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El camino que llevará a los Campos de Sport de El Sardinero a convertirse en un estadio «acorde a su categoría», como bien imaginaba en voz alta el presidente del Racing, Alfredo Pérez, hace un par de meses, podría empezar a vislumbrarse en apenas unas ... semanas. Está previsto que en abril vea la luz el proyecto de remodelación integral –por lo que dejará de ser un esbozo– en el que se está trabajando desde que el club encargara a la empresa Molcaworld la elaboración del mismo. El Ayuntamiento de Santander, el casero de la instalación, conoce parte de él, pero en realidad tampoco le va la vida en empaparse de lleno de los pormenores puesto que su función es la de restauración y mantenimiento y no de mejora y reforma, labores que corresponden al Racing, como bien quedaron fijadas en el convenio de colaboración firmado entre ambos y con vigencia para los próximos cuatro años.
Así las cosas, desde que se hiciera pública la intención de cambiarle la cara y el corazón al estadio se han ido acomodando las exigencias urgentes y perentorias a la hoja de ruta, tanto en material, disposición y ejecución como, condición 'sine qua non' por otro lado, a las posibilidades económicas. De esta manera, uno de los primeros apartados será la remodelación total de la planta baja, donde se acometerá una reforma absoluta e integral, que comprenderá la construcción de unos vestuarios totalmente nuevos, y una renovación del actual gimnasio, obsoleto y abandonado a su suerte. Se someterá a todo el estadio, pero en particular a la zona de los sótanos, a una impermeabilización con la que se ponga final a las filtraciones de humedad que desde hace mucho tiempo inundan las zonas bajas. Todo eso se realizará en la actual planta baja del estadio y es allí donde se trasladarán las actuales sala de prensa y la zona mixta y donde se habilitarán varios espacios íntimamente relacionados con la labor de los medios de comunicación y el aspecto deportivo. Se buscará ampliar una zona diáfana para ganar en espacio y versatilidad y poder dar cabida a todos los servicios relacionados con la competición.
Planta baja Se remodelarán los vestuarios y el gimnasio, este último totalmente obsoleto. Se ubicará la sala de prensa y la zona mixta. Se tratará de hacer lo más diáfano posible para aumentar la versatilidad y dar facilidad para trabajar .
Todas estas actuaciones, que el club entiende necesarias para modernizar el estadio, tratarán de acomodarse a las líneas que marque ese proyecto propuesto por la empresa Molcaworld y que en las próximas semanas se conocerá. No queda ahí la batería de mejoras; en la actual zona de la sala de prensa se ubicará una sala multiusos en la que no faltará un espacio destinado a conferencias y actos públicos. La intención es que esta zona pueda ser utilizada, no solo por los miembros del Racing, sino que tendrán acceso aquellos que quieran alquilarlo o utilizarlo de un modo previamente pactado.
La remodelación es integral y comprende tanto el interior como el exterior de la instalación. Está previsto que en donde ahora mismo se encuentra la tienda oficial del club se construya el museo del Racing. Este proyecto ambicioso lleva asociado el habilitar los bajos de preferencia y junto al espacio en el que se ubicará la historia de la entidad a través de los trofeos, fotografías y recuerdos irá también una zona de ocio. No ha trascendido aún cuántos y cómo se habilitarán esos bajos, propiedad del Ayuntamiento de Santander, como casero del recinto deportivo, pero que podrían ser explotados por el club bajo un régimen existente de normas y acuerdos.
En ese boceto que el pasado mes presentaba el Racing y que, al mismo tiempo, le mostraba a su socio, el consistorio santanderino, aparecía la construcción de dos ascensores en la fachada, ambos situados a la derecha y a la izquierda de la fachada principal del estadio, dejando en medio el nombre del campo y las banderas protocolarias. Obviamente, con los elevadores se cumple la reivindicación de dotar a la instalación de los servicios necesarios para discapacitados, así como modernizar un estadio muy obsoleto. Los ascensores permitirán acceder desde la planta baja, donde estará la sala de prensa, hasta el piso más alto, lugar donde se ubicará la zona para los medios de comunicación durante los partidos. En principio, salvo que se hayan introducido más alternativas, las cabinas para las radios y medios audiovisuales, así como los pupitres para la prensa escrita, se colocarán en la esquina sur-oeste, donde actualmente se ubica a la afición rival.
También se cambiarán los asientos de las gradas, que serán blancos y verdes. En la zona de la Gradona, además serán plegables para permitir que la hinchada pueda ponerse de pie. Por contra, en la hoja de ruta inicial, la que se presentó en sociedad, se adelantaba un espacio en el que se colocarían unos jardines que a falta de confirmación se han eliminado.
También se le dará un cambio a los box y para ello se tomarán como referencia los que actualmente tiene el estadio de Ipurua. Serán más grandes que los actuales, con una zona con mesa y sillas para comer si se precisa y sin cristal, es decir abiertos por completo para que se pueda sentir más cerca aún el ambiente del campo.
Lo que sí falta por aclarar es a cuánto ascenderá el presupuesto final y quién abordará la financiación, que por ahora no está comprometida y que solo sufragará la Casona en lo estructural. En uno de los últimos plenos municipales se pidió al Gobierno de Cantabria que colaborase en la remodelación, como ya hiciera en las obras de El Malecón en su día en Torrelavega, y aún no se ha pronunciado al respecto.
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