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Con la posibilidad de ponerse líder en solitario y ante un rival en horas bajas que acaba de largar al entrenador. Así, el Racing se ... estrelló contra un muro, sufrió su primera derrota de la temporada y tuvo que compartir el liderato con el Levante y el Burgos. «Creo que no ha sido nuestro mejor partido. Nos ha faltado contundencia y los dos goles que nos meten son situaciones que no deben ocurrir», decía en rueda de prensa un José Alberto que no podía disimular el enfado que tenía por la derrota ante el Cartagena. Y una de las situaciones a las que se refería el asturiano la propició uno de los jugadores más fiables, si no es el que más. Jokin Ezkieta salió a muchos metros del área grande a intentar la disputa de un balón que se le coló entre las piernas y acabó en los pies del rival. Y de los pies del rival, al fondo de la meta cántabra.
Sebastián Ceria había comentado poco antes que el racinguismo debía extinguir la palabra paparda, pero ese 30 de septiembre desde luego no era el día. «Es difícil atacar a los espacios en un día como hoy, pero nos ha faltado la agresividad», reconocía José Alberto después de que la jornada le costase tres puntos a su equipo. Y eso que el Racing tuvo un goteo de llegadas, pero la defensa cartagenera repelió todas. Andrés Martín pudo rescatar un punto cuando el partido ya agonizaba. En andaluz recibió un balón en el área pequeña y, apretado por sus rivales, la mandó de forma inexplicable fuera.
Una siesta y de las largas, junto a una actuación en defensa de pesadilla. El partido ante el Cádiz provocó el cabreo de José Alberto, que no se calló en sala de prensa. «Me voy enfadado y disgustado por los errores individuales, algunos groseros. Es difícil entender esos errores en jugadores con ese talento» , soltó el asturiano ante los micrófonos de los periodistas. Motivos tenía. A la hora de partido, el Racing había encajado ya tres goles condenado por su falta de pólvora en ataque y, sobre todo, por sus interminables errores defensivos.
Ontiveros hizo el primero en la primera mitad. Un golazo, eso sí. Recibió y se fue hacia la frontal. Solo. Nadie lo freno. Hizo y deshizo a placer. Zapatazo al palo contrario. 0-1. El segundo llegó en otro error de la defensa. Once minutos después Ezkieta cometió un penalti que sirvió a los visitantes para abrir brecha. Chris Ramos entró en el área y el meta navarro lo derribó, mientras Manu Hernando llegaba también a destiempo. El VAR señaló el penalti y Álex lo transformó. Chris Ramos volvió a la carga y la defensa de verdiblanca estaba de nuevo a por uvas. 0-3.
El Racing reaccionó con un cabezazo de Pablo Rodríguez en un córner y una falta colgada por Vencedor que clavó Karrikaburu al fondo de las mallas, pero ya era demasiado tarde para arreglarlo. Era el minuto 80 y el Racing había logrado el 3-2. Lo siguió intentando con más corazón que cabeza, pero no lo logró.
«Si no ponemos huevos esto es imposible. Estoy demasiado caliente. Hay jugadores que hace un mes eran los mejores y ahora son los peores. Ya se ha visto porqué no han jugado», decía José Alberto después del partido ante el Eldense. Aquel día, el míster introdujo ocho cambios en la alineación y sobre la actuación de los no habituales no tuvo nada que decir, sin embargo, no se contuvo en relación al rendimiento de los teóricos 'gallos' del equipo que salieron al final y después de marcar la diferencia desaparecieron. «No quiero hablar porque estoy caliente», decía el asturiano.
El Racing saltó al césped con nueve cambios en el once y se adelantó en el marcador. De hecho, hasta el minuto 85 mantuvo una ventaja de dos goles sobre su rival. Entonces llegó una debacle que se venía mascando desde mucho antes a causa de la falta de intensidad defensiva del equipo. Errores que permitieron al Eldense empatar el partido y dejaron al Racing sin dos puntos. Una pérdida que lo dejó a un punto del líder y fuera del ascenso directo. Y todo ocurrió en seis minutos. El Racing, con un futbolista menos mientras se atendía a Karrikaburu en la banda. El Eldense que saca un córner en corto. Camarasa la pega duro en dirección a la portería y Ricardo, casi sin querer, la introduce en la portería ante una defensa verdiblanca que no se movió. Otra acción pobremente defendida acabó con Ropero marcando en el segundo palo en el primer balón que tocó.
