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El plan está en marcha. Se trata de cambiar lo justo para que todo siga igual. Que vuelvan Pablo Torre y Cedric y que no se note. Ya no hace falta ni que aporten. No. Basta con que todo siga como hasta ahora, incluso ... cuando no estaban ellos. Porque el Racing ha sido capaz de que no se notara que faltaban los mejores -con permiso del resto-. Eso es una condición de los equipos que empiezan a superar esa delgada línea roja que marca la confianza. Y el Racing parece haberla cruzado a su ritmo y a su modo e, indiscutiblemente, al que marca su entrenador que contra viento y marea ha mantenido la misma partitura que desafinaba al principio. Con ellos dos, con Pablo Torre y Cedric, la intención es que este sábado (El Sardinero, 19.00 horas) el Unionistas se dé cuenta de que el Racing es uno de los favoritos de verdad. Y eso que los salmantinos sólo han perdido un partido. Y para eso más que parecerlo hay que serlo. No importa mucho someter, como se dice ahora a quien domina los partidos, sino ganar. Esto último, nunca cambia.
Guille Romo se prepara para su séptimo duelo en casa sin nada que chirríe, nada que pueda llamar la atención. De los Campos de Sport tan solo el Deportivo se fue con algo, un puntito, el resto regresaron de vacío y pese a lo que se pueda pensar es un argumento suficientemente fiable como para mantener lo que se hace. Sin embargo, este sábado el Racing se puede dar de bruces con su alter ego particular, ya que si el equipo de Romo no cambia nunca el guión, el Unionistas de Dani Mori planta el sistema 4-4-2 y no le importa lo que suceda a su alrededor. Juega así y punto.
Ahora bien, con todos estos antecedentes resultó chocante escuchar al míster este viernes en la rueda de prensa habitual de los viernes. «Puede que nos obliguen a hacer cosas que no solemos hacer», señaló. «Nos planteamos cosas», añadió. «Va a ser un partido en el que va a haber que modificar y utilizar varios planes», insistió. En resumidas cuentas, lo de esta tarde puede ser más impredecible que nunca.
Pablo Bobadilla y Borja Domínguez serán los únicos que de partida no se vestirán, el resto dependen de lo que Romo decida y esta semana es la que más complicado le han puesto su función. Debe elegir entre futbolistas que se han ganado el puesto a lo largo de las jornadas y otros que han aprovechado mejor que nadie su oportunidad cuando no han estado los primeros. No es sencillo, pero va en el cargo del entrenador. Así las cosas, la posibilidad de que Marco Camus o Manu Justo regresen al banquillo después de hacer todo lo que se les pidió con nota es más que un hecho. Son cosas del fútbol. La defensa de hoy está cantada: Unai Medina, Pol Moreno, Eneko Satrústegui y Simón Luca. Con Bobadilla lesionado y Simón Luca reforzado, Romo no tendrá que reinventar nada para armar la zaga con la que el equipo dejó la portería a cero las dos últimas jornadas. En este esquema se queda fuera Álvaro Mantilla, que si bien empezó siendo el comodín del míster ha perdido el paso. Lo de Miquel Parera, ya ven, se empieza a dar por hecho antes de tiempo.
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Esa posibilidad de tener que hacer algo extraordinario y diferente a lo habitual hace surgir dudas en la composición del centro del campo, donde Íñigo Sainz-Maza y Fausto Tienza son fijos, pero nada descarta que se encuentren con un compañero más. Puede ser un juego al despiste para que el Unionistas no tenga ninguna ventaja o simplemente un cambio puntual y necesario en la libreta del técnico racinguista. Así las cosas, como ya ocurrió en Badajoz, Íñigo ocupó una posición distinta, escorada en la izquierda, algo que puede ser la solución a esos temores que le preocupan a Romo. Aquella vez fue algo sorprendente, que hoy no sería tanto sin embargo no está Borja Domínguez para formar como pareja de Fausto Tienza. Parece una adivinanza, pero lo cierto es que hasta que no llegue la hora del partido no tiene pinta de que se descubra.
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Leila Bensghaiyar
Aser Falagán
Con la parte más importante del plan armada, la defensa y el centro del campo. Con la fortaleza defensiva asegurada -a priori- llega el momento de armar el ataque, donde parece que primará la jerarquía de Pablo Torre y Cedric. Los dos jugadores han sido la llave en varios partidos para acercar al Racing donde está y entra dentro de la lógica futbolística que los dos regresen al equipo. Es probable que nadie pensase que los sustitutos iban a rendir tan bien que apenas se les echase de menos, pero aún así, hoy serán titulares y el Unionistas cuenta con ello. La Liga es muy larga y no será extraño verlos en el banquillo, pero hoy no.
Y el eterno dilema: las bandas. Sobre el papel, Patrick Soko y Álvaro Bustos apuntan a titulares, pero esa variante en el centro del campo puede dejar a uno de ellos en el banco. Es la teoría de la manda; 'o te tapas los pies o la cabeza'. Con ambos se consigue un equipo más vertical, con mas velocidad y «más lineal», como bien apunto Romo ayer. Sin embargo, a ninguno de los dos se les puede pedir que ejerzan de extremos y de esa especie de centrocampista extra con labores defensivas. O una cosa u otra. Este es otro de los aspectos que deberá ser función del entrenador. Eso en cuanto al partido, pero no será menos importante la labor invisible que deberá poner en marcha para gestionar las personalidades de los futbolistas, de aquellos que no juegan mereciéndolo. Bendito problema.
En esas tareas es donde reside la fortaleza del grupo para un viaje tan largo como el que se avecina. Al futbolista que juega, poco hay que decirle, pero con aquel que después de cumplir con su cometido tiene que ver los toros desde la barrera el domingo siguiente necesita algo más empeño. Marco Camus, Manu Justo... Son el ejemplo de que ser entrenador tiene a veces labores ingratas, pero muy necesarias. Decía Santi Gutiérrez Calle el jueves, en pleno reconocimiento a su enorme trayectoria racinguista, que su peor momento llegaba cuando tenía que decirle a los chavales que no seguían en el club, que no iban a jugar más... Y es que no es una tarea sencilla decirle a alguien que espere su turno cuando piensa que le toca.
Y en medio de esa gestión de egos y argumentos, el Unionistas debuta en El Sardinero después de sorprender a los suyos y a todos los demás. De los primeros, precisamente, habrá hoy en el estadio más de 700, que ya tienen su entrada y que madrugarán para pasar el día en Santander. Parecía flor de un día, pero después de trece jornadas aupado entre los mejores no da pie a considerarle como un satélite pasajero. Bien es cierto que llega a Santander en su momento más titubeante ya que lleva un mes y medio sin ganar, con cinco empates y una derrota. Empezó tan bien que incluso con un periplo tan discreto tan solo le han podido acechar los favoritos. Practica un fútbol práctico, decidido y muy ordenado que le ha permitido no perder con equipos como la SD Logroñés o el Badajoz, o incluso ganarle al líder, al Deportivo de La Coruña. El plan ya está en marcha. A jugar.
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