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Empezar a sumar. Eso es lo que quiere la plantilla del Racing y también el racinguismo. Esos primeros puntos en el casillero que alejen miedos y fantasmas y ayuden a afrontar las curvas de un calendario que se presentan sinuosas en las próximas jornadas, ya ... que después del choque del domingo ante el Oviedo los verdiblancos deben medirse a cuatro rivales que son claros candidatos al ascenso. Aunque por ahora y a pesar de haber caído en las dos primeras jornadas, los ánimos en el vestuario no decaen. Esto acaba de empezar. «El equipo está entero, pero fastidiado en ese sentido. Se está viendo que estamos compitiendo, pero al final por un detalle u otro, que es lo que marca la diferencia, las áreas, hemos encajado esos goles y hemos perdido», comentaba Satrústegui, que también analizó el calendario que los de Romo tienen por delante.
«No es el inicio que todos esperábamos. Sabíamos que el calendario no era el ideal para empezar, pero creo que en Segunda no hay partido fácil», admitía el central reconvertido en el lateral izquierdo. Satrústegui ya se ha hecho a la idea de que su puesto en el equipo no está en el centro del campo, y menos después de haberse desempeñado como lateral con Guillermo Fernández Romo en Primera RFEF y ahora en Segunda. «Si el míster me quiere ahí intentaré adaptarme, hacer lo que le me pide y si me toca de central intentar cumplir. Las incorporaciones que han venido son centrales, está claro que me quiere para esa posición así que cada día intento ser más completo en esa posición», afirmó.
A pesar de los resultados, el jugador no quiere obsesionarse con las derrotas para no entrar en una dinámica de pensamientos negativos que después repercuta sobre el campo. «No tenemos que perder la cabeza y, aunque sea un tópico, hay que pensar en el partido a partido y empezar a puntuar ya», analizaba el navarro. A tenor de los fallos cometidos en los tramos finales de los partidos que han terminado propiciando las dos derrotas, el jugador también hizo algo de autocrítica. «Estamos llegando y pisando campo rival, pero no chutamos o nos falta ese último pase, tomar esas buenas decisiones para hacer más daño», decía y añadía: «Tenemos ganas de empezar a sumar y tener esa cierta tranquilidad. Al final el fútbol son resultados y al haber empezado así entiendo que la gente se ponga un poco nerviosa».
Por eso el navarro quiere «que el partido ante el Oviedo sea un punto de inflexión, de vernos capaces de puntuar y más en casa». No es ajeno al desplazamiento masivo que se prevé para el domingo, cuando se esperan alrededor de 2.000 carbayones en los Campos de Sport para presenciar el partido. Por eso pidió sentir el calor de la hinchada verdiblanca. «Espero y confío en que la afición también dé un pasito al frente, que esté con nosotros. Nos interesa sumar y vernos fuerte». En cuanto al partido ante los de Bolo, tiene muy presente el choque de pretemporada y no espera grandes cambios. «Va a ser muy parecido. Mucho juego directo, tienen las ideas claras y puede que jueguen con dos puntas. Sorpresas va a haber pocas, lo que tenemos que tener claro es lo que vamos a hacer nosotros», señaló.
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