El Racing conquista a su afición en un entrenamiento pese a los contratiempos

La gente ya se agolpaba en las puertas de las instalaciones desde las 10.30 horas, ya que el entrenamiento estaba programado para comenzar a las 11.00 de la mañana, pero la plantilla no salió al césped hasta una hora después de lo previsto. La razón de la tardanza: una charla impartida por el colegiado Cordero Vega sobre las novedades arbitrales que habrá este año en la Liga, en la que se trataron aspectos importantes para la nueva temporada. Aunque la demora se justificó por la necesidad de aclarar cuestiones reglamentarias, los aficionados que llenaban las vallas que rodean el campo 2 de La Albericia (el 1, que es donde se entrena habitualmente está en obras) mostraron su impaciencia, especialmente debido al intenso calor.

El sol, implacable, hizo mella en los presentes, y uno de los asistentes, un hombre mayor, sufrió un mareo y tuvo que ser atendido por sus acompañantes y personal del club, que lo tendieron junto a la puerta de entrada buscando el cobijo de una de las pocas sombras del recinto. Afortunadamente, no fue nada grave.

Finalmente, una hora después de lo previsto los jugadores comenzaron a desfilar entre el pasillo que habían creado los aficionados para llegar al campo y comenzar a entrenar. Y aunque la gente esperaba ansiosa a los verdiblancos, a medida que pasaban los minutos, muchos aficionados, especialmente familias con niños pequeños, comenzaron a abandonar La Albericia. La espera, sumada a las altas temperaturas, resultó demasiado para algunos. Sin embargo, los más fieles, entre los que se encontraban numerosos niños y mayores, decidieron quedarse para vivir de cerca el primer contacto de la temporada con sus ídolos.

Cuando finalmente los jugadores saltaron al césped, se respiró un ambiente de alivio y entusiasmo. El equipo, consciente de la espera y del calor soportado por los aficionados, se volcó con ellos. Al término del entrenamiento, los futbolistas se acercaron a niños y mayores para compartir un momento con los que permanecieron hasta el final. Se tomaron fotos, firmaron autógrafos y conversaron con los seguidores, en un gesto de cercanía que fue muy bien recibido.

Aunque la jornada no salió según lo planeado, el esfuerzo del club por conectar con su afición fue evidente. Este tipo de eventos son fundamentales para afianzar el vínculo entre el equipo y su hinchada, especialmente en la víspera de una temporada que promete ser intensa y llena de retos.

Con la mirada puesta en el debut ante el Almería, el Racing confía en que el apoyo incondicional de su afición será un factor clave para alcanzar sus objetivos. Si algo ha dejado claro esta jornada de entrenamiento con las puertas abiertas es que, en Santander, el fútbol es más que un deporte: es una pasión compartida que une a gran parte de la ciudad.