Penitencias compartidas

La Segunda B fue instaurada con tal denominación en la temporada 1977-78. Y el hecho más relevante de esta nueva categoría fue el primer encierro de una plantilla del fútbol español por impagos. El primer equipo en alcanzar esta triste mención fue el Mallorca. Después se repetirían otras muchas historias iguales, producto de esta categoría deficitaria en tantas cosas.

Desde su fundación ha experimentado seis cambios de normas. En la temporada 86-87 fue un grupo único en el que –de forma transitoria– ascendían directamente los cuatros primeros. En el periodo 87-88 pasó a componerse de cuatro grupos de veinte equipos donde ascendían los campeones de forma directa. En la temporada 90-91 desaparecieron los ascensos directos. Los cuatros primeros de cada grupo forman cuatro liguillas, donde había un primero, segundo, tercero y un cuarto. El premio sería para cada campeón de esta segunda fase. El Racing fue uno de ellos en Getafe, donde consiguió el primer ascenso en este nuevo sistema. En un final que lo soñó Alfred Hitchcock. No acabaron las pruebas y en la temporada 2004-05, para subir había que pasar dos eliminatorias. Los campeones jugaban contra un cuarto, el segundo contra un tercero; y al final, la misma forma de emparejar: un mejor clasificado con un inferior. Fue en la temporada 2008-2009 cuando se instauran las reglas actuales de ascenso. En el curso 2013-2014, con el inolvidable Paco Fernández y ante 21.000 racinguistas, el Racing pagó una parte de la penitencia, pero quedaba muchísima más por apoquinar. La temporada pasada nos dejó una gran puntuación, pero no la suficiente para superar a la Cultural, que con los mismos puntos fue campeona.

Y después de dos temporadas y media, es decir, 104 partidos disputados, el domingo nos visitó la Real en su versión B. Y al Racing le volvió a costar ser lo que quiere. Con todos los componentes de la plantilla verdiblanca diciendo que merecimos ganar. Pero como dijo aquel, los partidos no se merecen, se ganan. Y el Racing, que es el tercero que más gana en este grupo, ya está a tres partidos para alcanzar su primer objetivo. Que no es el más importante. Y es que al Racing, con su carencia de gol, le pasa como aquel entrenador expulsado que pasó por las oficinas del club pidiendo que recurriera para rebajar su sanción, según él injusta. Se quedó muy sorprendida con la respuesta que recibió: «En el pecado llevas la penitencia».