 Gimnástica y Racing –este es el orden correcto, puesto que la cita tuvo lugar en Torrelavega– se enfrentaron por última vez en partido oficial. El Malecón era todavía el añejo, histórico pero desvencijado campo que inauguró Victoria Eugenia y no las modernas instalaciones en las que los gimnásticos fulminaron ayer al Mirandés.

José Ramón Moncaléan entrenaba a aquella Gimnástica en la que alineó a su hermano Agapito, Ruisánchez, Roncal, Nacho, Preciado; Ramos, Vicky, Pablo, Busto; Ballina y Solé. El Racing de Felines jugó con Ceballos; Roncal (el otro, el hermano menor del exracinguista y entonces gimnástico), Cantudo, Gelucho, Revilla; Javi, Sánchez Lorenzo, Óscar, Pedraza; Benito y De Diego. Empataron a uno. El Racing subió ese mismo año a Segunda –hasta este nefasto cuatrienio casi siempre había subido de inmediato tras caer a la categoría de bronce, con una sola excepción– y los de Moncaleán no tuvieron problemas para quedarse en Segunda B. Poco después, en 1993, los santanderinos abrieron una de las mejores etapas de su historia y los torrelaveguenses a punto estuvieron de hacerlo algo después, a un solo gol, como se quedaron en el año 2000, de ascender a Segunda. Desde entonces Racing y Gimnástica se han enfrentado en amistosos, pero nunca en partido oficial.

Pero antes de esa gran cita ambos equipos deberán afrontar otros compromisos. El Racing ante el Athletic B en casa este fin de semana y la semana que viene en Tudela. La Gimnástica, este sábado frente alArenas en Gobela y la próxima en El Malecón ante elIzarra. Y después, un derbi para el que el Racing aún no ha hecho pública la fecha y horario.