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«Jamás pensé que íbamos a estar así. Os lo digo como lo siento». Al responsable del proyecto deportivo del Racing, José María Amorrortu, no le costó reconocer a los aficionados a porta gayola que está «muy preocupado». Minutos antes, el presidente del Racing, ... Alfredo Pérez, había dejado claro que «el club no se vende». Había impaciencia por aprovechar algo inédito: que los dueños de un club se reúnan con los aficionados para explicarles la situación y responder a todas sus pregunta. Ocurrió el pasado miércoles en las gradas de La Albericia y fue algo inédito. La directiva y los responsables técnicos -a excepción del entrenador del primer equipo- se citaron con la Asociación de Peñas (APR), con los pequeños accionistas (AUPA) y con algunos aficionados y a corazón abierto decirse las verdades del barquero. Quizás por esa carga simbólica Amorrortu, con tantas horas de vuelo, se desnudó del todo: «Tengo 67 años y un gran sentido de la responsabilidad. El equipo no funciona».
La marcha del equipo, los fichajes, el dinero que se gasta y el que se debe, los errores, las decisiones, el proyecto... Los jefes del Racing respondieron a todo; con cifras, con nombres y con datos. La preocupación por el rumbo del club planeó durante las más de dos horas que duró el encuentro, si bien lo que realmente tranquilizó el arranque del mismo fue una certeza: «¿Váis a vender el club? ». Para empezar. Alfredo Pérez tomó la palabra. «Ya se lo dije a El Diario Montañés. Que venga alguien, que ponga el dinero y empezamos a hablar». La respuesta no pareció contundente del todo, más después de que El Diario Montañés adelantara la confirmación por ambas partes del interés del grupo de empresarios representados por Quique Setién. El mandatario fue más allá: «Viene gente a preguntar, pero nadie ha venido con lo que hace falta para salvar el club -esta semana ha trasladado al grupo de Setién el precio del club-». Y añadió: «Las cuentas son claras y públicas, antes no era así». Por alguien seguía dudando le puso cifra a la operación. «El que quiera ha de saber que si se acerca, pues mira, hay que poner 20 o 25 millones y además necesita dinero para desarrollar el proyecto». «¿Y lo de Setién?» -con quien se reunió esta semana para trasladarle el precio del club tras reactivarse un interés que ya existió hace unos meses-, preguntó un peñista con arrojo. «He tomado un café con Quique y me ha preguntado que si nos han tocado otra vez. Y le dije que sí, pero les decimos que no tenemos problema en seguir», sentenció.
Los peñistas querían despejar dudas: «Pero aquí si seguimos así, ¿váis a seguir perdiendo dinero?». El presidente fue el que recogió el guante en la primera parte del acto: «Nosotros no estamos perdiendo dinero, estamos reorganizando la deuda. No hay que confundir deuda con gestión. En la parte económica, el compromiso es el mismo; ya no tenemos a nadie señalando por la calle ni nadie nos manda al cobrador del frack».
¿Vais a vender?: «Ya se lo dije a El Diario Montañés. Que venga alguien, que ponga el dinero y empezamos a hablar»
«En lo económico, felicitaciones, pero en lo deportivo os habéis equivocado mucho»
«¿No os parecen unafalta de respeto algunas actitudes públicas del entrenador (Solabarrieta)?»
«El proyecto está bien, pero estamos cerca de bajar a quinta división, ¿Qué váis a hacer?»
«¿Por qué se le destituyó si era un técnico de futuro y por qué se ha traído a alguien sin experiencia?»
Las respuestas del mandatario dieron carpetazo a la viabilidad del club con la aprobación unánime de los aficionados con respecto a su gestión. «Sí, si en eso no tenemos más que daros la gracias, pero tenéis que reconocer que en el plano deportivo os habéis equivocado», señalaron a la directiva con energía. Y fue entonces cuando se aparcó el plano económico y durante más de una hora y media la faceta deportiva se convirtió en el hilo conductor. Entraron en escena Víctor Diego, responsable de relaciones institucionales, y Pedro Menéndez, director deportivo. Ambos desmenuzaron junto a Amorrortu las piedras angulares del proyecto que se puso en marcha en verano y que «sigue en pie». Diego se dirigió a los peñistas con una frase muy significativa: «Hay que separar los resultados con los objetivos del proyecto. Si cada vez que los resultados son malos va a haber que romper el proyecto...». Los mandatarios insistieron una y otra vez, que «pese a la preocupación», hay algo indiscutible: «Lo primero es el club, pero después el proyecto, incluso por encima de las personas». Las dudas, las cuestiones, las preguntas... Los socios, algunos de ellos con muchos años de racinguismo a cuestas, les recriminaron que «ya se había avisado que os estabais equivocando y ahora la situación es muy complicada». Se entonó el 'mea culpa', aunque Diego trató de ponerle rumbo al encuentro: «Lo que ha pasado ya lo sabemos todo, aprenderemos de ello, pero creo que hay que hablar del futuro». El exjugador y ahora -también en otras etapas anteriores- miembro de la directiva fue muy tajante: «Llevo cuarenta años en el club; de una u otra manera y jamás he visto una mayor implicación con la cantera». Diego, Pérez y el propio Amorrortu, pese a que como bien señaló un socio «nada de lo que nos estáis diciendo es nuevo», se empeñaron en lanzar un mensaje de tranquilidad con respecto a la viabilidad del club; de preocupación por la marcha del primer equipo y de firmeza por «continuar el proyecto de cantera».
