El Racing 24-25 comienza a andar

Algunas de las bajas estaban ya anunciadas antes de comenzar la Liga. A Dani Fernández, el veterano Germán Sánchez, Clement Grenier y Juan Gutiérrez no se les ofreció renovar por la pujanza de Mantilla, su edad, los problemas con las lesiones y nivel deportivo, respectivamente. Tampoco, y menos aún tras el esfuerzo llevado a cabo para hacerse con los derechos de Arana, se ejerció la opción de compra de Roko Baturina, que apenas jugó en su segunda etapa verdiblanca. La renovación de Rubén Alves se estancó cuando a mitad de curso parecía encarrilada, coincidiendo además con la etapa en que menos protagonismo ha tenido, para terminar saliendo del equipo.

Jordi Mboula terminaba contrato y puede recalar de nuevo en Verona, y tampoco Andrés Martín tenía opción de compra, aunque el club trabaja para intentar repescarles. Más sorprendentes han sido las salidas de Marco Sangalli e Iván Morante, con quienes José Alberto López contaba como futbolistas de plantilla en Segunda División. Sin embargo, sus ofertas de renovación han sido a la baja, las posiciones han estado siempre muy alejadas y el adiós es, en ambos casos, definitivo, sin que las conversaciones terminaran demasiado bien.

Resta por comprobar si hay alguna salida más, ya en contra de la voluntad del club y el cuerpo técnico, si se paga el traspaso pro algún futbolista, como se da poco menos que por hecho en el caso de Peque.Claro que en este caso cualquier baja tendrá como contrapartida un importante ingreso económico que permitiría incrementar el techo salarial y salir con más garantías al mercado.

Por último, los dos cedidos que regresan tras su temporada a préstamo están en condiciones diferentes: Yeray deberá ganarse el puesto, mientras que Cedric sabe que no tiene sitio con el actual entrenador, independientemente de que su salida, vía rescisión pactada o cesión para dejar su ficha y salario libre en su último año de contrato, fructifique o no antes del regreso al trabajo. Sería una enorme sorpresa, fruto solo de necesidades del guion, que cumpliera esa última temporada en Santander.

Como es normal, varios futbolistas del Rayo Cantabria harán la pretemporada con el primer equipo, si bien el entrenador aún no ha anunciado quiénes serán. La incorporación de Dani Atares para el filial en el mercado de invierno, que de paso provocó la baja de Germán Fernández este verano, y su buen rendimiento le han convertido en una alternativa para la suplencia en caso de que Parera decidiera no seguir en Santander.

Quien más proyección ha demostrado es Jeremy Arévalo, internacional en las categorías inferiores, que ya ha disfrutado de minutos en Segunda y estará con toda seguridad en la pretemporada. Se trata de un delantero que necesita progresar, sobre todo en los físico, pero con muy buenas condiciones.

En cuanto a los fichajes, Mikel Martija tiene varios frentes abiertos. Necesita incorporar, al menos, dos centrales (o un central y un lateral, si se opta porque Mantilla juegue esta temporada en el eje de la defensa), otros tantos mediocentros y un delantero centro que sirva como alternativa a Juan Carlos Arana. Además, si se confirma la muy probable baja de Peque tendrá que suplir su ausencia con otro mediapunta. En cuanto a los extremos, todo depende de que consiga la continuidad de Andrés Martín y Jordi Mboula, en ambos casos operaciones muy complejas. Si fructifican, la demarcación estará más que bien cubierta. En caso contrario, será necesario salir de nuevo al mercado.

Un capítulo especial es el de Pablo Torre. Después de dos temporadas en las que no ha tenido minutos, el Racing sigue al acecho por si el de Soto de la Marina opta por un equipo que le garantice los minutos. Varios clubes de Primera están interesados, pero el canterano necesita tener protagonismo para que no se detenga su progresión, de modo que lo más probable es que busque aquel destino en el que más probabilidades tenga de jugar.

