El Racing, atento ante la posible salida de Pablo Torre del Girona

Por el momento los verdiblancos no han hecho ningún movimiento. Deben esperar. En primer lugar, a que se resuelva o no el préstamo al Girona, algo que en el entorno culé gana cada vez más consistencia. En segundo, que la operación sea asumible. José Alberto le quiere en su equipo y el club confía en que un regreso temporal a Santander satisfaga al mediapunta, pero eso no sería suficiente.

El Racing no puede asumir la ficha del cántabro. Ni siquiera una parte significativa. No solo por su situación económica -que también, pero para esto podría habilitar mecanismos-, sino por su techo salarial. Asumir el sueldo de Pablo Torre, superior al millón de euros, lo desbordaría, lo que impediría su inscripción u obligaría a dar a cambio alguna baja.

En este tipo de operaciones los equipos de procedencia, y el Barça es un ejemplo de ellos, asumen buena parte de la ficha. Y esta es la única posibilidad que tienen los verdiblancos: En Arístides Maillol deberían hacerse cargo, si no de la totalidad, al menos de un 60% de gran parte de los emolumentos del cántabro. Además, el Racing se encontrará, en caso de confirmarse la marcha del Girona, con mucha competencia, también de clubes con mayor potencial económico. Aquí juega a su favor, eso sí, la predisposición del futbolista para, en caso de tener que jugar en Segunda División, hacerlo en los Campos de Sport.

Si se dan todas estas circunstancias, el Racing está en condiciones de abordar el regreso de su canterano hasta el verano; un refuerzo de lujo para la línea atacante de José Alberto que, si ya funciona a la perfección, ganaría así un jugador diferencial que competir y asociarse con Peque, Íñigo Vicente y Andrés. Precisamente los más destacados del equipo en esta primera mitad de la temporada serían los que más perjudicados podrían verse por el regreso del montañés.

El Racing tiene cuatro fichas profesionales libres, con lo que esto no será un problema para inscribir nuevos futbolistas en el mercado de invierno si lo considera necesario o se presenta la oportunidad. Según el puesto puede obligar, eso sí, a dar salidas, sobre todo en la bien poblada línea de mediapuntas, donde además de los tres titulares habituales cuenta con Pombo, Lago Junior y Yeray.

Pablo Torre llegó en verano al Girona después de una primera temporada en el Barcelona en la que, con ficha del filial, llegó a debutar con el primer equipo en todas las competiciones, pero sin tener apenas minutos. Por eso se le buscó salida en otro club en busca de su crecimiento, y el Girona de Míchel parecía, por estilo de juego, potencial y proximidad, un destino idóneo.

Sin embargo, y pese a su buena pretemporada, aún no ha sido titular, entre otros motivos por las exigencias del entrenador en facetas del juego menos creativas. Ya evidenció su frustración cuando frente al Getafe se quedó sin jugar después de que su equipo marcara cuando ya estaba preparado para salir el terreno de juego. Míchel insiste en su confianza en él, pero necesita que progrese en facetas defensivas muy a corto plazo, lo que unido al espectacular momento de los rojiblancos, colíderes después de catorce jornadas, le hace muy difícil entrar en el once. De hecho, otro centrocampista del Girona, Aleix García, acaba de debutar con la selección absoluta.

Lo que sí ha conseguido el cántabro es consolidarse en la selección sub 21 de Santi Denia. A pesar de los pocos minutos que acumula, sí juega los segundos tiempos en Girona, ha sido ya titular en varios partidos con el segundo equipo de la Roja e incluso protagonista con goles para desequilibrar o desatascar partidos.

En definitiva, el futuro deportivo a corto plazo de Pablo Torre es muy incierto, pero en los Campos de Sport están atentos a lo que suceda en el próximo mes y, en especial, durante el parón de fin de año y la apertura de mercado a partir del 1 de enero.