El Racing solo pudo sacar un punto en Ipurua después de remontar dos veces en el marcador a un Eibar que se puso por delante de los cántabros con facilidad. Y a pesar de la reacción verdiblanca, los cántabros se tuvieron que conformar con un empate, algo que dejó a José Alberto insatisfecho en el estadio armero. «Hemos regalado los dos goles del Eibar, que incluso en algún momento pudo ser alguno más», admitía el técnico. «Tenemos esa sensación de haber perdido dos puntos», añadía. Y es que aunque el equipo mantenía poderosos argumentos ofensivos, se desangraba en defensa con errores impropios de un ambicioso aspirante al ascenso. «Nuestro equipo es joven y a veces pecamos de ser muy niños. Hay situaciones que no son entrenables. El primer gol no es entrenable, es de saber jugar al fútbol», señalaba el míster.
Arana con un tanto, Andrés Martín, con un gol y una asistencia, y Ezkieta, con varias paradas salvadoras, fueron los hombres más destacados del equipo cántabro, pero dos goles de Bautista tras sendos fallos racinguistas atrás habían puesto por delante al equipo vasco. Así todo, el Racing rescató un empate en Ipurua que, quizá en otro momento podría parecer buen botín, pero ante la debilidad con que llegaba el rival, supo a poco. No injusto, porque no hizo un partido para recordar, pero sí que llega ese momento en el que los puntos que se escapan, de esos, sí que te puedes acordar tarde o temprano.
«Hemos interpretado muy mal lo que teníamos que hacer. No se pueden cometer los errores que hemos cometido», decía José Alberto después de la derrota ante el Burgos. Con ese resultado al Racing le dio para mantener el liderato, pero encajó la primera derrota de 2025 en un partido bastante flojo en el que además Íñigo Vicente acabó expulsado. La intensidad e insistencia del Burgos fueron capaces de darle la vuelta a un marcador favorable a un Racing que estaba poniendo su cara pobre. Tras cinco partidos sin perder y tres victorias consecutivas, llegó el toque de atención.
El Racing, que no estaba bien, se adelantó gracias a un gol de Javi Castro en el segundo palo en el minuto 62, pero en el 77 un despiste defensivo permitió a Sancris, completamente solo en el área, hacer el primer tanto burgalés. Solo seis minutos después Fer Niño anotó el gol del triunfo castellano. Lo cántabros era incapaces de terminar con cierto tino una posesión y la producción de sus jugones era mínima, pero ese era solo uno de sus problemas, porque pronto se iba a quedar además en inferioridad numérica. Íñigo Vicente avanzó con la pelota y se llevó por delante a Íñigo Córdoba. El árbitro señaló falta y ya tenía la cartulina amarilla en la mano para mostrarle al blanquinegro. Sin embargo, el de Derio se revolvió para quitarse de encima a su marcador y la amarilla se la llevo él. La segunda. Al banquillo.
La última jornada es la que más fresca está. El Racing se enfrentaba a un rival directo y además estaba en juego mantener el golaveraje para jugar con ventaja en caso de un posible empate en la clasificación a final de temporada. Eso, y el segundo puesto, que da opción al ascenso directo. Pues ni lo uno ni lo otro. A pesar de que el Racing no hizo del todo un mal partido en el Ciutat de València, se fue de allí con un 3-1 que duele más por cómo lo anímico que lo futbolístico, que también. «No tuvimos contundencia ni efectividad», señalaba José Alberto al término del partido. «Tengo la sensación de que ha ganado el equipo que ha jugado más contundente y efectivo», explicó el asturiano, que dejó un toque de atención para sus jugadores en cuestión de concentración. Evitar las desconexiones a toda costa.
Y es que el Racing acusó de nuevo su debilidad atrás. En dos errores defensivos, uno de ellos en la primera acción tras el descanso, el equipo cántabro encajó dos tantos del veterano Morales. «Nos ha hecho mucho daño el segundo gol. No se puede salir del vestuario con esa caraja», indicaba el míster.
En el tiempo de añadido el Racing hizo el 2-1. Javi Castro, que no tuvo su mejor día con excepción del gol, recortó distancias con un cabezazo, pero no sirvió de nada. En el minuto 97, Forés le hizo un roto al propio Javi Castro y marcó el 3-1 definitivo en el marcador.
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