En plena fase de reinicio

Hoy José Alberto López entrena al Racing. Sabe que más allá del tópico debe ir a por todas, porque si no, no le dará para la permanencia. Llegó con el equipo en descenso y de momento ha conseguido sacarlo del pozo, pero precisamente por eso el partido de esta noche en el inexplicable horario de 21.00 horas para un filial tiene mucho más contexto.

Hasta hace apenas un par de semanas parecía que el Racing debía jugar a ser el campeón de una liguilla de cinco para evitar el descenso. Se había abierto una pequeña brecha en la clasificación que amenazaba con ampliarse. Sin embargo, la grieta ya no es tan profunda y una victoria en La Cerámica no solo la sellaría por completo en el caso verdiblanco, sino que metería de lleno a los castellonenses -y alguno más- en la lucha por la permanencia. Con cuatro puntos más que los cántabros, el filial no arrastra su mejor dinámica de resultados.

Aunque sea jugar al cuento de la lechera, el Racing sabe que de sumar hoy los tres puntos no solo se colocará a uno de su rival de esta noche, sino también del Oviedo, que cayó el viernes en Cartagena y está perdiendo comba y estará en condiciones de adelantar a un Andorra que tras su buen arranque ha bajado su rendimiento. Otros equipos como el Mirandés y los históricos Sporting y Real Zaragoza están también a tiro. Según cómo se den las cosas, esa liguilla de cinco puede duplicar de pronto sus participantes.

Por eso el Racing tiene especialmente un ocasión propicia para ser él mismo quien abra brecha. Sobre los tres últimos clasificados, cada vez más descolgados y con malas sensaciones, pero también con la Ponferradina, que se mide en tres partidos consecutivos al líder, tercer y cuarto clasificados. Si a eso se suma que los de José Alberto reciben la semana que viene al Andorra y viajan la siguiente a La Rosaleda para medirse a un Málaga en descomposición, la conclusión es clara: es ahora o, quizá, nunca.

Los verdiblancos ya desaprovecharon una serie de tres partidos consecutivos ante equipos en descenso (se perdieron los tres) que desencadenó el despido de Romo. Ahora el margen de error, como ya sabía y verbalizó José Alberto López a su llegada a Santander, es escaso. «No podemos bajar la guardia porque no hemos conseguido nada. Tenemos que ir a muerte en cada partido y si no, no nos va a dar. En el momento que no pisemos el acelerador y no vayamos al cien por cien, no nos va a dar», avisaba el viernes.

Bien lo sabe también el técnico del Villarreal B, Miguel Álvarez: «Ahora ya se ha abierto una brecha con los de arriba y los que vamos a luchar por otros objetivos. Es un partido que puede ser de dos, tres o cuatro puntos, dependiendo del resultado. Son partidos trascendentes a pesar de quedar 15 jornadas porque son contra equipos que se van a jugar muchas cosas como nosotros».

A favor del Racing juega el hecho de que José Alberto esté en condiciones de alinear a su once predilecto. Queda la duda de si, al recuperar a Juergen, que ya ha cumplido su sanción, acompañará al colombiano del un capitán -Íñigo Sainz-Maza- en horas bajas, o un Aritz Aldasoro con la flecha hacia arriba. El de Ampuero siempre ha sido titular y el técnico asturiano es poco amigo de los cambios, pero...

El otro dilema que debe afrontar el asturiano está en la mediapunta. Un debate quizá más para el entorno que para el propio míster. Íñigo Vicente sustituyó la semana pasada al sancionado Pombo por el centro con un espectacular rendimiento. El regreso del aragonés, imprescindible por su calidad, imaginación e imprevisibilidad, obligará en principio a devolver al vasco a la izquierda, a esa banda cambiada respecto a su pierna natural. Si la obligación de los entrenadores es colocar a los mejores de modo que alcancen su mejor rendimiento, José Alberto tendrá que hacer logaritmos neperianos para conseguirlo, porque la posición óptima de los dos mejores atacantes del equipo se solapa. O cambiar el sistema o desplazar a Vicente a la banda. No le queda otra. Así que lo más probable es que regrese a su planteamiento habitual, con Mbolula por la derecha, Pombo por el centro y Vicente en la zurda.

De lo que no hay duda es de que jugará de Baturina. Una lesión de cervicales y el cambio de entrenador han dejado sin apenas oportunidades a un Cedric que confiaba que este año fuera el de un salto cualitativo en su carrera -el Racing le había renovado en una apuesta estratégica de futuro- y que ve cómo se consumen las jornadas sin que se le devuelva protagonismo. También las lesiones han lastrado a un Sekou Gassama ahora falto de ritmo y que solo suma un tanto en todo el curso, mientras que Matheus, titular dadas las circunstancias, sale de la enfermería y tampoco ha demostrado tener gol. Suma dos, ambos frente al Sporting; en la ida y en la vuelta.

Con este escenario, y pertrechado además en el tanto marcado el lunes frente al Leganés, Roko Baturina tiene casi garantizada la titularidad. El joven delantero croata, por el que el Racing tiene una opción de compra que puede ejercer este verano al final de su cesión, ha llegado como solución de urgencia para solucionar los problemas de efectividad de los 'nueves'. Por el momento ya ha marcado en su debut como titular, algo estadísticamente irrelevante, pero que le dio dos puntos al equipo e infunde confianza.

La misma confianza muestra Miquel Parera en una temporada en la que la solidez defensiva y las buenas actuaciones del balear son las que han mantenido al Racing en competición. Estará arropado por los favoritos de José Alberto: Dani Fernández, Germán, un Rubén Alves que ha pasado otra semana entre algodones y Saúl García.

Justo delante de ellos, la incógnita del doble pivote, donde los cuatro especialistas -Fausto Tienza, Íñigo Sainz-Maza, Juergen Elitim y Aldasoro- se encuentran a un gran nivel. Haga lo que haga, acertará, vaticinaba el míster el viernes en rueda de prensa.

Enfrente, un Villarreal B con gran calidad, pero en un pequeño bache en el que ha sumado tres de los últimos doce puntos y perdido sus dos últimos partidos: en La Cerámica frente al Granada (0-2) y en Anduva ante un Mirandés que también trata de escapar de los puestos de descenso y se llevó el partido con un 2-1.

«Nos está faltando contundencia defensiva, pese a que competimos bien, y así siempre estás más cerca de ganar», decía el jueves Álvarez, antes de advertir que el Racing es un equipo «muy diferente» al de la primera vuelta. No espera, en definitiva, un encuentro similar a aquel de agosto en los Campos de Sport. En un momento en el que «todos los partidos comienzan a tener trascendencia», confía en que la presión por ganar en casa, tras las derrotas consecutivas en La Cerámica ante Las Palmas, Zaragoza y Granada, «no pase factura».

Uno de los jugadores a seguir del plantel amarillo será, si Álvarez decide mandarle al césped, Mamadou Mbacke, una promesa cedida en el filial que el club medita contratar en propiedad. «Es un grandísimo futbolista, pero con muchas cosas por mejorar. Estamos trabajando mucho con él, porque tiene unas condiciones brutales, pero tiene que mejorar bastantes conceptos si quiere ser un futbolista de Primera División», resumía el técnico amarillo al ser preguntado por el central senegalés, al que el cántabro Quique Setién ya ha hecho debutar con el primer equipo.

Lo demás, lo que más o menos lo que es un filial, que como buen segundo equipo tiene como filosofía formar futbolistas para el primer equipo, dispone cada fin de semana. Lo que tendrá que superar un Racing para cargar definitivamente su nueva configuración o lanzar un pantallazo azul.