El plan de Romo aprueba con sobresaliente en la Liga regular

A la espera de ese incómodo partido de campeones en Galicia (3 de junio), los verdiblancos han firmado unos registros en la primera temporada de esta nueva categoría que no serán fácil de superar. Los 82 puntos con los que cerrará el periplo, muy lejos de los 74 que a lo sumo podrá sumar el Andorra –el otro campeón del Grupo II– pueden ser un récord a batir en años sucesivos. Además, sus 25 triunfos de 38 partidos no dejan de ser otro dato que ilustra la superioridad con la que el Racing ha logrado el «superobjetivo» del ascenso. Para salir campeón no solo es necesario ganar y eso el equipo de Guillermo Fernández Romo lo asimiló desde la jornada uno y de ahí que también sea el conjunto que menos derrotas acumuló en Liga, tan solo seis y ninguna de ellas fue en El Sardinero. Los racinguistas no perdieron ni un solo partido en su estadio demostrando mejor que nadie que cuando un equipo es intratable ante los suyos tiene mucho camino andado.

La trayectoria del Racing en este nuevo formato mejorado de la antigua Segunda B ha sido de lo más regular. Empezó titubeante, con dos victorias, ante Tudelano y Talavera, y dos derrotas, frente a la UD Logroñés y Celta B, en cuatro partidos que hicieron sonar las alarmas. Pero a partir de ahí, con el llamado plan de Romo, el equipo sufría, pero no fallaba. Empató con el Deportivo (0-0) en El Sardinero en el duelo de los duelos que ya anunciaba la competición y más tarde ganaba por la mínima en Badajoz a otro de los favoritos. En Liga, a velocidad crucero, no pinchaba. En cambio, durante su intachable singlatura liguera se produjo un punto negro, que a juicio de su entrenador fue fundamental y se convirtió en el impulso definitivo:la eliminción de la Copa Federación. El Racing cayó en la última ronda de la modestísima competición ante el Leioa, que militaba en dos categorías menos. Romo probó jugadores, dio oportunidades a canteranos, pero cayó con estrépito y se quedó sin poder emparejarse en la Copa del Rey con un rival de Primera. Un fracaso que planeó, pero que lejos de frenar su campaña liguera logró empujarla más.

Tras la eliminación copera, el Racing siguió manteniendo el tipo a un Dépor favorito en todas las quinielas. Seis o incluso siete era la ventaja de puntos que los gallegos mantenían con un Racing con dudas, pero efectivo. Y fue al volver de Navidad cuando el equipo pasó de ser efectivo a demoledor. Despertaron jugadores que estaban aletargados como Patrick Soko o Cedric, que después de cuatro meses sin marcar anotó siete goles en cuatro partidos. Y venció en los campos de sus rivales (Deportivo, Unionistas, UD Logroñés...). El Racing, con el mejor jugador de la categoría, Pablo Torre, no perdonó más hasta que firmó el ascenso cinco jornadas antes de acabar la Liga. La afición le siguió a todos los campos –con 2.000 seguidores en Salamanca–, El Sardinero se llenó ante el Celta B el día final  (22.000 espectadores). Quizás por eso no se le debe reprochar del todo que una vez conseguido el objetivo no haya sido capaz de ser el mismo –dos derrotas y un triunfo–. Un sobresaliente es para disfrutarlo.

82puntos. El Racing, con el triunfo virtual que ya tiene asegurado ante el Extremadura la semana que viene, formará un registro que se convertirá en un récord a batir.

Incontestable: 25 triunfos y tan solo seis derrotas. El Racing supera con creces a cualquier rival de esta nueva Primera RFEF. El Andorra, que ya ha conseguido matemáticamente el ascenso directo y el campeonato en el grupo II, a lo sumo será capaz de sumar 74 puntos, lo que demuestra que la superioridad del Racing ha sido manifiesta.

25triunfos. El Racing de Romo ha ganado 25 partidos de los 38 que forman la Liga. Sus dudas iniciales fueron poco a poco convirtiéndose en una demoledora apisonadora deportiva.

Once, a domicilio. En casa, su dominio fue indiscutible. En cambio fuera de El Sardinero mostró alguna debilidad, pero aún así logró la victoria en once ocasiones, además de la que sumará la semana que viene sin jugar.

6derrotas. Tan solo perdió seis partidos, todos ellos fuera de su estadio y dos una vez que se consiguiera el objetivo del ascenso

Invicto en casa. Tan solo cinco empates. Eso fue lo que cedió el Racing en su estadio. El resto fueron todo victorias. Fuera cayó seis veces:UD Logroñés, Celta B, Cultural Leonesa, Valladolid B, Tudelano y Bilbao Athletic.

25jugadores utilizó Guille Romo en su periplo liguero. Unos más que otros, pero sí es cierto que el entrenador racinguista utilizó a todos sus futbolistas en algún momento.

Veteranos y jóvenes. El ascenso ha sido cosa de todos. Romo maniobró con su plantilla hasta dar con su once ideal y luego no lo cambió mucho. Por el camino canteranos como Jorrín, Simón Luca, Yeray o Bustillo, en menos medida, aparecieron y desaparecieron, pero también contribuyeron a la causa.

El Racing ha logrado un ascenso que es como sacar un sobresaliente en el aspecto deportivo. No se puede pedir más. En cambio, sus notas no se quedan ahí; en lo social se ha superado, logrando una identificación con la afición tal que en cada desplazamiento casi jugaba como local. La enorme cantidad de jóvenes aficionados aporta ilusión al club. Y por si fuera poco, la irrupción de Pablo Torre, una joya de la cantera que es un espejo y que además le ha permitido a la entidad ingresar una cantidad de dinero por su traspaso que alivia su maltrecha economía... Miel sobre hojuelas.