«Los pequeños detalles son los que nos han costado caros»

-Está usted en racha...

-Pues sí, la verdad. Meter cinco goles en tres partidos... Y alguno que me han anulado, como ante Osasuna B. Ya había metido uno. Ese pudo haber sido el segundo

-¿Ha tenido alguna vez una racha goleadora así?

-En Fuenlabrada tuve una, pero no fue igual. Y también en Mallorca. Pero en el filial del Mallorca, en mi primer año en Segunda División B, terminé como pichichi con 17 goles. Estuve cuatro jornadas seguidas marcando. Pero si no recuerdo mal, no creo que fueran dobletes, aunque sí tengo algún partido en mi carrera con un 'hat trick'. Los delanteros vamos por rachas. Tal cual. Estás semanas o meses sin marcar y luego... Es así. Y todos los delanteros. Cuando no marcas goles, quieres asegurar más. Y cuando los metes, da la sensación de que la portería es más grande y todo lo que tires, entra. Es una sensación increíble. En el último partido, mis compañeros lo decían: 'Balones a Cedric' (risas).

-Lástima que estos goles no hayan llegado antes para el Racing.

-Sí, la verdad que sí. Ese es el único 'pero' de todo esto. Si hubiesen llegado antes, todo hubiese ido mejor para el equipo y para mí, personalmente. Me da rabia que ahora se me caigan los goles y por ejemplo, ante el Arenas de Getxo, terminásemos con empate a cero.

-¿Con qué sistema está más a gusto en el campo?

-Con el '4-2-3-1'. Y yo de '9', solo en punta. Yo creo que cualquier delantero está más cómodo jugando solo y con gente de calidad que le pueda asistir.

-¿Con qué compañeros del Racing se asocia mejor?

-Con Pablo Torre me entiendo muy bien. Es muy vertical y me da la oportunidad de hacer esos desmarques. Tiene visión de juego y precisión. En el primer gol ante Osasuna, el pase de Pablo era muy complicado. Pero llevamos semanas en que esos pases nos salen bien.

-Ese objetivo mínimo de estar en la Primera RFEF está ya conseguido. ¿Se puede hacer ya un balance de la temporada?

-Se podría hacer, aunque quedan tres partidos. Todos estamos de acuerdo en que la temporada no ha sido lo esperado. Pero de todo hay que sacar cosas positivas. Hay jugadores que han demostrado que tienen fútbol para rato y que pueden soportar en el futuro al Racing. Y no solo los canteranos, sino también alguno más. Eso es una ilusión para la afición. Aunque no hayamos conseguido el objetivo de la temporada, también se pueden sacar esas cosas positivas y que pueden ser la base para la próxima campaña, que va a ser súper exigente.

-¿Qué ha fallado para no estar peleando por el ascenso a Segunda División?

-Ha fallado el que se nos han escapado partidos por pequeños detalles. El Athletic B que nos empata en el último minuto, la Real B que nos marca también en el último minuto... Pequeños detalles que nos han costado caros. Eso no lo hemos cuidado. En general, creo que el equipo después ha demostrado -si no lo he leído mal- que es el mejor de España en la segunda vuelta. Pero con esos fallos no hemos tenido margen de error. Sin haber perdido, nos hemos quedado sin un posible ascenso.

-Si pudiera volver atrás en el tiempo, ¿qué cambiaría Cedric, en cuanto a su actuación personal, en esos partidos?

-No sabría decir con detalle. Pero en la parte principal de la temporada, tendría que haber sido, si se permite la expresión, más 'egoísta'. Era feliz con ver al equipo ganar, o dando asistencias. Quizá me faltó decir 'quiero ser el mejor en este partido', o 'quiero meter gol'. Al principio de la temporada llegué muy tímido y muy dubitativo.

-Y en lo colectivo, ¿qué habría tenido que cambiar el Racing?

-Lo que nos ha faltado en muchos partidos es el tema de la experiencia. Por ejemplo, en ese partido ante el Athletic B, haber hecho que en esos últimos minutos no se jugase a nada. O que lo que no hayamos podido ganar en 85 minutos no lo perdamos en cinco, como contra la Real Sociedad B. En partidos vitales, nos ha faltado juntarnos e intentar aguantar. Y también nos ha faltado liderazgo en el campo.

-Tiene un año más de contrato ¿Se ve aquí la próxima temporada o esta racha goleadora le puede poner en el mercado como un jugador apetecible?

-No lo sé. Yo me veo aquí porque tengo contrato con el Racing. En eso la última palabra la tiene el club, que decidirá si mis prestaciones merecen esa campaña más. Pero tengo esa temporada más de contrato y estoy tranquilo. En esta he disfrutado de minutos.