Si es en la máxima categoría, el Racing no tiene opciones ni por nivel deportivo ni por emolumentos, pero si opta por jugar en Segunda lo hará enSantander. Esa es al menos la vía que, consciente de las escasas posibilidades de que cristalice, trabaja el Racing ya desde la temporada pasada, cuando se especuló con su salida del Girona. El club se mantiene en contacto con el entorno del jugador y hará todo lo posible para conseguir un fichaje que, aunque por una sola temporada, sería diferencial. Sin embargo, y dado el escenario, se debe trabajar con la hipótesis de trabajo de que su cesión es imposible.

Aguantó una temporada casi completa como suplente y tuvo su premio. En su primer curso como titular ha renovado esta misma temporada hasta 2027 y está consolidado como portero titular. Su buena temporada, a pesar de los muchos tantos encajados le ha hecho aun más fuerte en el equipo y seguirá sin ninguna duda a Santander como uno de los pilares del proyecto de futuro que busca devolver al equipo a Primera. La portería no es un problema para el Racing.

Miquel Parera, el portero del ascenso y con una gran ascendencia en el equipo que necesariamente ha disminuido por no jugar, tiene una temporada más de contrato con el Racing. El entrenador cuenta con él, pero como segundo portero, de modo que el mallorquín debe decidir si acepta un año más ese rol antes de convertirse en agente libre en un año. Si quiere salir el club, que tiene un guardameta de futuro como Dani Atares en el Rayo, no le pondrá dificultades.

Le costó convencer a José Alberto, que no le veía como central y tenía dudas en el lateral, pero ya a finales del curso 22-23 se ganó la confianza del entrenador. Ahora es uno de sus favoritos, hasta el extremo de que tuvo dudas de que se le pudiera renovar por su gran rendimiento, tanto en la banda como en el eje de la defensa. Adelantó a Alves, Dani Fernández e incluso Germán y solo las lesiones impidieron que fuera titular hasta final de temporada. Imprescindible para JAL y recién renovado.

Superviviente del bloque del ascenso, ha jugado poco y es por jerarquía el último central del equipo, pero cuando ha tenido la oportunidad ha estado a la altura y el entrenador está contento con su trabajo y actitud. Con un año más de contrato y una plantilla que necesita muchos refuerzos, lo normal es que lo cumpla en la que será su cuarta temporada en Santander, de nuevo con la función de futbolista de equipo para suplir con garantías las bajas que se puedan producir en la defensa.

Es en estos momentos el central de referencia del equipo, llegó en enero a Santander con el aval del entrenador a cambio de un traspaso de solo 30.000 euros y no tiene intención de moverse, al menos hasta que el año que viene termine su contrato. Identificado con un club al que quiso regresar tras su breve etapa en la temporada 19-20, su llegada supuso un salto cualitativo en la defensa y será, al margen de los fichajes que se deben producir, importante en la zaga verdiblanca.

Será su primera temporada formalmente como futbolista del primer equipo, aunque lleva dos años en esa dinámica y en la temporada pasada arrebató durante varias fases la titularidad a un veterano como Saúl. Ha crecido mucho a las órdenes de José Alberto y es uno de los canteranos con posibilidades de consolidarse en el primer equipo, en el que seguirá. No se contemplas cesiones ni rotación entre primer y segundo equipo, y aspira incluso a ser titular en el lateral izquierdo.

Mario le ha comido terreno, pero la muestra evidente de que se cuenta con él para el año que viene fue su renovación el pasado mes de noviembre hasta 2026. Cuando regresó a Santander el lateral se puso como uno de sus objetivos terminar su carrea en el Racing y por el momento va camino de conseguirlo. Tendrá competencia por la titularidad, sobre todo si Mario sigue progresando, pero es uno de esos futbolistas con los que se quiere asegurar una buena profundidad de banquillo.

Es uno de los dos mediocentros con los que cuenta en estos momentos el equipo y en su tercera temporada no hay duda de que seguirá en el club. Titular para José Alberto, tampoco se han recibido ofertas por él y ha ofrecido un gran rendimiento desde que se incorporó al equipo. El verano pasado ya renovó su contrato hasta 2026, en lo económico figura entre la clase media y ha sido muy importante en una temporada en la que el equipo ha dado un salto de calidad.

