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El Racing sigue reforzando su parcela deportiva. A la incorporación de Manu Fajardo como nuevo secretario técnico, destinado a trabajar con Guillermo Fernández Romo y Víctor Alonso en la confección de la nueva plantilla, se unirá un equipo de ojeadores en cuya configuración trabaja ya ... el club. El primero en comprometerse con los verdiblancos ha sido Néstor Pérez (Zaragoza, 1980). El aragonés procede del Ejea, donde ha ejercido como director deportivo y entrenador, como lo hizo antes en el Teruel.
Se trata de un buen amigo y colaborador de Romo, hasta el extremo de que en 2017 le llamó para entrenar al Ejea en Segunda División B, lo que motivó la salida del madrileño del Racing apenas un par de meses después de haber sido contratado por el Racing para dirigir sus secciones inferiores. También le une una buena relación con el exdirector deportivo verdiblanco Chuti Molina. A lo largo de su carrera, el joven técnico ha acumulado una gran experiencia en el fútbol modesto aragonés, tras su paso por el Oliver, San Gregorio, Stadium Casablanca, Lanaja, Valdefierro, Mallén, Calatayud, Andorra, Utebo, Racing Zaragoza. Teruel y Ejea.
Con la creación de este equipo de scouts el Racing, escarmentado de la mala experiencia de la temporada 19-20, en la que descendió inmediatamente tras su ascenso a Segunda División desde la ahora extinta Segunda B, aspira a tener una estructura muy sólida y una gran capacidad de rastreo de mercado. Algo que ya trató de impulsar, de forma más modesta, hace dos temporadas con las incorporaciones de José María Amorrortu y Pedro Menéndez.
Ahora, con la mayor disponibilidad económica que supone el regreso a la categoría de plata, trata de configurar una estructura sólida que le permita salir al mercado con solvencia, sin jugárselo todo a una sola carta.
El club presentará su nuevo equipo de ojeadores en las próximas semanas, una vez haya formalizado la contratación de todos ellos, o al menos de la mayor parte, pero en cualquier caso a la de Néstor Pérez seguirá la llegada de otros nuevos profesionales, cada uno especializado en diferentes zonas, categorías y territoriales.
En la construcción del nuevo equipo está resultando muy importante el trabajo y decisiones del propio Romo, que ha recurrido a profesionales de su confianza para configurar un organigrama que resultará fundamental de cara a disponer el próximo curso de la mejor plantilla posible.
El verano pasado fue el madrileño quien tuvo que rastrear el mercado para formar el equipo al no existir las figuras de director deportivo ni de secretario técnico. De hecho, ya antes de arrancar la temporada se anunció que tendría ambas funciones –sentarse en el banquillo y fichar– para la temporada en Primera RFEF, mientras que en caso de ascenso se engordaría la parcela técnica de acuerdo con las nuevas necesidades y exigencias, como de hecho está ocurriendo.
Al mismo tiempo, el Racing también se ha esforzado en no utilizar el concepto de director deportivo para definir a Fajardo. En primer lugar, por el equipo colegiado que quiere poner en marcha, sin dar la sensación de que se ha contratado un jefe al entrenador del ascenso. Por otro, dada la mala experiencia y el recuerdo que dejó en la masa social una figura plenipotenciaria como lo fue Molina entre 2018 y 2020. Como señaló Romo en la entrevista que concedió recientemente a El Dario Montañés, «no es bueno que alguien tenga las llaves de todo».
En esta reestructuración, las categorías inferiores seguirán teniendo a César Anievas y Gonzalo Colsa al mando, como había ocurrido hasta ahora.
El primer cometido de este nuevo organigrama será, además de reforzar una primera plantilla que necesita incorporaciones en la mayor parte de las líneas, buscar sustitutos a algunos de los titulares de esta temporada que no continuarán en el equipo el año que viene, caso de Patrick Soko y, especialmente, de Pablo Torre.
Sí que se garantizó en su momento la continuidad de otros jugadores importantes en la plantilla del ascenso, caso de Miquel Parera y Cedric Omoigui. Por su parte, el capitán, Íñigo Sainz-Maza, que tiene contrato en vigor para la próxima temporada, ya ha anunciado al club su interés por negociar una mejora de condiciones dos años después de ascender al primer equipo desde el Rayo Cantabria y ya consolidado después de un curso en el que ha sido titular y uno de los futbolistas más regulares de la plantilla.
Nuevo proyecto
Alvaro Mantilla, Marco Camus e Íñigo Sainz-Maza serán los tres representantes de la cantera en el primer equipo cuando arranque el nuevo proyecto del Racing en Segunda División. Ellos son los que ya están y la pretemporada servirá, como siempre, de banco de pruebas para comprobar quién puede sumarse. La marcha de Pablo Torre al Barcelona les deja como los referentes para los chavales que se puedan incorporar. El Racing ha hecho una apuesta por ellos renovándolos a los tres de cara al regreso al fútbol profesional. En la puerta están otros como Yerai y Jorrín, que tuvieron su cuota de protagonismo en esta temporada. Aparecieron y desaparecieron, pero ahora puede llegarles su turno. La configuración de una plantilla acorde a la categoría les situará como alternativas y puede ser su oportunidad de volver. El club quiere consolidarse en Segunda División y para ello no puede permitirse muchos errores en la contratación. Para maximizar los elementos más que nunca se necesitará una buena conexión entre el primer equipo y la base.
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