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Era la crónica de una muerte anunciada. Javi Rozada ya no es entrenador del Racing. El club le ha despedido este lunes. El asturiano sabía que si perdía en Gobela frente al Arenas dejaría de ser entrenador del Racing, pero el empate parecía darle ... tiempo para tomar oxígeno durante esta semana de vacaciones, revelando de paso la triste realidad de un Racing que quería ver como bueno un empate en Getxo.
Entre las posibles alternativas están Xavi Bartolo, exentrenador del Reus y segundo de Aritz López Garai, y Aritz Solabarrieta, actualmente en las categorías inferiores del Alavés y miembro del equipo de Amorrortu en el Athletic. Uno de los problemas que afronta el Racing es que no cuenta en su estructura interna con un técnico que pueda tomar el relevo ni tiene disponibilidad económica para salir con solidez a un mercado en el que el nombre vende menos.
José Mari Amorrortu se ha revelado contra ello y esta mañana ha puesto fin a la brevísima era Rozada. El vasco gana así de paso su primera batalla en el Racing y consolida su posición, ya que la presencia de Rozada fue una imposición de la directiva y la agencia You First Sport. O de uno de sus socios, según se vea.
«El Real Racing Club ha procedido al cese de Javi Rozada como entrenador de su primer equipo, al que ha dirigido ocho partidos oficiales (siete en el Grupo II de Segunda B y uno en la presente edición de la Copa del Rey) la temporada 2020/21. La entidad cántabra quiere agradecer el trabajo de Rozada al frente del banquillo de El Sardinero, al que accedió el pasado mes de agosto, a la par que le desea éxito en sus próximos proyectos profesionales». Con esta escueta nota ha dicho el Racing adiós a su entrenador. Tampoco había para más. Cuestionado dentro y fuera del club, el ovetense no tenía más crédito, aunque por un momento ese punto de Gobela parecía darle oxígeno en un Racing que reconoce así un error de origen en su nuevo proyecto y abre, ahora sí, una crisis deportiva que no está claro que vaya a ser de crecimiento.
Ahora José María Amorrortu debe buscar un sustituto a un entrenador que nunca quiso y del que se ha desembarazado en cuanto ha podido. Varias de las opciones que el vasco sopesó en verano no son ya viables por tener equipo o por haber entrenado este año, como es el caso de Aritz López Garai y Pablo Alfaro. De hecho, Rozada no ha tenido ni siquiera segundo entrenador, en lo que era una muestra de la escasa confianza que el director deportivo tenía en el asturiano.
El Racing, cuya primera plantilla se encuentra esta semana de vacaciones (se reincorporará el próximo sábado al trabajo en las Instalaciones Nando Yosu), ya ha comenzado a sondear el mercado de entrenadores (con un presupuesto mínimo) y espera regresar ya al trabajo con nuevo equipo técnico o, al menos, nuevo entrenador.
La destitución de Rozada se debe a un cúmulo de factores, pero el principal es el gran axioma del fútbol: varios malos resultados terminan en la salida del entrenador. El asturiano llegaba a Getxo tras dos derrotas consecutivas y a punto estuvo de sumar una tercera, por mucho que rescatara un punto y que la imagen fuera un poco mejor. Una imagen de su desconcierto fue la titularidad de dos jugadores como Siverio, al que se le había enseñado varias veces la puerta de salida, y Álvaro Cejudo, al que había relegado a suplente una y otra vez pese a ser uno de los futbolistas con más calidad de la plantilla, para tratar, sin demasiado éxito, de cambiar algo.
El hecho de comenzar ya cuestionado por su propio director deportivo y de haber señalado públicamente estar descontento con la actitud de los futbolistas tampoco ha jugado a su favor, si bien en lo últimos días sí cambió el discurso para tratar de asumir, al menos de cara al público, más responsabilidades.
Incluso en la planificación de la plantilla ha habido divergencias, puesto que mientras que el secretario técnico, Pedro Menéndez, es partidario de reforzar al equipo si la economía lo permite, Rozada consideraba que la plantilla era suficiente para llegar a fin de curso, en un planteamiento que tampoco la dirección del club (y no solo la deportiva) compartían.
El Racing disputará su próximo partido oficial el 3 de enero en Zubieta ante el Sanse, en compromiso aplazado por el confinamiento verdiblanco tras contraer Jon Ander el covid. Para entonces, e incluso para el sábado, cuando se empezará a preparar ese partido, debe tener entrenador si no quiere que la situación sea ya sonrojante.
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