A la afición racinguista

Me resultó muy emocionante presenciar cómo los aficionados del Real Zaragoza que se encontraban situados en una grada inferior a la racinguista, con un gran cariño, al terminar el partido se volvieron mirando a nuestros seguidores, dedicándoles unos fuertes y merecidos aplausos. Al finalizar el encuentro, sentí la obligación de acercarme a nuestra afición, para agradecerles su excelente saber estar en unos momentos tan difíciles. Allí, me colmaron de sentidos e improvisados abrazos, que me llegaron a emocionar. Unos eventos que me resultaron impresionantes, pese a todos los años, partidos y desplazamientos que llevo siguiendo al Racing. Y también debo resaltar la despedida al autobús del equipo, con calma, sin un reproche. Como entiendo que debe ser el fútbol.

Gracias, amigos.