«Pero ese proyecto no se consigue en seis meses», advirtió Pérez. «Hay que tener calma», añadió el mandatario que recordó que «en su día se apostó por una persona que es Amorrortu para que liderara esta andadura y eso es lo que estamos haciendo». Los más veteranos -entre los socios- admitieron estar «cansados de escuchar esto tantas veces». No es menos cierto que la cantinela de que el Racing debe ser un club que forme jugadores y viva de La Albericia se repite cada año y sin embargo -en los últimos especialmente- se ha vilipendiado y expoliado el deporte base. Por eso costó más de la cuenta, tuvieron que esforzarse en que se entendieran sus intenciones. «Vine al Racing a conseguir que los alevines de este club quieran jugar en el primer equipo, a que exista una misma metodología, a inculcar esa identificación, pero si en el primer equipo no hay canteranos qué pensarán los chavales», contestó un Amorrortu sorprendido por la complicidad y la cercanía con la que se estaba desarrollando el encuentro.
La cantera, el deporte base, los jóvenes, la filosofía de club... Todos son conceptos de suma importancia pero la inmediatez en el fútbol es ineludible. «La idea es estupenda, pero estamos cerca de bajar a la quinta división», recordó uno de los peñistas. Fue entocnes cuando se les afeó a los mandatarios la destitución de Javi Rozada en la séptima jornada cuando se le trajo para un proyecto de futuro y la contratación de Aritz Solabarrieta, además de las comparecencias públicas de el técnico vasco. El repaso a la plantilla y el bajo rendimiento de los jugadores lo dejaron para más tarde y fue Menéndez el que tomó la palabra. «Rozada no sale del proyecto por un resultado y yo soy el que confía en Solabarrieta. Cree en los jóvenes, encaja en los valores del Racing y no podemos juzgarle por dos semanas que lleva aquí. Que los resultados no son buenos, pues sí», replicó Amorrortu.
Le tocó escuchar las recriminaciones sobre la falta de experiencia y de valía de Solabarrieta: «Le queda grande». Los socios trasladaron su malestar por actitudes -que entienden- de «falta de compromiso» de jugadores, y de respeto del entrenador en las ruedas de prensa. «A los profesionales hay que respetarles y en cuanto al proyecto, es cierto que a corto plazo estamos fallando, pero debemos seguir dando pasos».
Menéndez desmenuzó uno a uno a los fichajes, con sus currículum, demostrando que se fichó a buenos jugadores», reconociendo que algunos «no han salido bien». El director deportivo recordó que «la plantilla se hizo acorde a un presupuesto y sabiendo que los chavales iban a tener un peso, que es un peaje, pero lo teníamos claro en nuestra filosofía». Menéndez insistió en que «estamos a tiempo» y reconoció la importancia de los propios aficionados en darle la vuelta: «Sabemos que si os damos algo, vosotros nos vais a dar mucho más». El mandatario asturiano señaló el grado de dificultad al que se enfrentan y para ello indicó como ejemplo que «ninguno de los equipos que bajaron de Segunda está entre los tres primeros del grupo, y nosotros somos los únicos con seis canterano». Pero pese a ello insistió en «dar confianza a lo que se está haciendo».
«Acudiremos al mercado para mejorar lo que hay. Queremos traer tres o cuatro jugadores», les recordó Menéndez a los peñistas en su encuentro en La Albericia. «Es un mercado muy complejo el de invierno», añadió José María Amorrortu. El Racing sondea la posibilidad de incorporar un delantero, un mediocentro y un hombre de banda, cuando menos, pero se encuentra con que «los futbolistas buenos no quieren jugar en Segunda B y apuran para quedarse en Segunda», replica Menéndez.
«No vamos a bajar seguro», alzó la voz con contundencia Alfredo Pérez, mientras alguno de los peñistas le recordó que también afirmó que «el Racing subirá a Primera en cuatro años». Sin embargo, Pérez aguantó con solvencia los envites y anunció que ante la situación tan comprometida que vive el primer equipo «si antes teníamos pensado poner X para mejorar en el mercado de enero, pues ahora habrá que poner 3X si queremos que ocurra».
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