El Racing dispone de dos meses para construir una nueva plantilla

Tras el traspaso de Pablo Torre, la salida libre de un Patrick Soko que no quiso renovar su contrato, las rescisiones, el regreso a sus clubes de los futbolistas cedidos y el acuerdo de rescisión con Isma López, el Racing debe acometer alrededor de una decena de fichajes para afrontar con garantías la temporada en Segunda División. Tras la contratación de Rubén González, primer fichaje de la temporada, los verdiblancos deben reforzar todas sus líneas, aunque algunas posiciones, ya sea por escasez de efectivos o por su importancia, resultan estratégicas.Es el caso de la delantera, la banda derecha del ataque, ya sea en las posiciones de interior o de extremo, y el lateral izquierdo.

Después de comunicar las primeras bajas, y según la evolución de los acontecimientos, Guille Romo deberá además decidir qué ocurre con futbolistas con contrato en vigor y que por lo tanto son a día de hoy futbolistas del Racing, pero cuyo futuro aún plantea incógnitas. Es el caso de Borja Domínguez, Sergio Marcos y el canterano Juan Gutiérrez, que el 1 de julio pasará a ser formalmente futbolista del primer equipo.

Además, durante la pretemporada el madrileño podrá comprobar el rendimiento de los jugadores del Rayo Cantabria que completen esas semanas con el primer equipo.El curso pasado debutaron con la primera plantilla Simón Luca, que ya ha abandonado el club, Yeray Cabanzón, Marcos Bustillo, Dani González y Mario Jorrín. Entre ellos el que más apunta y el que más minutos ha tenido es Yeray, que afronta una situación muy particular. Por una parte, el cambio de categoría hace más exigente el salto para un mediapunta que esta temporada ha jugado nueve partidos de Liga, dos de ellos como titular. Por otra, la marcha de Pablo Torre, que se desenvuelve en las mismas posiciones, le ha despejado un camino hasta ahora tapado por el de Soto de la Marina, si bien el Racing fichará algún futbolista para suplir su baja más sensible.

Mikel Martija y Romo no solo deben compensar las bajas que ha sufrido el equipo, tanto por las salidas de Pablo Torre y Patrick Soko, como de otros futbolistas que estaban cedidos o con los que el club no contaba para la próxima temporada.Además, deberán reconfigurar la plantilla teniendo en cuenta la mayor exigencia que tendrá el equipo con el ascenso de categoría. En el caso de Pablo Torre no será posible, pero en el resto los fichajes deben mejorar lo que había para que el Racing pueda afrontar con garantías un curso en el que buscará una permanencia tranquila. Las últimas experiencias, con dos descensos directos tras los dos últimos ascensos, sirve como toque de atención.

La tarea ha quedado en manos del director deportivo, Mikel Martija, después de la salida de Manu Fajardo, que solo tres semanas antes se había convertido en secretario técnico del Racing y se marchó sin tener prácticamente tiempo de empezar a ejercer. El club no ha comunicado aún si sustituirá o no al sevillano en un nuevo giro, el enésimo, en el planteamiento de su política deportiva.

La portería está por completar. Con Miquel Parera, que renovó automáticamente ante de concluir la temporada tras completar el número pactado de partidos, el puesto está bien cubierto. El mallorquín ha completado un excelente curso y demostrado que puede ser el portero del Racing tanto en Primera RFEF como en Segunda División. Sin embargo, Lucas Díaz, que terminaba contrato, ha dejado el equipo, con lo que el club busca otro guardameta cuyo rol debe decidir: un suplente para el mallorquín o bien un futbolista que pueda competir con él por el puesto.

En la recámara está el portero del Rayo Cantabria, Germán Fernández, que apunta buenas maneras, que ya ha entrado en algunas ocasiones en la lista de convocados de primer equipo por diferentes bajas –lo hizo incluso en Segunda División– pero que no ha llegado todavía a debutar.

Con el fichaje el martes de Rubén González, el eje de la defensa está, en principio, cubierto. Pol Moreno es imprescindible para Romo y Satrústegui tiene experiencia, contrato en vigor y versatilidad para ocupar tanto la parcela central como el lateral izquierdo y Álvaro Mantilla renovó justo a final de temporada, en una prueba evidente de que se cuenta con él, aunque no como titular. Pablo Bobadilla es por lo tanto el que más difícil lo tiene para continuar dado el exceso de centrales que tiene el equipo, máxime si se tiene en cuenta que a partir del 1 de julio el rayista Juan Gutiérrez será contractualmente jugador del primer equipo, como firmó en su momento. El comillano lo tendrá difícil.

La situación es muy diferente en el lateral derecho. Unai Medina es el único especialista –aunque Mantilla puede ocupar también ese puesto– y se busca un jugador que pueda discutirle la titularidad. También pide paso desde el Rayo Cantabria Mario Jorrín, que en la temporada recién finalizada ya ha disfrutado de minutos oficiales, en ocasiones en la posición del dos, y al que Romo volverá a observar este verano.

