«El Racing lo tiene todo para ascender»

Sonriente y agradecido. El uruguayo tiene una buena palabra para todo aquel con el que se cruza. Le felicitan por su actuación ante el Athletic de Bilbao B y a punto estuvo de marcharse como bigoleador. «Es una jugada que hago mucho. Ese desmarque. Aquí hay jugadores con buenos pies y me dio Benktib un buen pase. Una lástima que me la sacó el arquero». Se muerde el labio inferior y suspira. Y no deja de hacerlo -lo de suspirar- cuando se le pregunta por cómo vivió el último mes con la maleta preparada y en la puerta del consulado español en Montevideo. «Fue un mes muy largo. Estaba tan ansioso de venir que me puse nervioso... ¡No aparecían los papeles!». Balboa suelta una pícara sonrisa, al tiempo que recuerda que «lo importante es que ya estoy aquí». Los trámites se demoraron en España más de la cuenta, «porque cuando fui al consulado en Uruguay me los dieron en el día», añade. Historias.

Lo cierto es que después de la expectación que levantó su fichaje y de lo mucho que le costó viajar, las ganas por verle en el 'prao' eran muchas. Argentina, Perú, Chile, Uruguay, Grecia... España. No se puede decir que al delantero le dé temor embarcarse en cualquier aventura futbolística que llame a su puerta. «Tenía alguna otra cosa de otros lugares, pero me salió la oportunidad de venir a España y sobre todo al Racing, y ni lo dudé». No le hizo falta mucho madurar la idea. Ni siquiera preguntó por el Racing. Dijo sí y luego se sentó a estudiar la operación. «Para mí puede ser una gran oportunidad en mi carrera. Venir aquí y ascender puede ser muy importante».

En Montevideo se conoce al Racing de sobra. «Es un equipo con historia, que está pasando como otros clubes por un momento malo y estamos aquí para revertir la situación», explica el uruguayo. Durante las cuatro semanas que le tocó vivir el purgatorio burocrático esperando tramitar sus papeles, con el contrato firmado, preguntó a sus amigos y todos se quedaron cortos. «Es más de lo que podía imaginarme. Al ver el club, las instalaciones, la ciudad... Quedé alucinado».

A Balboa le cogió «muy chico» aquel Racing con Petete Correa, Abeijón y Washington Tais. Tanto como que apenas había nacido. Jugaba en «el potrero» y soñaba con ser «Ronaldo, Forlán o Suárez...». Con el apellido que lleva, no es extraño que le persiguiera la leyenda pugilística desde niño. «Siempre me decían Rocky, pero mis amigos me llaman Roco. Es normal pero siempre quise ser futbolista». El delantero recuerda que «Uruguay es un país pequeño, pero del que salen muchos y buenos jugadores. Tenemos una gran tradición de este deporte». Balboa -en eso sí se parece al mito cinematográfico con el que comparte apellido- se crió en «esas calles repletas de niños jugando. Es algo que llevamos en la sangre». Y allí es donde a uno se le va forjando el carácter. «Siempre te enseña».

Como era pequeño de estatura jugaba por una banda en sus inicios. «No me había desarrollado y los demás eran más grandes que yo. Luego fui creciendo». Y lo hizo tan rápido que con apenas 19 años ya estaba subiéndose a una avión para jugar en Grecia. «Mi país exporta muchos jugadores. Yo siempre quise salir para mejorar. Allí si no juegas en un club grande, las instalaciones no son buenas y no te pagan un dinero y por eso hay que coger la maleta...», admite con gesto de resignación.

Con las paredes de su habitación repletas de fotos de «Henry, Drogba, Anelka... Ese tipo de delanteros me gustaban mucho», forjó el currículum de un obrero del fútbol. «Mi ídolo es Ronaldinho, pero no soy de esas características», reconoce. Ni las de él ni las de casi nadie.

«No soy egoísta en el campo, me gustar pensar en mis compañeros», añade. Y eso es uno de los argumentos que le han traído aquí. «Lo que nos puede dar no lo hemos encontrado en el mercado nacional», explicaba Pedro Menéndez, director deportivo, tras su fichaje por el Racing. «Quiero valorarlo todo», insiste el uruguayo. Cuando surgió su nombre quien más o quien menos echó una ojeada a sus datos. ¿Quién es este Balboa? Y los informes hablaban de un delantero aguerrido y peleón. «Bueno, sí. Eso es lo que ha hecho que en los lugares en los que estuve quedasen contentos». Balboa señala que en su repertorio está «dar asistencias, generar jugadas de peligro...». Todo esto le hace estar cómodo «cuando el ataque es de dos puntas», como el pasado domingo en Lezama, donde compartió la delantera y acertó con la portería. «Para mi estilo de juego, me queda más cómodo jugar con dos. No soy un '9' de esperar un centro, me gusta moverme y así mi compañero puede ocupar el área».

Lleva un par de semanas en el Racing y ya le dio tiempo para saber que «hay que ascender» y que el equipo «me trató bien». «Hay gente con experiencia de la que se puede aprender y joven con mucha hambre por demostrar». Apenas se han jugado dos jornadas y Balboa, que sabe lo que es jugar Ligas cortas, como los campeonatos de apertura y clausura en Argentina, no ve ningún problema en el formato de campeonato para que el Racing salga campeón. «Son finales, no puedes pensar en largo, pero este equipo lo tiene todo para ascender. Ahora nos toca a nosotros».