El Racing abre su nuevo proyecto con Javier Rozada y Pedro Menéndez

Javier Rozada, al mismo tiempo que José Luis Oltra agotaba sus últimas horas como empleado verdiblanco, negociaba su contrato como nuevo entrenador del Racing. Cuando firme, dirigirá desde el banquillo el proyecto que busca devolver al equipo cántabro al fútbol profesional después de que el anterior proyecto, que precisamente tuvo la «profesionalización» como consigna, devolviera al club al fútbol aficionado.

Rozada no llega solo. Lo hace junto a su amigo y paisano Pedro Menéndez, con quien ya coincidió en el Lealtad y que también alcanzó anoche el acuerdo definitivo con los verdiblancos y hoy firmará. Aunque vienen por sendas distintas. 'Pedrín' arriba de la mano de Amorrortu y la opción de Rozada ha sido valorada por los nuevos responsables técnicos. Una vez aprendidas por las malas las consecuencias de nombrar un director deportivo plenipotenciario y equivocarse en el perfil, Menéndez llegará en condición de secretario técnico. O al menos así se plantea, salvo que Pérez y Ortiz se guarden alguna sorpresa. No quieren una figura todopoderosa como la del destituido Molina, y se ha optado por un perfil muy diferente en todos los sentidos.

Menéndez da un salto en su carrera tras una larga etapa como presidente del Lealtad, equipo con el que el Racing coincidió en Segunda B. Se da, de hecho, la circunstancia, de que tuvo a Rozada en el banquillo del club de Villaviciosa, de modo que el Racing afrontará esta nueva etapa, en la que el objetivo vuelve a ser el ascenso, con los responsables del Lealtad de hace cuatro años como apuesta de futuro para regresar al fútbol profesional.

A lo largo de este lunes, el entrenador asturiano ultimó la negociación con el Racing para dejarla cerrada y que Alfredo Pérez y Pedro Ortiz pudieran anunciar ya su nombre de modo oficial. El técnico fue sondeado por los responsables verdiblancos hace un par de semanas y el acuerdo definitivo llegó mientras José Luis Oltra preparaba el partido frente al Rayo Vallecano con el que se cerrara la Liga de Segunda División.

El que fue entrenador del Lealtad y del Oviedo encabezaba una lista de candidatos al banquillo racinguista una vez que el club decidió no renovar su relación con Oltra. Además, Rozada ha mantenido varios contactos con el que todo apunta puede ser uno de los asesores deportivos del próximo curso, José María Amorrortu.

En cuanto al ya expresidente del Lealtad, que abandonó el cargo de la entidad maliaya en la asamblea celebrada la pasada semana, su incorporación fue inmediata. Y aunque, a llamadas de El Diario Montañés a lo largo de la mañana, negó que hubiera firmado nada con el Racing, como negó antes que se hubieran mantenido siquiera contactos con él, no desmintió sin embargo las conversaciones con el Grupo Pitma. Esperaba que las negociaciones llegaran a buen puerto porque le atrae el proyecto y desea dar el salto al fútbol profesional. Y así ha sido, porque se alcanzó el acuerdo definitivo con la entidad racinguista.

En Villaviciosa, el exmandatario maliayo coincidió con Javier Rozada, en la época en la que el club de Les Caleyes, además de subir a Segunda División B, logró la mejor clasificación de su historia. A ambos les une, tal y como reconoce Menéndez, una amistad.

Menéndez pasará a formar parte de la nueva estructura verdiblanca que el Racing está confeccionando apoyado en la agencia You First Sport, con la que trabajan o tienen relación tanto los dos nuevos empleados verdiblancos como el propio Amorrortu.

Pedro Menéndez se enfrentará a un gran reto, ya que las ambiciones racinguistas poco tienen que ver con las del modesto Lealtad. El asturiano conoce perfectamente el mercado de la Segunda División B y en Les Caleyes ha hecho de todo: desde fichajes hasta pintar las líneas del campo. Pero el Racing y sus propietarios presumen de un proceso de profesionalización que demandará otras cosas distintas y, sobre todo, exigirá mucho más, a Menéndez.

La buena relación entre Pedro Menéndez y el Racing se forjó con las primeras visitas del club cántabro a Villaviciosa, donde el expresidente maliayo se desvivió para acoger a toda la afición verdiblanca y convertir la jornada en una auténtica fiesta, algo que consiguió en cada duelo en Les Caleyes. Además, el Racing acudió a jugar algún partido amistoso a la localidad asturiana y la pasada campaña, la empresa Aldro, del Grupo Pitma, colocó publicidad en la camiseta del Lealtad.

En cuanto al resto del organigrama técnico. Pérez y Ortiz deberán anunciar este martes si se han producido nuevas contrataciones o si, por el contrario, habrá que esperar aún unos días. Rozada no llega con un cuerpo técnico al completo y la intención del Racing, que también trabaja paralelamente en reconstruir sus secciones inferiores, es buscar un segundo entrenador con experiencia que sirva como complemento y contrapunto a Rozada y su fuerte carácter. Un perfil claro como objetivo y un nombre que o bien no ha trascendido (en cuyo caso se conocerá hoy mismo) o el Racing sigue trabajando en encontrar.

Dentro de este organigrama el Racing debe además anunciar cuál será la función de Cali Trueba, técnico y ojeador incorporado en el ecuador de la recién finalizada temporada y que ha ayudado a Alfredo Pérez yPedro Ortiz en la construcción de la nueva apuesta verdiblanca, en la que YouFirst Sport y este núcleo asturiano han tomado el relevo a Chuti Molina y sus agentes de cabecera.

Además, está pendiente de perfilarse definitivamente un presupuesto para los futbolistas del primer equipo que será en cualquier caso modesto y, necesariamente, muy inferior a los 5,8 millones de euros de tope salarial con los que el Racing ha descendido este año. En el último curso en Segunda B, ya con Molina como director deportivo, el presupuesto para salarios se disparó respecto a la temporada anterior.Ahora el Racing debe aligerar lastre en forma de abultados salarios de jugadores que no han contado y con el nuevo presupuesto que manejará el club, obligado a afrontar un pago de más de cinco millones correspondiente al último plazo concursal, parece complicado que pueda llegar incluso a los dos millones de euros, regresando así a la época de autarquía impuesta por Manolo Higuera cuando su equipo recogió un club en riesgo de desaparición. Los responsables verdiblancos tienen hoy la oportunidad de despejar muchas incertidumbres. Las que su gestión –y la de Molina– generaron en una intranquila masa social.