-Nació en Nigeria, pero su perfecto castellano denota que lleva mucho tiempo en España...

-Sí, nací en Nigeria. Pero vine con dos años a España. De Nigeria no me acuerdo de nada. Llegué a Madrid con dos añitos.

-¿Cómo empezó a jugar al fútbol?

-Empecé allí. Primero en las categorías inferiores del Real Madrid. También en Pozuelo. Pero con 14 años firmé con el Mallorca, donde estuve hasta los 23, salvo un año en el Mestalla. Puedo decir que soy un canterano del Mallorca. He jugado también en Fuenlabrada, en Bélgica y ahora aquí, en Santander.

-¿Y cómo fue esa experiencia de jugar en la isla?

-A Mallorca me fui solo. Viví con una familia de acogida, con dos compañeros más. Mi experiencia más larga en el fútbol es allí. Mallorca es muy distinto a Madrid, porque Madrid es una ciudad muy complicada, muy estresante. Aunque yo soy de allí, y estoy acostumbrado a esa vida. En Mallorca es todo más tranquilo. Incluso me he comprado allí una casa, porque mi idea es vivir en Mallorca en el futuro. Pero para el tema fútbol también es complicado. Mallorca hace que te relajes demasiado y Madrid, que te estreses demasiado (risas). Creo que el término medio está aquí, en Santander.

-¿Con qué se queda de los lugares en los que ha jugado al fútbol?

-De Fuenlabrada me quedo con su afición. Me hicieron sentir como nunca. Además, venían a verme jugar mi familia y mis amigos. En Mallorca sólo sabían de mí por las redes sociales. De Mallorca me quedo con lo que me han inculcado. Eso, es lo que soy. Seré mejor o peor, pero gracias a ellos. He crecido con su mentalidad.

-¿Y de Santander?

-La llegada a Cantabria fue complicada. Y con esto del covid, los aficionados no nos han podido conocer del todo a los jugadores como creo que se debe hacerlo. Fue complicado al principio porque es una afición muy exigente. Venía de Fuenlabrada, de Bélgica... Y llegué aquí, con una afición con esta exigencia increíble. Fue frustrante al principio no darles lo que esperaban de mí. No me daba. Pero es gente abierta que reconoce cuando alguien le cambia la opinión. La gente de Santander, al igual que en su momento han dicho cosas de mí porque no les gustaba, ahora sí creen más en mí y ven esa mejora. Que lo perciban ellos me parece muy bueno. Me quedo con eso.

-Habla de ese paso por el fútbol belga, su única experiencia fuera de España, en el Royal Excel Mouscron. ¿Cómo fue?

-Allí es todo muy distinto, más apagado. El ritmo de vida es muy diferente al de aquí. Y la experiencia no fue como yo la esperaba. En España siempre quieres ver cómo es la vida en otros países, pero entre una lesión, el idioma... No disfruté allí para nada. No me sentí futbolista como me siento ahora. Además, el fútbol pasa totalmente desapercibido para los aficionados. Nadie te conoce o te escribe. Y aquí pasa todo lo contrario. Todos los días se habla del Racing. Aquí se vive el fútbol.

-¿Pesa tanto el nombre del Racing para decidirse a fichar por este club?

-Por supuesto que pesa. Y por eso estoy aquí. Es el equipo más grande que hay en la Segunda División B. Y si el Racing te llama es muy difícil decir que no. Con su historia y todo lo que ha hecho, dan muchas ganas de venir y de probarte. El Racing mantiene ese cartel, esa historia. Aunque creo que al final hay que saber llevar con naturalidad que el equipo no está en la élite del fútbol. Yo sé que la afición del Racing está con los jugadores, pero a veces parece que quieran darse latigazos en la espalda. Da la sensación de que nada vale. Y digo esto por la experiencia que tuve en el Mallorca, donde también había mucha exigencia. Creo que no hay que darse esos latigazos en la espalda y luchar por salir de esta categoría todos a una.

-¿Se ve de delantero del Racing en esa Primera RFEF para intentar el salto a Segunda División?

-A mí sí me gustaría. Estoy cómodo aquí. Creo que puedo dar más de lo que estoy dando y me siento con confianza para hacerlo.

-¿Qué le gusta a Cedric fuera del fútbol?

-Me gustan las batallas de gallos (rap). Y también jugar a la 'play', que me hace desconectarme del fútbol. ¡Pero el FIFA, ni le toco! (risas). A pegar tiros. También tengo dos hijos pequeños, niño y niña, de año y medio y dos años de edad. Y no hay familia que pueda ayudar, ya que está toda en Mallorca.