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Con el mercado cerrado llega el turno del director deportivo, Mikel Martija. El racinguismo está expectante y quiere que alguien valore cómo ha sido el trabajo de configuración de la plantilla. «Es difícil resumir lo que hemos hecho en dos meses en una frase».
Así ... empezó el mandatario su exposición ayer, aprovechando la presentación de Pombo. Quiso dejar claro que «cuando se llega a la categoría tienes que asumir una serie de características. Ni buenas ni malas. Pero sí condiciona las cosas». Martija indicó que ha habido dos momentos durante estos dos meses. «El primero, donde quisimos construir una base importante del equipo para empezar a trabajar. Y en un segundo tramo hemos querido estar pendientes de las situaciones del mercado». En resumidas cuentas, que pese a esa ilusión que se tenía para rematar la plantilla al final «solo se ha podido hacer lo que el mercado ha permitido». El mandatario explicó que «hay situaciones que no se pueden hacer con previsión; hay fin de contratos, rescisiones, salidas por incorporaciones de otros clubes...». Con este contexto, Martija reconoció que «se ha querido llegar con posibilidades económicas y de licencias al final».
Para todo ello, el mandatario racinguista incidió que «no se ha escatimado ni en esfuerzo personal ni esfuerzo económico». Y en ese sentido -añadió Martija- «hemos tenido la capacidad de inversión en el área deportiva de en torno a siete millones de euros. Y hemos dejado algo residual».
Este es el contexto que expuso el director deportivo para entender cómo se ha trabajado en la secretaría técnica. «Se han acometido operaciones que había que hacer rápido y hemos apurado casi al máximo esos siete millones de euros».
Esa cantidad llamó la atención en su exposición, después de que el propio presidente, Alfredo Pérez, apuntase a que el club podía llegar a los diez millones, su tope salarial. Martija introdujo el término «capacidad de inscripción» para explicar el gasto final. Así las cosas, según el mandatario, «lo que se hace es una estimación, una capacidad de inscripción; eso inscribible que asciende a siete millones se apura y luego se ha guardado un margen, pero no quiero que nadie se piense que hemos guardado grandes cantidades, aunque sí algo para hacer cosas».
No fue sencillo del todo, pero de alguna manera lo que Martija quiso destacar es que «no se ha ido a fichar y a gastar por gastar. Hemos ido a nuestro mercado y ahí hemos estado bien». No quiso dejar escapar la oportunidad de repetir que «Guillermo y yo hemos hecho un trabajo conjunto; de tomar decisiones en momentos importantes y donde el tiempo era vital». Tampoco olvidó aludir a la ficha libre que se ha reservado el club. El mandatario sí que admitió que «no sabemos qué pasará; no puedo decir que esté cerrado todo, puede haber una lesión, algo. Lo que sí podemos decir es que con la llegada de Pombo creemos que hemos acabado de perfilar una plantilla compensada».
Pese a que las cuatro derrotas consecutivas condicionan cualquier análisis, Martija señaló el perfil de jugador que se ha querido traer: «Con hambre, con ganas de demostrar, con experiencia en la categoría, con ganas y que se va a adaptar rápido». Ese era el guión, ahora bien, «con el mercado en marcha -añadió- y la competición funcionando parece que lo que decimos no coincide». El director deportivo volvió a señalar esa «unión, que corroboro» entre su figura y la de Guille Romo, «algo que se presenta como muy importante para revertir este inicio».
Martija pudo comprobar por las preguntas de los compañeros de los medios de comunicación en el acto que las dudas y los temores son más que palpables. Por eso, el mandatario se afanó en trasladar «el convencimiento de que lo vamos a sacar adelante».
Como no podía ser de otra manera, su mensaje fue mucho más optimista que lo que se intuye en el entorno. El partido ante el Tenerife fue el peor de los cuatro jugados hasta ahora y por eso escuece la herida. «Lo que intento, como si fuera una película, es que la última escena no me lleve a una conclusión. El último día estuvo mal, pero también dije que con los dos partidos de casa que se jugaron deberíamos estar mejor». «Empezar a sí no es bueno porque merma la confianza. El próximo partido es una buena oportunidad para cambiarlo».
Aún le faltaba responder a una pregunta que planeaba por la sala de prensa de El Sardinero y nadie se lanzaba a hacerla ¿Peligra el puesto de Romo?: «No he ocupado ni un minuto en esto. Hay un convencimiento de que tenemos que sacarlo todos adelante. No todo es negativo. Tenemos que hacer un análisis más allá de los cuatro resultados».
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