Más necesario es el refuerzo en el lateral izquierdo. Probablemente la próxima incorporación que llegue lo hará precisamente en este puesto después de que el Racing se haya quedado sin ningún jugador específico para esa demarcación. Pactó la rescisión conIsma López, Javi Vázquez regresó al Ibiza tras su cesión y no ha renovado a Simón Luca. En consecuencia, el Racing deberá fichar un lateral izquierdo o incluso dos, si quiere tener doblada la posición. Claro que en ese puesto siempre puede echar mano de Satrústegui, que pese a ser central ya ha jugado buena parte de esta temporada en la posición del tres.

Si Guillermo Fernández Romo mantiene el 4-2-3-1 con el que ha jugado en Primera RFEF, dispone de suficientes futbolistas para actuar en el eje, pero necesita incorporar algún fichaje de calidad que dé un plus al equipo y, especialmente, que aporte más en la faceta creativa, dado que la defensiva está cubierta con los efectivos disponibles.

El capitán, Íñigo Sainz-Maza, que ya ha comunicado al Racing que desea mejorar su contrato pero que aún tiene otras dos temporadas firmadas, parece insustituible. Fausto Tienza ha terminado la temporada como titular y dejado muy buenas sensaciones tras un curso en el que su rendimiento ha ido en constante crecimiento, y es otro de los futbolistas que salvo sorpresa no solo seguirán en el equipo, sino que tendrán protagonismo.

Más complicado es aventurar la continuidad de Borja Domínguez y Sergio Marcos, ambos con contrato en vigor. El primero, con unas características diferentes que le deben convertir en un buen recurso, no ha rendido sin embargo al nivel esperado, mientras que el segundo fue uno de los suplentes habituales de la temporada del ascenso. Todo depende del número de fichajes que consiga cerrar el Racing, porque para entrar conviene antes dejar salir.

El Racing necesitará acometer muchos fichajes para una línea de tres que se ha quedado prácticamente desierta. La principal dificultad será suplir la marcha de Pablo Torre desde la certeza de que no será posible contratar a un futbolista que ofrezca su mismo nivel. Tras la marcha de Soko, tampoco hay especialista en la banda derecha, un puesto para el que el Racing ya ha solicitado la cesión de Malcom, del Bilbao Athletic. Sin embargo, el proceso electoral que vive el club bilbaíno impide que por el momento haya recibido una respuesta.

Sola la banda izquierda cuenta con dos efectivos: Arturo Molina y Marco Camus. Dos futbolistas con perfiles muy diferentes que ofrecen alternativas diferentes al equipo y seguirán el año que viene: Arturo tras renovar con el ascenso y Camus tras aceptar la oferta que meses atrás ya le había hecho el Racing.

Así, el club deberá contratar al menos dos futbolistas de banda y un mediapunta, y los refuerzos pueden ser más. En estos momentos las únicas alternativas para la parcela que esta temporada ocupó Pablo Torre son el rayista Yeray Cabanzón, que mantendrá, en principio, su ficha con el filial, y llegado el caso Domínguez y Arturo, pero ninguno de estos dos son especialistas específicos en el puesto. Entre los canteranos, Dani González puede servir como comodín en determinados momentos. El campurriano tiene un perfil más ofensivo, pero aún debe convencer a Romo de que está en condiciones de entrar progresivamente en el primer equipo, ahora en Segunda División.

En estos momentos Cedric Omoigui es el único delantero con el que cuenta el Racing. El hispanonigeriano ha dejado muy buenas sensaciones, en especial gracias a su gran segunda vuelta, y es uno de los futbolistas en torno a los que el Racing ha decidido construir su proyecto. De hecho, amplió su contrato hasta 2025 ya en plena temporada con una considerable mejora de sueldo. En sus dos temporadas en el Racing ha marcado 26 tantos y puede ser un futbolista que contribuya al objetivo de la temporada: una permanencia tranquila.

Sin embargo, el Racing necesita reforzar, y mucho, la delantera. En primer lugar, por una cuestión numérica. Necesita al menos tren delanteros centro para afrontar la temporada con garantías y cubrir cualquier eventualidad, tanto a lo largo de los partidos como en forma de sanciones, lesiones u otros contratiempos. En caso contrario, la falta de efectivos condicionaría incluso la táctica de Romo en determinados partidos.

Además, el Racing necesitará algún delantero más que asegure en la medida de lo posible un buen número de goles. Cedric ya ha demostrado en Primera RFEF que puede hacerlo, pero ahora debe hacerlo en Segunda División y superar los baches que ha mostrado en sus dos primeras temporadas en Santander.

En resumen, y con la única presencia del hispanonigeriano, el club rastrea el mercado con la obligación de reforzarse en una posición determinante y en la que deberá invertir una parte significativa de sus recursos.