La permanencia, conseguida al 90%

Por una parte, los de José Alberto tienen una renta de siete puntos sobre el descenso y una proyección de 50 puntos hasta final de temporada. Una cantidad que en la última década, salvo en la temporada 19-20, cuando el Deportivo bajó con 51 puntos, siempre ha garantizado la permanencia. Además, al ritmo que marca desde el cambio de entrenador (19 puntos en once partidos, con cinco victorias, cuatro empates y dos derrotas) terminaría el curso con 56, un margen más que sobrado para evitar la pérdida de categoría.

En estos momentos los verdiblancos deben gestionar una ventaja de siete puntos a falta de once partidos con otra circunstancia a favor: han intercalado a otros equipos entre la Ponferradina, que en estos momentos descendería con 30 puntos, y su 16ª posición. Porque al menos diez formaciones compiten aún, como los cántabros, por evitar la pérdida de categoría.

En cuanto al calendario, aunque al Racing le resta enfrentarse a varios adversarios que luchan por el ascenso, también debe medirse a los dos colistas: el domingo al Lugo en el Anxo Carro y en los Campos de Sport al Ibiza en la jornada 38, además de otros rivales de la zona baja de la clasificación.

La experiencia de temporadas anteriores hace prever que la permanencia estará asegurada con tres victorias y un empate en las once jornadas que restan e incluso con un peor balance, un cálculo que en caso de triunfo en Lugo sería significativamente más favorable. Se debe tener en cuenta, eso sí, que la frontera puede oscilar.

El hecho de que tres equipos estén prácticamente descartados facilita el objetivo. Hace apenas tres meses el Racing competía por ganar una Liga particular, la de los cinco peores clasificados, para eludir el descenso. La clasificación estaba rota. Sin embargo, tras la remontada de las últimas jornadas son al menos siete los equipos que luchan ahora por evitar este puesto. Todo eso, además, en el supuesto de que la Ponferradina, que en estos momentos tiene un 71% de posibilidades de caer a Primera RFEF, consiga marcar un ritmo de caza.

Con este decorado, y teniendo en cuenta todos las escenarios posibles, el Racing tiene un 90% de posibilidades de continuar la próxima temporada en Segunda División y un 10% de caer de nuevo a Primera RFEF, de acuerdo con el cálculo de Fivethirtyeight.

El procedimiento, aunque algo más complejo, se puede explicar del siguiente modo: se calculan todas las posibilidades posibles, con cualquier resultado en los 121 partidos que restan por disputarse en Segunda División, y se proyectan a la clasificación actual. De todas las posibilidades resultantes, se extrapola a números relativos los escenarios que envían a un equipo a las cuatro últimas posiciones y, por lo tanto, a Primera RFEF, y en los que consigue la permanencia. De esta operación se obtiene, tras el redondeo, que el Racing tiene un 90% de posibilidades de mantenerse en Segunda División y solo un 10% de descender.

El motor de Fivethirtyeight, autora de la predicción, tiene además en cuenta la evolución de los equipos para ponderar los resultados -de ahí que la clasificación real no coincida con la predicción-, con lo que no se trata solo de una serie de permutaciones, para tratar de afinar más sus datos.

El buen momento verdiblanco se traduce en unas expectativas cada vez mejores. Cuando en la primera vuelta el equipo entonces entrenado por Guillermo Fernández Romo encadenó cinco derrotas consecutivas y cayó al 18ª puesto, tenia un 59% de posibilidades de perder la categoría. Fue en ese momento cuando se produjo el relevo en el banquillo y comenzó la recuperación.

A medida que pasan las jornadas, la probabilidad de acotar aún más, con lo que sencillamente mantener la renta, como ocurrió el lunes con el empate ante el Huesca, supone una buena noticia en los Campos de Sport.

Los principales rivales verdiblancos son, en consecuencia, sus dos vecinos asturianos, unos Real Oviedo y Sporting que con un punto menos rondan también el 10% de posibilidades de descenso. El Racing tiene la diferencia de goles particular ganada con los gijoneses y aún debe disputar el partido de vuelta en el Carlos Tartiere. Será en la jornada 41, en el penúltimo desplazamiento de la temporada. Son los tres rivales más a tiro de la Ponferradina en una clasificación en la que se ha abierto brecha.

Queda también pendiente una visita a La Romareda para medirse a un Real Zaragoza que tiene un solo punto más que los cántabros y otra al Mirandés, que, con 40 puntos, poco menos que se ha asegurado continuar la próxima temporada en LaLiga, pero que aún mantiene un 5% de posibilidades de descenso.

En consecuencia, más allá de lo que ocurra el domingo en el Anxo Carro, el Racing tiene el objetivo a tiro. Pero el club se afana en evitar cualquier tipo de relajación o dar nada por hecho, porque existen antecedentes que advierten de ese peligro. Uno de ellos, aquella temporada 89-90 en la que un Racing pensado para mirar hacia arriba entró en una nefasta dinámica que concluyó con el primer descenso a Segunda División B de su historia. Ahora comienza la carrera por los entre diez y doce puntos que garantizan la continuidad. O por esos 50 que, como número redondo, se marcaban a principio de temporada.