El Racing aspira a ampliar las Instalaciones de La Albericia con un quinto campo

El Racing quiere ampliar las instalaciones de Nando Yosu, en La Albericia. Lo necesita, en realidad. Los cuatro campos de la ciudad deportiva verdiblanca ya son pocos para toda la actividad del club –y los clubes con convenio y la Academia–, y con la puesta en marcha el próximo verano del equipo femenino ya será técnicamente imposible que den abasto. Se trata de una cuestión matemática: de campos disponibles, equipos que los necesitan y horas hábiles. En consecuencia, la nueva directiva presidida por Manolo Higuera tiene decidido ampliar sus infraestructuras de entrenamiento.

La opción preferida, siempre que se pueda disponer de los terrenos, no se encuentren dificultades urbanísticas y el Ayuntamiento de Santander dé su visto bueno y colabore en ello, es hacerlo hacia el norte, en los terrenos disponibles entre el actual recinto y la S-20. De hecho, es el único lugar hacia el que pueden crecer las Instalaciones Nando Yosu, rodeadas al oeste por la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, al sur la Avenida del Deporte, vía principal de La Albericia, y al este por la calle Federico García Lorca y edificios de viviendas. La expansión hacia el norte es así la única alternativa. Más en concreto, junto a los campos 2, 3 y 4, puesto que entre el campo Santi Gutiérrez Calle y la autovía, además de encontrarse junto a la comisaria, no existe superficie suficiente para habilitar un nuevo terreno de juego.

Los solares sobre los que se aspira a instalar, al menos, el campo 5 son, de acuerdo con la información que ha podido recabar el club, propiedad de diferentes particulares. Pero el equipo de Gobierno municipal no ha hecho esta consulta y no quiere dar nada por hecho hasta tener la información fidedigna. Se trata en su mayor parte pequeñas parcelas, con lo que a menos que existan suficientes de propiedad municipal solo existen dos opciones: la compra por parte del Ayuntamiento (las actuales instalaciones se levantan sobre solar municipal, aunque la inversión la asumieron a partes iguales Racing, Casona y Gobierno de Cantabria) o que lo hiciera el propio club.

En caso de que no sea posible, se consultará al Ayuntamiento por otro posible emplazamiento. Una alternativa no descartada pero tampoco deseada, puesto que significaría descentralizar las instalaciones y multiplicar, de paso, la infraestructura necesaria. De cara al corto plazo, en caso de que no fuera posible habilitar ninguna de estas soluciones en los primeros pasos del Racing femenino, el club alquilará algún campo hasta que se solucione un problema que los nuevos dirigentes consideran estructural. Lo que está decidido es que el Racing tendrá en la temporada 24-25 su propio equipo femenino, con el mismo número federativo. No un club conveniado o que luzca su nombre, sino un primer y segundo equipo femenino, así como categorías inferiores.

En cuanto a la situación de los solares, una parcela anexa a las instalaciones por el norte está construida. Se trata de una nave a la que se accede por una estrecha calzada que desemboca en la Avenida Vicente Trueba. El resto, otras 17 –las situadas junto a los campos 2, 3 y 4–, se reparten entre 14 catalogadas por el Ayuntamiento de Santander como 'solares y patios' y tres como rústicas, estas últimas de menor tamaño y que no impedirían por sí mismas una hipotética ampliación.

Sin embargo, el proceso es más complejo. Por una parte, y aunque hasta donde conoce el Racing al menos una parte de estos terrenos están en manos privadas, es necesario conocer la titularidad de cada uno de ellos y confirmar con seguridad si existe alguno municipal o no. Para ello es necesario una consulta al Servicio de Patrimonio del Ayuntamiento de Santander, puesto que la propiedad, según apuntan fuentes municipales, tiene una gran importancia en estos casos. Acto seguido, será necesario un estudio detallado y una consulta a Urbanismo para comprobar si existe alguna traba para la instalación de un nuevo campo en esa zona. Solo entonces se podría comenzar a trabajar, si se estima oportuno –el Racing solo ha lanzado una propuesta verbal–, en la nueva infraestructura.

Las parcelas, que en conjunto suman 10.290 metros cuadrados, están consideradas como parte del polígono de las propias instalaciones del Racing (según el Sistema de Información Geográfica del propio Ayuntamiento) y por lo tanto son susceptibles, a falta de un estudio que así lo confirme y no revele ningún tipo de problema, de servir para la ampliación. Por medidas no existiría problemas, al disponer de superficie suficiente para instalar un nuevo terreno de juego.

Ayer, durante la convocatoria privada en la que la nueva directiva se dio a conocer a las instituciones y firmas patrocinadoras, Higuera ya conversó de modo informal con la alcaldesa de Santander, Gema Igua, sobre el asunto. Y sus palabras tuvieron una buena acogida. Eso sí: aún no se ha tomado ninguna decisión ni mucho menos iniciado ningún trámite. Sencillamente el club ha comunicado su necesidad de ampliar las Instalaciones Nando Yosu y ha encontrado buena respuesta en la alcaldesa. Pero falta por estudiar cómo y cuándo, y sobre todo, tener una primera reunión de trabajo más allá de las palabras entre dos personas que ya se conocían y tienen buena sintonía.

El nuevo equipo rector verdiblanco se esfuerza en insistir una y otra vez que en este nuevo proyecto irá siempre «de la mano del Ayuntamiento», y que se ajustará a las directrices e incluso sugerencias que se le ofrezcan. No se quiere poner en peligro una relación cordial ni invadir atribuciones municipales, máxime dada la buena dinámica existente en los últimos tiempos, en contraste con lo ocurrido legislaturas atrás.

En el encuentro de ayer –que no reunión– también estuvo representado el Gobierno de Cantabria. Un problema de agenda de última hora impidió acudir a la nueva presidenta autonómica, María José Saez de Buruaga, pero sí lo hizo la consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Eva Guillermina Fernández. En este caso sí que se trató de una presentación de los nuevos responsables, y también una de las primeras tomas de contacto para el que es otro de los grandes objetivos de Higuera: normalizar la relación entre Gobierno de Cantabria y Racing precisamente en un momento en el que se ha producido un relevo al frente de ambas instituciones.

La hoja de ruta es que el Ejecutivo autonómico pueda colaborar también económicamente en el proyecto. Ya lo hizo en 2008, cuando se acordó la construcción del actual edificio multiusos y la reestructuración del campo 1 (rebautizado como Santi Gutiérrez Calle) en la que fue la obra más ambiciosa en La Albericia desde su propia construcción, pero en este caso ni siquiera se ha planteado la posibilidad. No ha habido tiempo material.

Conviene tener el cuenta que el solar de las actuales instalaciones sí es público. Concretamente de Santander, y el Racing lo explota bajo un sistema de concesión regulado por un convenio que se prorroga, por norma general, en periodos diez años. El actual se prolonga hasta 2028 (la concesión concluía en 2018 y dos años antes se alargó por una década) y a cambio de la utilización de los terrenos el club –además de las inversiones que llevó a cabo– permite el uso de sus infraestructuras a otros equipos de base de Santander.

También la Federación Cántabra de Fútbol tiene derechos de uso, puesto que tras la última renovación del convenio en 2016 fue este organismo el que renovó los dos campos de césped artificial (3 y 4), en aquel momento poco menos que inservibles, en otro ejemplo de las actuaciones conjuntas que durante décadas han configurado la actual Albericia.

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