Tanto por rendimiento como por ascendencia dentro de la plantilla, Íñigo Sainz-Maza es otro de los indiscutibles para el próximo curso, y a la espera de lo que ocurra durante el mercado estival con muchas opciones de ser titular en el mediocentro. A sus 26 años, ya es un veterano que cumplirá su quinta temporada en el primer equipo y da el perfil que se busca, con un bloque definido y estable no sujeto a constantes vaivenes de temporada en temporada. Siempre termina jugando.

Tras sufrir diez bajas, la plantilla se ha quedado muy corta, ha ofrecido muy buen rendimiento en la única fase de la temporada, tiene un año más de contrato y el entrenador necesita profundidad de banquillo, de modo que salvo que se produzcan grandes sorpresas en el mercado de verano o una avalancha de fichajes que por el momento no se ve, cumplirá el año de contrato que le reste. Sin estar entre los más destacados, su rendimiento fue bueno la temporada pasada.

Tras su excelente temporada, era imposible que no surgieran rumores sobre su marcha, pero lo más probable es que el extremo, jugador franquicia del equipo, continúe en Santander.Su cláusula de rescisión supera los seis millones de euros, está cómodo y consolidado en Santander y el club no se plantea venderle. Solo una oferta de un equipo importante, que convenciera en primer lugar al futbolista, podría poner en riesgo su continuidad. Continuará con el ascenso como objetivo.

El Racing da poco menos que por hecho de que perderá al mediapunta. Su deseo es retenerle, pero el futbolista ya ha transmitido su deseo de jugar en Primera y el Sevilla ha pedido precio. Los verdiblancos han sido tajantes: los cuatro millones de la cláusula de rescisión, lo que podría hacer dudar a un Sevilla que quiere negociar, pero cuando un futbolista desea marcharse, lo normal es que lo consiga. Lo percibido por el hipotético traspaso se invertiría en reforzar la plantilla.

Tiene una tarea muy complicada: convencer a José Alberto López de que tiene sitio en la primera plantilla 24-25. El técnico le dio oportunidades, pero no ha progresado tanto como esperaba y tampoco en su cesión a la Ponferradina ha despuntado tanto como esperaba, aunque sí ofreció un gran rendimiento a final de curso. Por todas estas circunstancias parte en desventaja, pero tiene una pretemporada para hacer cambiar de opinión al técnico, que no tiene una decisión tomada.

El Racing acaba de pagar un millón y medio de euros por hacerse con sus servicios en propiedad, si bien lo hizo además con la esperanza de jugar en Primera. Es junto a Vicente, y siempre que se confirme la baja de Peque, el pilar estrella del proyecto. Pese a su elevada cláusula, similar a la de Vicente, puede ser objeto de deseo en el mercado, pero recién fichado todo apunta a que el Racing asuma su ficha (será mayor en Primera) y continúe en Santander, como él mismo deseaba.

En verano firmó por dos años y ha sido muy útil a José Alberto como recambio habitual, aportando además tres goles con el rol de delantero suplente a pesar de que durante prácticamente toda su carrera ha actuado como mediapunta. Terminó por delante de Roko Baturina en la jerarquía verdiblanca y continuará al menos otro año, de nuevo con la función de cubrir eventuales ausencias y oxigenar el equipo en los segundos tiempos, pero llegará otro nueve para competir con Arana.

Salvo que negocie su baja o traspaso en los próximos once días, deberá estar el 11 de julio en las Instalaciones Nando Yosu para iniciar la pretemporada, pero el cuerpo técnico no cuenta con él. Tampoco lo hacía el curso pasado, cuando fue cedido al Ibiza. Su año en Primera RFEF era su oportunidad para convencer al entrenador, pero para conseguirlo debía romperla y ha tenido una discreta temporada con cinco goles en uno de los equipos punteros de la categoría. No seguirá.