Peque se suma a las dudas del Racing para un partido de alto riesgo

Eso sí, el Racing ha llegado a un acuerdo con la policía Nacional para que permita abrir las taquillas mañana domingo por la mañana. Se trata de una relectura de la ley que permitirá a los aficionados que aún no tengan entrada adquirir una mañana en horario de 10.00 a 13.00 horas. Igualmente, las ventanillas de los Campos de Sport dispensarán localidades hoy en horario de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00. Lo cierto es que el Racing tiene la esperanza de llenar al campo. Quizá no de colgar el cartel de 'No hay billetes', pero sí poblar la grada de colorido. No hay que olvidar que ya se han vendido más de 5.000 entradas.

Eso en lo que rodea al partido fuera del campo, porque dentro José Alberto se topa con las mismas dudas de siempre -al menos en los últimos partidos- y con una más que se presentó ayer de improviso. La de si Peque podrá estar en El Sardinero ante el Oviedo. El mediapunta se tuvo que retirar ayer del entrenamiento por una sobrecarga y rápidamente se le practicaron pruebas de imagen para descartar algo más grave. Los exámenes médicos no detectaron nada, de manera que el catalán se probará hoy en el último entrenamiento de la semana para comprobar si llega en forma al choque. En caso de que no lo haga, este puede ser el momento de Pombo para reivindicarse, ya que no está gozando de mucha relevancia esta temporada.

Además de este contratiempo, José Alberto tiene que darle vueltas a la cabeza con la defensa. Rumiar sobre qué hará con los laterales, especialmente el izquierdo, y el centro de la zaga. Saúl o Mario, Mantilla o Dani Fernández, Pol o Germán, «He ahí la cuestión», que diría el Hamlet de William Shakespeare. O cualquier racinguista mientras hace cábalas sobre el once que elegirá el asturiano para tratar de doblegar al Oviedo. El técnico podría optar por mantener el once de la pasada jornada, ya que en Miranda se mantuvo de nuevo la portería a cero y esa es una buena noticia. Pero también podría dar un giro de timón de última hora y sorprender con algún pequeño cambio. Nada revolucionario. Solo pequeños retoques en ese puzle que tiene ya bastante definido para cada partido. Permutas a las que se ve forzado en la mayoría de ocasiones por lesiones y tarjetas. Aunque el asturiano también ha dejado ya más de una sorpresa.

Con el regreso de Saúl, que no pudo estar en Anduva por sanción, se plantea la incógnita de si el míster optará por dar continuidad a Mario, que disputó los 90 minutos ante el Mirandés y cuajó un partido serio y solvente, o devolverá el puesto al de Vioño de Piélagos, que es quien normalmente lo ocupa. En otro casos, a raíz de una suplencia por lesión o sanción, el nuevo inquilino se ha hecho de manera permanente con el puesto, así que no se puede desdeñar ninguna posibilidad y tal vez Mario disfrute de minutos de nuevo, y esta vez en casa y ante un Sardinero a rebosar.

Algo similar ocurre con Pol Moreno, solo que el catalán lleva ya un partido ganándole la mano a Germán. El andaluz se cayó del once por sanción y Moreno lo sustituyó ante el Villarreal B. Lo hizo bien y el Racing no encajó gol, con lo que el míster lo premió con una continuidad en Anduva que podría tener mañana su prolongación en detrimento de Germán. Pol se convertiría de nuevo en la pareja de Alves, que sí que es inamovible, al menos por ahora. Y si el lateral izquierdo plantea dudas, el derecho no se queda atrás. Mantilla es quien ha ejercido en el carril diestro en los tres últimos partidos, pero no es descartable una vuelta de Dani Fernández. Ambos cuentan con perfiles complementarios.

Donde no hay dudas es en portería, ahí reina Ezkieta. Tampoco en el doble pivote, que tiene pinta de ser de nuevo para la pareja Íñigo-Aldasoro. Lago Junior repetirá como extremo por la derecha, tras la lesión de Andrés Martín, e Íñigo Vicente por la izquierda. Peque de enganche, si la sobrecarga se lo permite y si no, Pombo; y Arana en la delantera. El núcleo duro.

Ayer José Alberto apenas dio pistas en el entrenamiento matutino en La Albericia sin Grenier ni Andrés Martín, ambos lesionados. Como es costumbre, el de los viernes es el menos intenso de la semana y ni siquiera jugaron el obligado partidillo. Apenas algo de gimnasio, unas carreras y jugadas de estrategia. Objetivo: sorprender a los de Luis Carrión. No hubo partidillo, pero el jueves sí, aunque el míster tampoco mostró demasiado sus cartas. Y no es que el técnico juegue al despiste, es que se simuló que uno de los dos equipos en los que distribuyó a sus jugadores era el Oviedo, con lo que las rotaciones y probaturas no cesaron en toda la mañana.

Lo que está claro es que no hay que caer en la autocomplacencia. Cada punto de aquí al 19 de diciembre, cuando el Racing eche el cierre navideño ante el Andorra, es vital para terminar la primera vuelta un poquito más cerca del objetivo.