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El Ayuntamiento de Santander ha aprobado este jueves, por unanimidad, la firma en el plazo más breve posible de un convenio de uso de los Campos de Sport. Un convenio que todos los grupos ven necesario, aunque con diferentes perspectivas en lo que acaba ... de ser el enésimo capítulo de una historia sin fin. Porque más allá de la declaración de principios, la moción no establece ningún plazo temporal y reveló lo enquistado de la situación en un bronco debate final entre el popular César Díaz, el socialista Pedro Casares y el regionalista Vicente Nieto.
Pero la moción debatida en el pleno aportó además algunos datos hasta ahora desconocidos. El principal, que el plazo de explotación de la cesión de los Campos de Sport (cuatro años prorrogables a otros cuatro) propuesto por el Ayuntamiento para el convenio fue lo que detuvo la firma del contrato en 2016, 2017 y 2019. Así lo ha explicado la concejal de Cultura y Deporte, María Luisa Sanjuán, revelando un dato que ni la Casona ni el Racing habían hecho nunca público, limitándose hasta ahora solo a hablar de «reparos de Intervención». Al margen de otros problemas, esta limitación, por otra parte una obligación legal pero que contradice lo firmado entre el club y el Ayuntamiento en 1983 en el contrato de venta del anterior estadio, ha llevado el convenio a punto muerto. A que ambas partes hayan pactado tácitamente congelar el proceso. Y es que como admitía el primer teniente de alcalde, César Díaz, «partimos prácticamente de cero».
Unas palabras que contradicen las del exalcalde, Íñigo de la Serna, la alcaldesa, Gema Igual, y elexpresidente del Racing, Manolo Higuera, que hablaron en múltiples ocasiones de una firma «inminente». Todo mientras Nieto y el PRC llevaban al Pleno hasta en tres ocasiones el estado de las negociaciones y la petición de la firma del contrato.
Sanjuán admite que se han descartado los borradores previos –anteriores a su gestión–, textos que, por otra parte, ni el equipo de gobierno ni el club han permitido conocer pese a que el grupo regionalista solicitó el oficio de salida ya en noviembre de 2018 «sin que aún sepamos nada de él», en palabras de Nieto. En este sentido, Sanjuán pedía la «oportunidad» de «cambiar las cosas» y que «en un horizonte corto podamos tener ese acuerdo». Pero sin ofrecer ningún plazo y dentro de las «fronteras» de «la legalidad y la transparencia». Unas palabras estas últimas que la oposición acotó señalando que no se ha permitido acceder a ninguno de los borradores.
En cuanto al pésimo estado de los Campos de Sport pese a las últimas intervenciones municipales, Díaz denuncia que «las razones por la que el campo está como está es que el usuario no ha hecho ningún mantenimiento». Una inacción de décadas del Racing que se unió al de la Casona, lo que ha llevado a las instalaciones a su actual estado. Y es que Nieto, por su parte, hablaba de «un doble ejercicio de dejación de funciones» por «no haber intervenido anteriormente en el mantenimiento» y «no haber establecido las competencias de cada una de las partes en el uso del estadio».
En el fondo subyace lo breve, difuso e «intencionadamente ambiguo» –en palabras del concejal de Izquierda Unida, Miguel Saro– del actual contrato que rige la relación entre las dos partes, y que ha generado infinidad de interpretaciones opuestas y problemas entre las dos partes.
«En los últimos años se nos ha dicho que estaba a punto, que era inminente, que faltaba solo pasarlo a limpio..., y obviamente no era así«, ha insistido Saro, que a su vez admitía el problema heredado por la «ambigüedad perfectamente calculada –por los redactores de 1983– para favorecer por la vía de los hechos que el club pudiera utilizar las instalaciones sin ninguna obligación».
Y es que esa tácita cesión indefinida en el tiempo, algo que la actual legislación no permite consolidar legalmente en un nuevo convenio, es lo que ha impedido una firma que efectivamente el equipo de gobierno de 2016 y 2017 daba por hecha hasta que los servicios jurídicos la paralizaron. «Con el anterior presidente, se estuvo a punto, pero los informes municipales que tienen que fiscalizarlo decían que no podía hacerse de esa manera», indicó Díaz.
En pleno debate con Nieto, autor de la moción y al que acusó de intentar sacar rédito político del Racing, lanzó una pregunta: «¿Un convenio cuanto antes? Es lo que estamos intentado, pero al otro lado está el club. ¿Y si no llegamos a un acuerdo, qué hacemos? ¿Echamos al Racing del campo?», sostuvo el representante del PP.
Un debate encendido que provocó incluso la intervención de Pedro Casares, pese a no ser el portavoz socialista, para recordar los 31 años transcurridos desde la inauguración de los actuales Campos de Sport, y que provocó la reacción de Díaz: «Cállese, señor Casares, y respete el turno de palabra», acotaba visiblemente molesto. Una reacción que revela hasta qué extremo se ha enquistado todo lo relacionado con el Racing en el Ayuntamiento.
Una actitud mucho más prudente e incluso conciliadora ha asumido la nueva responsable de la cartera, María Luis Sanjuán, que se ha encontrado una situación heredada y enquistada pero que tampoco propuso alternativas o novedades más allá de votar, como todos los grupos, a favor de la moción. La concejal de Ciudadanos, que recientemente admitió que aún no ha visitado el estadio, pidió de todos modos «tiempo» para abordar un convenio en el que también tendrá mucho que decir la Alcaldía y, por supuesto, el Racing, como ha recordado una y otra vez César Díaz en el debate de un nuevo capítulo del cuento de nunca acabar que ha quedado también inacabado. Porque el Pleno terminó sin ningún avance respecto al convenio. Con todo igual que ayer y varios pasos más atrás que en 2017.
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